ULTRA FLOW

Salomon Ultra Flow, con cordones.

Salomon Ultra Flow, buenas para rodar.

Salomon Ultra Flow.

Salomon Ultra Flow, taqueado para zonas secas.

PROS:

- Comodidad del pie dentro del calzado.

- Tracción y adherencia correcta en senderos fáciles.

- Buena estabilidad, a pesar de los perfiles de 32/26 mm.
 

CONTRAS:

- Suela limitada a terrenos secos, con lo que su polivalencia se ve reducida.

- La lengüeta –izquierda, sobre todo-, tiende a desplazarse lateralmente.

- El tejido del cordón favorece que el nudo se deshaga.

- No hay por donde pasar/ocultar/resguardar el cordón sobrante.

Salomon Ultra Flow, para senderos fáciles.

Salomon Ultra Flow, buena tracción en subida.

Salomon Ultra Flow, y en bajada.

Salomon Ultra Flow, adherencia notable en roca.

Con las Salomon Ultra Flow, la marca francesa amplia la sección de calzado para larga distancia. Comparten la misma suela y media suela que las Ultra Glide 2, cambiando toda la parte del upper, en donde ahora encontramos una rejilla más abultada, más termosellados laterales y la desaparición del quicklace por una cordonera tradicional, todo ello en unos materiales algo más sencillos con la consiguiente reducción de precio.

Pero en términos generales, ambas zapatillas se comportan de manea casi idéntica, al menos bajo nuestro punto de vista.

Continúan dirigidas a la larga distancia, pero como entonces, encontramos un nivel de amortiguación demasiado firme para nosotros, en que según y como (por ejemplo en rápidas bajadas o largo llaneo), se nota llegar al fin o tope del recorrido de la media suela, con lo que bajo esas situaciones se echa en falta o mayor amortiguación o un compuesto algo más blando.

En donde no hay cambios es en la comodidad, una de las cualidades estrella de este calzado que nos acompaña durante toda la salida, gracias a unos buenos acabados interiores, a un collar mullido y a una lengüeta gruesa que impide que los cordones se claven en el empeine.

Con la misma suela que su prima/hermana, el terreno por donde mejor discurre son los principalmente secos y, si podemos escoger, alejados de los difíciles o excesivamente técnicos. En ambientes húmedos o con una fina capa de barro, aún pueden trabajar con eficacia, pero no así si la superficie se encuentra muy mojada (como rocas), o el barro es abundante, en donde en esos casos debemos extremar la precaución.

Dirigidas a un corredor universal, sin exigir ni gran técnica ni un peso concreto, aunque recordando que aquellos de menor porcentaje podrán estirar el kilometraje de una salida considerablemente.

En resumen, unas zapatillas cómodas para entreno diario y salidas subidas de kilómetros, en caminos sin demasiadas complicaciones técnicas.

Salomon Ultra Flow, para cualquier corredor.

Salomon Ultra Flow, para cualquier peso.

Salomon Ultra Flow, no es necesario técnica de carrera.

Salomon Ultra Flow.

El mercado de las Salomon Ultra Flow es universal; es decir, la práctica totalidad de corredores pueden hacer uso de su servicio. No se distingue, por encima de otro, ningún perfil concreto o determinado, sino que están pensadas para aquellos que gustan de entrenamientos diarios algo largos. Por tanto, ni técnica depurada ni experiencia son impedimentos, ya que están abiertas a cualquier perfil y peso de corredor, con la sola condición de querer ir cómodo en las salidas diarias.

El upper , bastante sencillo y de rejilla, cubre la zapatilla hasta donde comienza el empeine. No molesta al roce con los dedos y permite una flexibilidad adecuada para la transición de la pisada. Los termosellados laterales ayudan a la hora de soportar al pie cuando corremos, proporcionándoles un toque de firmeza en la pisada, ya que abrazan ambos laterales. A ello lo completa la zona más rígida de la zapatilla, que es del talón. Este es duro y protege el tendón y sus laterales, permitiendo una piada contundente y controlada, especialmente al aterrizar por esta parte. La espuela que se erige, si bien es blanda, tiene la función de seguir protegiendo el tendón hasta donde aquella acaba, y a pesar de su longitud, nunca ha provocado molestia alguna.

En cuanto a la amortiguación, tenemos la misma sensación que en las Glide II: algo firmes y  sin ser de una abundancia extrema. Aunque sea evidente, no está de más recordar que aquellos corredores de menor peso tendrán una sensación más agradable que otros, puesto que nosotros (con 83 kg), la notamos un pelo duro, además de sentir que llegamos al final de su recorrido en aquellas bajadas largas o superficies muy duras; es como si a veces hubiéramos echado en falta o mayor perfil o un compuesto algo más blando.

El ancho de la horma permite correr sin molestias ni agobios; creemos que consiguen un buen equilibrio en este sentido, ya que los dedos se sienten recogidos pero sin agobios.

Los perfiles son idénticos a las Glide II, de 32/26 mm, arrojando un drop de 6 mm, cifra que aparecen en un buen número de calzados para larga distancia y que favorecen una pisada cómoda y fácil, además de –dentro de todo-, permitir al pie moverse de manera algo natural.

Salomon Ultra Flow, para entrenos largos.

Salomon Ultra Flow, para salidas diarias.

Salomon Ultra Flow, amortiguación firme.

Salomon Ultra Flow, buena estabilidad.

A partir de la media distancia en adelante es cuando las Salomon Ultra Flow mejoran sus cualidades. Ello no obsta a que las saquemos para salidas cortas, pero es cuando llevamos un buen rato corriendo cuando apreciamos su comodidad. Pero a pesar de ello, y como ya apuntamos en la review de las Glide 2, el compuesto de la suela (Energy Foam), tiende a comprimirse, pudiendo notar que llegamos al final de su recorrido en aquellas bajadas rápidas en las que tenemos que entrar de talón; es decir, notamos como llegamos al tope de su amortiguación; pero es que además, lo podemos sentir cuando llevamos un par de horas rodando en llano. Por tanto, creemos aquí que el peso del corredor será determinante para aguantar más kilómetros con esa comodidad constante que debería proporcionar unas zapatillas para larga distancia. Para haceros una idea, incluso a pesar del grosor, nos podemos clavar aquellas piedras puntiagudas del camino que no hemos podido esquivar o que, simplemente, no las hemos visto, especialmente cuando llevamos rato corriendo.

La relación entre perfiles altos (32mm/26mm), y estabilidad es realmente bueno. Tenemos que pisar muy mal o estaré ante un paso realmente complicado para perder el equilibrio y sufrir una torcedura. Claro está que cuanto más técnico el terreno mayor cuidado deberemos tener, pero en términos generales esta relación es de nota alta. En ello influye directamente la forma de barca que tiene el calzado; si la observamos de perfil, veremos tanto un un rocker bastante subido como un talón que también se eleva, favoreciendo ese efecto balancín que ayuda a la dinámica en carrera. De esta manera se consigue una transición de pisada más fácil y fluida. Hay  que tener en cuenta, también, la sobredimensión de la suela y media suela por el perímetro, especialmente prominente en toda la zona trasera; así, al entrar de talón o de medio pie, tenemos una superficie muy grande que se va a apoyar en el suelo.

El espacio de la horma no ha provocado problemas alguno en cuanto a dedos comprimidos o agobiados; más bien, al contrario, permite una ligera libertad para ir cómodos todo lo que aguantes en tu salida, pero teniendo sensación de llevar el pie recogido. Por lo tanto, otra vez logra una buena relación entre espacio y comodidad.

Los acabados son los correctos y los que se esperan de una marca como la francesa. El exterior visible aparece impecable, sin ningún deshilachado ni pegamento a la vista; en el interior, la situación es igual: cosidos perfectos y todo en su sitio correctamente.

Finalmente, los acolchados se notan contundentes en el collar del talón y la lengüeta, permitiendo una sujeción alta y realmente cómoda.

Salomon Ultra Flow, para zonas no muy complilcadas.

Salomon Ultra Flow, tracción en subida.

Salomon Ultra Flow, es fácil correr con ellas.

La suela de estas Salomon Ultra Flow es Contagrip, propio de la marca, con unos tacos de 3,5mm, dispuestos para propiciar una buena tracción y agarre tanto en el despegue como en el aterrizaje de la pisada. La longitud de tacos y su número (gan cantidad de tacos distribuidos por casi toda la superficie), ya indican que su elemento natural será aquellos terrenos secos y fáciles.

Así, en senderos marcados, subidas y bajadas o pistas forestales, el comportamiento es, sin ser excelente, muy bueno. Pero no tanto, por ejemplo, en bajadas donde hay mucha tierra suelta, ya que en estos casos si vamos pasados de velocidad, la suela no llega a traccionar como debiera y podemos acabar con un resbalón, tal y como alguna vez nos ha pasado. Pero ocurre lo contrario en subidas con, también, tierra suelta: aquí, al ir más lentos, los tacos permiten una tracción mucho más fiable.

En el resto de superficies tendremos un comportamiento similar, exceptuando los terrenos grasos: en hierba húmeda o caminos por donde acaba de llover, o hay una fina capa de barro encima, los puede suportar con meridiana facilidad, pero ya colapsa cuando el barro es abundante. Ocurre lo mismo en rocas mojadas, donde la adherencia baja considerablemente, teniendo que incrementar la precaución. En definitiva, como ya indicamos, una suela que aborda con mucha garantía las superficies principalmente secas.

La sujeción es muy buena, gracias al sistema de cordones (donde podemos construir la tensión que más nos convenga) y a una lengüeta con un grosor considerable. Ello permite tensar con fuerza sin miedo a que los cordones se claven en el empeine. No obstante, el tejido de los cordones (duro y resbaladizo), permite a veces que el nudo se deshaga, teniendo que recolocarlos cuando toque, además que la lengüeta izquierda tienda a deslizarse hacia el exterior, al menos en nuestro caso. Otro elemento a mejorar podría ser un pequeño pasador para el cordón sobrante, que no es poco.

Las protecciones de las Ultra Flow las proporciona sus perfiles medio altos, la goma de la puntera que protege los dedos y un talón rígido. Consideramos que son más que suficientes para afrontar salidas largas por senderos no excesivamente técnicos, aunque sí hemos echado en falta algo de protección plantar, y es que aquellas piedras puntiagudas traspasaban la suela y media suela dejándose sentir con claridad en la planta del pie, con la molestia o mini dolor que ello representa.

No las podemos catalogar de calurosas, pero rozan el concepto. Si bien la rejilla del upper permite notar el viento que entra en el interior, en días de calor se puede notar algo de recalentamiento en el interior, más que nada porque desde la mitad del pie hacia el talón, no hay ninguna entrada de aire (a diferencia de la zona de dedos). Hemos notado esa falta de transpiración cuando llevamos rato corriendo por llano, por ejemplo, donde casi no se para. A pesar de ello, también hay que decir que las hemos probado por zonas muy cercanas al mar y lejos de la alta montaña (en este último escenario, seguro que el rendimiento en este sentido sería mayor).

Para que se mojen del todo, es necesario hundirlas en un charco o río, ya que de otra manera les costará empaparse; así, al pasar por hierba mojada o bajo una fina capa de lluvia, el conjunto aguantará y resistirá la entrada de agua, más que nada por la configuración del mismo (collar cerrado, termosellados laterales, protección en puntera,...). Pero una vez bien mojadas, la parte trasera es la que más le va a costar empezar a secarse.

Salomon Ultra Flow, estado general upper.

Salomon Ultra Flow, suela.

Salomon Ultra Flow, media suela.

Salomon Ultra Flow, detalle cordón.

En este apartado las Salomon Ultra Flow sacn nota alta. Tal y com se aprecia, el upper se encuentra en unas condiciones magníficas; solamente se nota usado y con polvo, pero está casi como al principio: no encontramos ninguna señal negativa de desgaste prematuro  ni tampoco indicios que sugieran rotura inmediata. En la malla del mesh no hay ninguna perforación y los termosellados laterales están perfectamente enganchados. Además, las zonas de flexión se ven ideales y tienen cuerda para rato.

La media suela, con signos de compactación, sigue ofreciendo el mismo nivel de amortiguación, sin que en principio se sienta comprimida.

En la suela solo hay un leve desgaste en la parte delantera exterior, que es por donde solemos entrar en la pisada, pero es una marca bastante leve después del kilometraje a la que la hemos sometido.

Solo hay un pequeño deshilachado en el cordón Izquierdo, producido en las primeras salidas, pero que no ha ido a más.

En resumen, muy buen estado general para un calzado destinado a sumar muchos kilómetros.