S-Lab Pulsar 3 Mochila
Salomon

Salomon S-Lab Pulsar 3 Mochila
- Peso 90 gr.
- Precio 160,00 €
- Temporada FW23
- Sexo M
Pros & Contras
- SensiFit: Fit impecable, con independencia del nivel de carga.
- Bolsillo trasero para añadir 500 ml más de agua.
- Ligereza: Mochila que pesa solo 90 gramos.
CONTRAS:
- La falta de elasticidad del tejido en algunos bolsillos.
- Sistema porta bastones con las gomas de la propia mochila.
- Cierre del bolsillo trasero.
POSIBLES MEJORAS:
- Añadir algún bolsillito para cosas pequeñas.
Sad MT 5L
Quechua

Quechua Sad MT 5L
- Peso 323 gr.
- Precio 19,95 €
- Temporada SS14
- Sexo M
Primeras sensaciones y construcción
El corredor inexperto, puede ver la SAD MT 5L simplemente como una mochila de trail running que, “por cuatro duros”, le hace el apaño pero unos ojos expertos como los nuestros pueden ver mucho más allá de eso y darse cuenta de que, aunque sea una mochila de gama media, tiene cosas muy interesantes. El tejido de toda la parte exterior es de ripstop y relativamente maleable, repelente al agua, toda la cara interior va acolchada con un grosor medio y bastante agujereado para que transpire bien, es ligerita y si le quitamos la bolsa de hidratación que trae incorporada de serie se queda en poco más de 200 gramos (215 gramos según catálogo), las cinchas tienen únicamente la rejilla por lo que son muy finitas, lleva doble mecanismo de ajuste en pecho y cintura, … ¡¡¡todo esto, por menos de veinte euros!!! Le echamos en falta algún bolsillito (abierto o no) en la zona delantera o, en su defecto, algún bolsillo al que podamos acceder en marcha, también algún bolsillito interior, … pero, bueno, la impresión inicial global es claramente positiva. De hecho, casi de manera instintiva, al hacer esta primera explotación, hemos ido directos a la mochila habitual de entrenamientos para sacar las cosas “de fiesta” y las estamos tratando de ubicar en nuestra nueva SAD MT 5L para salir a probarla inmediatamente. Al ser de cinco litros y pensando en que hay que reservar la parte que va a ocupar la bolsa de hidratación llena de agua, empezamos a meter las cosas con un poco de miedo por si se llena. Sin embargo, una vez metido el “equipaje básico” (con una facilidad pasmosa gracias a su gran abertura), nos damos cuenta de que queda espacio de sobra para la bolsa de hidratación llena. Así que, aunque pueda sonar a poco por lo que se suele estilar en otras mochilas, para entrenamientos y competiciones donde no hay apenas material obligatorio o hay avituallamientos cada poco debería servirnos. El ajuste es muy simple: primero regular la altura de la cinta del pecho (permite subir o bajarlo más de quince centímetros) y cerrar con un simple click y, segundo, cerrar el click de la cintura y tensarlo a nuestro gusto. Hecha esta sencilla operación, la mochila nos queda muy bien ajustada en la espalda pero tenemos que hacer un par de reajustes en las cinchas porque, al no tener estructura, ser de tela y estar curvadas, no terminan de quedarnos 100% a nuestro gusto. No conseguimos ese ajuste fino que sí se puede conseguir cuando el ajuste de las cinchas es con doble tira en la parte inferior pero, bueno, postponemos el juicio hasta ver cómo se comporta porque, si no se mueve en carrera, se queda en un mal menor, poco menos que visual. Un par de saltitos en casa para que todo se ponga en su sitio, colocamos la pipeta de la bolsa de hidratación, repasamos las cordoneras de las zapatillas y, ale, a corretear por el monte con nuestra flamante nueva mochila.
Autor: Sergio Perbech, Morath (Rodrigo Borrego)
Fecha de publicación: 30/07/2014