Salomon Windstopper Trail Tight VS Arc'teryx Accelero Tight

Cuando tocas las mallas por primera vez, resulta muy peculiares. Si pones una mano por delante y una detrás, tendrás sensaciones totalmente distintas. Un tacto más suave por detrás y un tacto “acartonado” por delante. Eso es debido al uso de la membrana Windstopper en la zona delantera para protegernos del viento. Aunque no son unas mallas impermeables, si que nos ofrecen un plus de protección con lluvia ligera. Si las miras detenidamente, la cintura se ve muy alta y uno se pregunta si será útil. Los acabados, como suele ser norma en la casa francesa, son muy buenos, dando la sensación de ser una prenda bien hecha. Son muy fáciles de vestir, no tanto de ajustar. Es decir cuando te los pones por primera vez, se hace aún más patente la diferencia de tejido delantero y trasero. Sobre todo aquellos que no estéis acostumbrados al tacto “membrana” os sentiréis muy raros en la zona de los cuádriceps. La zona de la cintura al ser tan alta, hay que colocarla bien para que no haga arrugas. Las piernas son algo más largas que la media de otros fabricantes para la misma talla y tuvimos que darle una vuelta para que no se hiciera bolsa en los tobillos.

A simple vista, lo que vemos no nos impresiona ni nos llama la atención. Unas mallas negras, con apenas dos pequeños reflectantes y una única nota de color de las costuras laterales con un azul oscuro que pasa demasiado desapercibido. No vemos cremalleras en los tobillos ni siquiera lo típicos cordinos para atar el pantalón. Pero estamos hablando de ARc’teryx, así que tiene que haber truco… Basta con coger la prenda con una mano, y entonces sí que impresiona. Impresiona el tacto tan agradable que tiene, un peso muy contenido (el fabricante anuncia 172gr en talla M), el nivel de los acabados y las costuras, lo original del sistema de atado. Ahora sí que sentimos ganas de probarlos La primera sensación cuando te pones estas mallas es muy agradable, el tacto es increíble, no son gruesas, más bien se podrían catalogar como “finas”, peso muy ligero. Las probamos a principios de invierno, y aunque no son días muy gélidos, nos surge la duda de si abrigarán suficiente.