Salomon Agile 2 Set VS Quechua Sad MT 5L

Agile 2 Set

Salomon

Salomon Agile 2 Set

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Primeras sensaciones y construcción

Nos ponemos la Salomon Agile 2 Set y nos damos cuenta que, además de ser ligera, tiene un tacto muy agradable. El material de construcción es suave, y en la zona de la espalda presenta un sistema de malla 3D para mejorar la evacuación del sudor a partir de dos capas, una que contacta directamente con la piel y la otra con el exterior. La mochila Salomon Agile 2 Set se ajusta mediante correas por la parte posterior, ya que este modelo de la marca francesa no dispone de tallas, y por la parte anterior, con un sistema algo más seguro y rígido que el que encontramos en los últimos modelos de las mochilas Salomon de la línea S-lab, quedando totalmente sujeta por dos anclajes los cuales podremos cambiar de altura si es de nuestro interés (chicas por el pecho o personas muy altas que quieran separar más los anclajes, por ejemplo).
Al no disponer de tallas, y el sistema de correas tiene sus beneficios y sus inconvenientes. El beneficio es que personas de diferentes tallas podrán utilizar la mochila Agile 2 Set. Además, podremos llevar el chaleco con diferente tipo de ropa y, por lo tanto, para diferentes modalidades deportivas en las que la ropa es algo más gruesa en inverno (encima de una chaqueta, para hacer entrenamientos de esquí de montaña en los que no necesitemos mucho material, para rutas en bici, etc). Sin embargo, aunque sigue siendo polivalente, le cuesta adaptarse a las tallas extremas. Aquellas personas pequeñas y delgadas, pueden tener algún problema de ajuste anterior, aquellas personas de mucha talla, puede que el espacio anterior y el posterior quede muy separado con lo que se pierda la estabilidad de la mochila Agile 2 en carrera.
Además, la mochila Salomon Agile 2, presenta dos espacios para poner los flash de hidratación, bajo estos, dos pequeños bolsillos abiertos para poner algún gel o incluso el teléfono. También en la parte anterior, encontramos un pequeño bolsillo con cremallera.
En la parte posterior, existe un bolsillo abierto por los laterales en el que podremos poner un cortaviento y alguna cosa más pero vigilando que no se caiga. A la vez, en la parte posterior trae un gancho posiblemente para atar las llaves. Otro aspecto a destacar, es la gran cantidad de reflectantes que incorpora, detalle de agradecer para los corredores urbanos (ya que también es una opción para los corredores de asfalto).

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Sad MT 5L

Quechua

Quechua Sad MT 5L

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Primeras sensaciones y construcción

El corredor inexperto, puede ver la SAD MT 5L simplemente como una mochila de trail running que, “por cuatro duros”, le hace el apaño pero unos ojos expertos como los nuestros pueden ver mucho más allá de eso y darse cuenta de que, aunque sea una mochila de gama media, tiene cosas muy interesantes. El tejido de toda la parte exterior es de ripstop y relativamente maleable, repelente al agua, toda la cara interior va acolchada con un grosor medio y bastante agujereado para que transpire bien, es ligerita y si le quitamos la bolsa de hidratación que trae incorporada de serie se queda en poco más de 200 gramos (215 gramos según catálogo), las cinchas tienen únicamente la rejilla por lo que son muy finitas, lleva doble mecanismo de ajuste en pecho y cintura, … ¡¡¡todo esto, por menos de veinte euros!!! Le echamos en falta algún bolsillito (abierto o no) en la zona delantera o, en su defecto, algún bolsillo al que podamos acceder en marcha, también algún bolsillito interior, … pero, bueno, la impresión inicial global es claramente positiva. De hecho, casi de manera instintiva, al hacer esta primera explotación, hemos ido directos a la mochila habitual de entrenamientos para sacar las cosas “de fiesta” y las estamos tratando de ubicar en nuestra nueva SAD MT 5L para salir a probarla inmediatamente. Al ser de cinco litros y pensando en que hay que reservar la parte que va a ocupar la bolsa de hidratación llena de agua, empezamos a meter las cosas con un poco de miedo por si se llena. Sin embargo, una vez metido el “equipaje básico” (con una facilidad pasmosa gracias a su gran abertura), nos damos cuenta de que queda espacio de sobra para la bolsa de hidratación llena. Así que, aunque pueda sonar a poco por lo que se suele estilar en otras mochilas, para entrenamientos y competiciones donde no hay apenas material obligatorio o hay avituallamientos cada poco debería servirnos. El ajuste es muy simple: primero regular la altura de la cinta del pecho (permite subir o bajarlo más de quince centímetros) y cerrar con un simple click y, segundo, cerrar el click de la cintura y tensarlo a nuestro gusto. Hecha esta sencilla operación, la mochila nos queda muy bien ajustada en la espalda pero tenemos que hacer un par de reajustes en las cinchas porque, al no tener estructura, ser de tela y estar curvadas, no terminan de quedarnos 100% a nuestro gusto. No conseguimos ese ajuste fino que sí se puede conseguir cuando el ajuste de las cinchas es con doble tira en la parte inferior pero, bueno, postponemos el juicio hasta ver cómo se comporta porque, si no se mueve en carrera, se queda en un mal menor, poco menos que visual. Un par de saltitos en casa para que todo se ponga en su sitio, colocamos la pipeta de la bolsa de hidratación, repasamos las cordoneras de las zapatillas y, ale, a corretear por el monte con nuestra flamante nueva mochila.

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Autor: Silvia Puigarnau, Morath (Rodrigo Borrego)

Fecha de publicación: 30/07/2014