Camelbak Ultra 10 Vest VS Grivel Mountain Runner Light

El cambio más significativo, junto con toda su estructura, que ha sufrido la evolución de la Camelbak Ultra 10 Vest es su significativa reducción de peso, pasando de unos iniciales 550 g a unos insignificantes 280 g teniendo en cuenta su capacidad.
A primera vista vemos que es una mochila que se acerca a los actuales aires minimalistas que la mayoría de  corredores buscan.  

El material del cual está compuesta la mochila es:
En su exterior, pequeños tramos de malla elástica estratégicamente colocados para poder aumentar la capacidad, y en gran  medida de un tejido muy fino y parecido a la membrana de los paravientos. Éste tejido es 70D Nylon Dobby, suficientemente resistente para aguantar bastante guerra.
Y en su interior, toda la zona que está en contacto directo con el cuerpo, de una malla totalmente transpirable en 3D, evitando que nuestro cuerpo esté en contacto directo con el material en su interior y permitiendo una transpiración adecuada.
  
La capacidad de la  Camelbak Ultra 10 Vest  está repartida en dos grandes compartimentos de 8 y 2 litros con opción de llevar dos soft flask o bidones en la parte delantera.
Como hemos comentado en la introducción la Camelbak Ultra 10 Vest es talla única, unisex, y ajustable gracias a 6 correas, no obstante…. ¡ups! El contorno de mi tórax hace 77 cm y ni apretando las correas al máximo ha acabado de quedarme correctamente ajustada… la mochila-chaleco realmente no es apta para todas las tallas.
La altura de la probadora presente es de 1.55 m. Una vez puesta la “mochila-chaleco”, me he visto obligada a quitarle una de las dos palabras, pasando a denominar a la Camelbak Ultra 10 Vest únicamente como mochila, ya que nos baja hasta prácticamente debajo de la lumbar. Los tirantes, al tener que ajustar al máximo las correas nos han quedado abiertos por los laterales como dos cuevas, de forma que ahora todo el peso recae principalmente en el ribeteado interior más cerca del cuello, ¿cómo afectará esto?. Procuraremos valorarla desde dos puntos de vista, el nuestro real (nos queda grande) y el de una persona al cual le ajuste bien.

No todos los corredores de montaña se habitúan fácilmente al uso de mochilas, no siempre es la opción más cómoda para llevar el material necesario para nuestras sesiones de carrera. La Mountain Runner Light más que de mochila, de lo que tiene forma es de chaleco. De esta forma se facilita la adaptación a nuestro cuerpo y nos da sensación de sujeción importante. Además de este diseño en forma de chaleco, la forma y posibilidades de sus cintas de sujeción hacen que esta mochila sea adecuada para cualquier tipo de corredor, des de los más tirillas a los más fornidos.
En la parte delantera encontramos dos cintas altamente adaptables: por un lado se puede adaptar el agarre y la presión contra el pecho (hasta aquí todo normal, como con todas las mochilas mínimamente decentes), pero también se puede modificar su ubicación en el pecho, más arriba o más abajo.
Por si todo esto fuera poco, para proporcionar aún más adaptabilidad al cuerpo, la Grivel Mountain Runner Light permite la modificación de la altura de sujeción de las asas delanteras. Mediante unos velcros situados a la altura de los hombros se puede realizar esta adaptación. Esto es algo relativamente habitual en mochilas de montaña pero muy poco común entre las mochilas de trail running.
Las primeras sensaciones con la mochila puesta son muy buenas, casi como una segunda piel (ok, tercera si tenemos en cuenta la camiseta,…). También se nota una gran mejora en relación al peso. Si el anterior modelo pesaba más de 500 g este modelo pesa apenas 270 gr. haciendo gala de su nombre “Light”.