ARCh MAX HV-6 VS Kinetik Shell Race

Las primeras sensaciones asociadas a la mochila ARCh MAX HV-6 son de gran ligereza (pesa solamente 130 gramos) y de facilidad de construcción, hecho que la convierte en un producto muy intuitivo. La ausencia de refuerzos y la suavidad del tejido con el que se configuran todas sus partes nos la hace aparecer más una prenda de ropa que una mochila. Las cintas y toda la zona de contacto con la espalda están configuradas con una rejilla de tacto agradable, apariencia resistente y con un diseño que nos ha proporcionado mucha libertad en el braceo.
La ARCh MAX HV-6 se ajusta muy bien al cuerpo con su interesante triple cierre ventral de hebilla rápida, quizás un poco engorroso de cerrar por la multiplicación de cierres que supone, pero que proporciona verdaderamente un ajuste óptimo. La elasticidad de su tejido y la forma con la que se arrapa al cuerpo del corredor nos hacen pensar en una mochila que nos servirá para transportar desde unos pocos objetos básicos hasta una cantidad considerable de material de abrigo o nutrición.

La primera sensación que nos sugiere la mochila Kinetik Shell Race es de ligereza extrema pero al mismo tiempo de una robustez bien pensada, ya que advertimos como el tejido liviano que configura la prenda se combina con refuerzos más que evidentes en sus extremos. Se articula el producto a partir de un cierre central con cremallera y posee dos partes muy diferenciadas: la anterior y la posterior, unidas mediante una s gomas elásticas y regulables.
Al ponérnosla comprobamos que el fit es regulable, y muy bueno. Verdaderamente arrapado al cuerpo, hecho que nos lleva a pensar en los productos de compresión en los que se ha especializado la marca. Tal como siempre sucede en el caso de las mochilas-chaleco, basará su performance en la presión que ejerce sobre la carga para enganchárnosla al cuerpo.
Y todo ello elaborado con un material verdaderamente agradable al tacto, liviano y ultra transpirable (con agujeritos en toda su extensión.