GALERÍA
CONCLUSIONES
Pros & Contras
PROS:
- Ajuste en carrera: Sin rebotes.
- Tacto agradable.
- Sistema porta bastones.
CONTRAS:
- Sujeción boca de soft flasks.
- Accesibilidad al sistema de ajuste de la parte dorsal.
- Transpirabilidad limitada.
Conclusión
"Chaleco muy pensado para el corredor."
La mochila chaleco Weis Lefty Pro 7L se ha mostrado como una opción interesante por su polivalencia. Su capacidad (7 litros) se encuentra a medio camino de las de 10 y 5 litros, como niveles más habituales, y nos ha servido para todo tipo de salidas. La hemos llevado prácticamente vacía (con agua, un par de barritas, teléfono y un cortavientos), y con todo el material que se exigiría en la mayoría de ultras. Gracias a su diseño, con cierre de cremallera frontal, rodea y cubre todo el tórax del corredor, quedando perfectamente adaptada al mismo.
Así, con independencia del nivel de carga, se ha mantenido bien fijada en carrera sin rebotes molestos. Además, el suave tacto del tejido y los acertados acabados (muy bien pensados para no molestar al corredor) han dado como resultado una agradable sensación, que se ha mantenido al ir acumulando horas con la mochila.
Tenemos que confesar que, al principio, temíamos que el sistema de ajuste (con la cremallera frontal) pudiera agobiar o molestar para respirar profundamente (como necesitamos hacer en alguna subida). Al respecto, lo primero que hay que subrayar es la necesidad de acertar bien con la talla (hay seis diferentes) para evitar esos problemas. Con el tamaño adecuado, nos hemos acostumbrado muy rápidamente a este diseño, sin sentir ningún tipo de agobio.
Más bien al contrario, nos ha transmitido sensación de seguridad y confianza, gracias a la buena fijación al cuerpo, la ausencia de rebotes y la posibilidad de repartir bien la carga alrededor de él. Eso sí, un contacto tan directo y extenso al cuerpo del corredor ha implicado que la transpirabilidad no fuera tan buena como la esperada, pese a que la tela elástica no es nada tupida o espesa.
Por último, al margen de los buenos acabados y el reparto de carga, otro aspecto reseñable como ejemplo de que la Weis Lefty Pro 7L ha sido bien diseñada para lo que le interesa al corredor, y que no queremos dejar de mencionar aquí otra vez, es el sistema para llevar los bastones. Sencillo pero muy eficiente, imitando a los cinturones de hidratación, son dos tiras en la espalda que fijan muy bien los bastones, sin molestar al correr y que se puede acceder a ellos sin quitarnos la mochila ni dejar de correr. No se puede pedir más.
REVIEW
Sistemas de hidratación
"Universalidad y capacidad"
Sistemas de hidratación
"Universalidad y capacidad"
Aunque la Weis Lefty Pro 7L se comercializa sin ningún tipo de sistema de hidratación, tiene los dos típicos bolsillos frontales para cargar con sendos bidones blandos. El soft flask ideal es el de 500 ml, si bien el tejido elástico y la buena capacidad del compartimento nos permite llevar alguno de más tamaño (hemos probado unos de 600 ml). La sujeción del bidón se hace mediante una presilla elástica, para evitar que se vaya escondiendo en el bolsillo conforme se vacíe.
Con una entrada ancha y espacio generoso, estos bolsillos pueden albergar bidones de diferentes marcas y tamaños, incluso se puede pensar en los clásicos bidones rígidos: Poder se puede, aunque no lo consideramos muy recomendable, por el rebote en carrera y la durabilidad del tejido elástico.
Una variante en los bidones es la opción de la pipeta, como los que comercializa Weis. También está pensada la mochila para ellos, pues encontramos una tira de goma situada por encima del compartimento, para conseguir sujetar el bidón en su parte alta y evitar que la pipeta vaya dando bandazos en carrera.
Ahora bien, esa universalidad también tiene otra cara, ya que algunos bidones no han quedado bien fijados (los más delgados), o pueden soltarse fácilmente de la goma que los sujeta (en el caso de los de boca estrecha).
Buscando opciones para incrementar la carga de agua, gracias a la versatilidad de los diferentes compartimentos de la Weis Lefty Pro 7L, hemos encontrado dos opciones:
Eso sí, todo lo que sea superar los dos bidones delanteros de 500 ml, son opciones para situaciones en las que resulte imprescindible aumentar la carga de hidratación, pero recomendamos probarlas antes del día de la carrera para evitar sorpresas.
Compartimentos y extras
"Para llevar de todo, incluido bastones"
Compartimentos y extras
"Para llevar de todo, incluido bastones"
Como señala el nombre de la Weis Lefty Pro 7L, tiene una capacidad de 7 litros que debe repartirse en nueve bolsillos, contando los compartimentos para los bidones que se han mencionado en el apartado anterior. Se distribuyen en dos grandes espacios traseros y siete más pequeños en la parte frontal del chaleco.
Los dos tirantes delanteros son prácticamente simétricos. Por encima del bolsillo del bidón, cerca del hombro, encontramos un pequeño compartimento ideal para guardar pastillas de sales, algún suplemento de alimentación (con un envase reducido) o algo similar. En el del lado derecho encontramos sujeto un silbato y también un clip para sujetar llaves. En la parte inferior delantera está el tercer espacio (de mayor capacidad), que se estira hasta debajo de la axila, y que tiene una tira para facilitar su apertura. Este es ideal para todo aquello que vaya a necesitarse en carrera con total seguridad: Desde alimentación (barritas, geles…) a complementos como guantes, gorro, manguitos y demás.
En el tirante derecho encontramos un bolsillo más, el único con cremallera. Con forma rectangular, resulta idóneo para guardar el teléfono móvil, y también algún documento o algo de dinero. Ahora bien, este compartimento (ni ningún otro) no tiene protección al exterior, por lo que hay que vigilar en días de lluvia lo que guardamos dentro.
En la espalda de la Weis Lefty Pro 7L se encuentran los dos bolsillos en los que llevar la carga de mayor peso y volumen. En la parte inferior hay uno en disposición horizontal, con obertura por ambos lados. Gracias a que resulta accesible sin necesidad de quitarse la mochila, es ideal para guardar aquello que necesitaremos (seguro o muy probablemente) en carrera pero que no hemos metido en los tirantes del chaleco, bien sea por falta de espacio o por ser de mayor peso. Aquí una membrana impermeable, un frontal, algo de ropa o también de alimentación e hidratación extra pueden encontrar la ubicación ideal.
Encima de este bolsillo está el más grande de toda la Weis Lefty Pro 7L. Con acceso por la parte superior (cerca de la nuca del corredor) tiene capacidad considerable, aunque tendremos que quitarnos la mochila para llegar a él. Guardaríamos en él ropa térmica, un forro polar, mallas largas y otros elementos de mayor tamaño, pero que, con suerte, no deberemos utilizar en carrera.
Por otro lado, en el bolsillo trasero inferior, con disposición horizontal, muy cerca de los dos accesos laterales, encontramos unas tiras que permiten ceñir más la mochila al cuerpo del corredor. Mediante una hebilla se puede personalizar el ajuste en este punto, y así evitar todo rebote en carrera. Ahora bien, para manipular este sistema de ajuste sin la ayuda de un tercero es mejor quitarse la mochila, pues queda oculto en la parte trasera y resulta francamente difícil hacerlo uno mismo con la Weis Lefty Pro 7L puesta.
Hemos dejado para el final de este apartado uno de los puntos fuertes de la mochila: el sistema portabastones. Consiste en dos tiras superpuestas al bolsillo trasero horizontal. De tal modo que se sujetan los bastones (plegables por tramos) a la altura de los riñones sin necesidad de quitarnos la mochila. La sujeción es muy buena, gracias a la goma antideslizante, y su accesibilidad es sencilla a la vez que rápida. El éxito de este sistema está ya contrastado en los mejores cinturones de hidratación, pero no es habitual encontrarlo en mochilas.
Como último apunte, en cuanto a reflectantes, encontramos tanto en la parte delantera (las tiras de los bolsillos y el logo) como la trasera (el gran logo central). Suficientes para ser vistos a 360 grados en condiciones de oscuridad.
En carrera
"Como una segunda piel y sin rebotes"
En carrera
"Como una segunda piel y sin rebotes"
Nada más ponernos la Weis Lefty Pro 7L la sensación de segunda piel es inmediata, con un tacto muy agradable y sin ningún punto duro o que resulte rígido. El ajuste preciso (que no sea holgado, pero que no nos apriete demasiado) debe lograrlo cada uno, encontrando su talla entre las seis (de la S a la XXL) que se comercializan. Todo el chaleco es elástico (fabricado con la tela ELASTRUM), perfectamente adaptable al cuerpo, con una considerable superficie de contacto.
El cierre de la mochila se realiza mediante la cremallera YKK frontal, que corre de maravilla y además en sus extremos queda protegida mediante una pequeña (y suave) solapa que evita todo roce con el cuerpo. Así queda como chaleco fijado al tronco del corredor, gracias a la goma que rodea el perímetro inferior de la misma. Es importante ahí notar el ajuste, pero que nos permita respirar y movernos sin privaciones de ningún tipo. En caso de necesidad, recordamos que además tenemos dos tiras que mediante hebillas pueden ceñir más la mochila por los laterales, lo cual no ha sido necesario en nuestro caso.
Una vez en carrera, todas las agradables sensaciones respecto al tacto y elasticidad se han mantenido, sin lamentar ningún tipo de roce en cuello, axilas o por la goma que ajusta la parte inferior por el transcurso de horas o por el calor. Se nota aquí el trabajo del fabricante elaborando un producto pensado para la comodidad del corredor en carrera, con detalles acertados (como la solapa de la cremallera y los acabados de todos los ribetes, que evitan el contacto directo con costuras).
Junto al agradable tacto, la ausencia (casi) total de rebote en carrera es una de las características más reseñables en este apartado. Tanto el material cargado en la parte delantera como por detrás, sin olvidar los bastones, queda muy bien fijado al cuerpo, gracias al diseño de la Weis Lefty Pro 7L y al tejido utilizado en su fabricación. Incluso bajando unos escalones corriendo, mantiene un buen comportamiento sin que nos haya incomodado al correr la oscilación del material, o nos impidiera total libertad de movimiento.
En la mochila hemos cargado con el material que podría ser exigido en una ultra o que nos pudiera servir para estar por el monte durante todo un día, incluso pasando la noche. Así, al margen de comida e hidratación, una manta térmica, una membrana impermeable, camiseta térmica, mallas largas, guantes, gorro, frontal y los bastones han sido compañeros habituales en nuestras pruebas. Cierto es que la flexibilidad de la mochila puede permitir añadir más cosas, aunque entonces (al margen de forzar excesivamente el tejido) se empieza a notar cierto rebote y se van menguando las buenas sensaciones descritas al principio: La tendencia natural del tejido elástico es ajustarse bien como una segunda piel, entonces presiona la carga contra el cuerpo que, cuando es excesiva, llega a ser molesta.
Así que, sin forzar, consideramos idónea la mochila para el material que podría corresponderse como máximo a una ultra no muy exigente, siendo idónea en maratones (o incluso carreras más cortas). En esas condiciones hemos podido correr más rápido, sin notar molestias gracias al buen fit que hemos descrito.
También se debe destacar la buena accesibilidad a la mayor parte del material cargado. Tanto los compartimentos delanteros como el inferior de la espalda pueden ser utilizados sin necesidad de dejar de correr. En cuanto a los bolsillos para los bidones, al utilizar soft flasks de boca estrecha, se escapan constantemente de la goma que debe fijarlos y se hunden dentro del propio compartimento. Tal y como sospechábamos, es consecuencia del generoso espacio de estos bolsillos, aunque se compense en parte por la elasticidad de la tela. Así que mejor buscar unos bidones que se adapten bien a este espacio.
El tejido de la Weis Lefty Pro 7L es una malla microperforada que parece muy transpirable. Aunque después de haberla utilizado siempre quedaba atrapado el sudor, que también traspasaba al interior de los bolsillos mojando el material que cargábamos. Entonces, transpirable sí, pero menos de lo que parecía. También es cierto que, al tener una amplia superficie de contacto con el cuerpo del corredor, ciñéndose sin dejar pasar el aire, es difícil lograr una óptima transpirabilidad, a cambio de evitar el rebote en carrera. Aquí no se puede tener todo.
Resistencia / durabilidad
"Calidades como el primer día"
Resistencia / durabilidad
"Calidades como el primer día"
Que nadie piense que el suave y agradable tacto de la Weis Lefty Pro 7L del que venimos hablando es sinónimo de delicado o frágil. No dejan de ser 230 gramos de peso, por lo que tiene cuerpo la mochila. De hecho, las pruebas realizadas en varias semanas con diversos niveles de carga y salidas de todo tipo, no parecen haber afectado a la mochila. No apreciamos ninguna rotura, descosido o señales de desgaste en toda ella.
Es importante destacar, por resultar clave en el buen hacer de la Weis Lefty Pro 7L, que se mantiene la elasticidad de todo el tejido (clave para su magnífico ajuste), así como su tacto suave, sin hacerse bolas en la tela, ni saltar ningún punto de las costuras. También es reseñable el buen funcionamiento de las cremalleras, especialmente la frontal que cierra la mochila en el pecho: corre igual de bien que el primer día sin haber sido necesario lubricarla.
Por último, pese a las carencias de transpirabilidad que se han comentado, la Weis Lefty Pro 7L no ha retenido malos olores ni ha mostrado (en el color blanco que hemos probado) manchas de sudor. Así que no hace falta lavarla tras cada uso, siendo más que suficiente hacerlo cada seis salidas, tal y como recomienda el propio fabricante, que también nos indica hacerlo a mano, sin retorcerla y sin usar secadora.
COMPARADOR
Vs.
Autor: Sergio Perbech
Fecha de publicación: 02/01/2025