Lo primero que llama la atención de la Nathan VaporAir es su colorido. En azul eléctrico y amarillo fluorescente, no pasa desapercibida para nadie. Pero tampoco pasa desapercibida la cantidad de bolsillos de fácil acceso en carrera de que dispone, tanto en la parte frontal como en la lateral. También en la parte trasera, se aprecia rápidamente que los bolsillos nos proporcionarán una gran capacidad de almacenaje. La podréis encontrar en diferentes tallas (XS, S/M y L/XL) así que es importante que os la probéis para hacer una buena elección. Con sus 273 g en la talla S/M, no es una mochila de las más ligeras del mercado, pero bueno, este peso se justifica por su gran capacidad, pues se trata de una mochila de 7L. De estos 7L, 2L los ocupa la bolsa de hidratación, que es opcional. Si sois de los que vais más a gusto con botellines en la parte delantera, también tendréis esa posibilidad pues la VaporAir dispone de porta-bidones delanteros.
La Nathan VaporAir tiene una construcción muy ergonómica y eso se nota nada más ponértela. Resulta muy cómoda y su ajuste es muy sencillo gracias a dos clips en la parte frontal. Estos clips están unidos a la mochila por unos railes que nos permiten regularlos en altura en cuatro puntos, dos en cada lado, de forma que consiguen un ajuste perfecto. Las cintas a las que van unidos los clips son elásticas, de forma que no nos darán sensación de compresión a pesar de llevarlas bastante tirantes. Una vez ajustados los clips frontales, en función de la carga que llevemos en la mochila, dos cintas regulables, colocadas a la altura de los hombros, nos permiten ajustar más o menos la carga contra nuestra espalda, evitando de esta forma los rebotes. Esto resulta realmente útil si corremos con la bolsa de hidratación, pues conforme se vaya vaciando podremos ir comprimiendo la mochila gracias a estas cintas, de forma que la bolsa quede perfectamente ajustada y no se balancee con el movimiento. Sin ser una mochila excesivamente ligera, una vez colocada te olvidas prácticamente de que la llevas. Además, sus 7L de capacidad dan para mucho!
Por otra parte, las partes en contacto con nuestro cuerpo están fabricadas en un mesh muy transpirable que evita la sensación de calor que nos daría ponernos un chaleco en un día cálido. Además, en carrera, también evitará una sudoración excesiva. Las cintas de los hombros son agujereadas para facilitar la transpiración y evitar el aumento de peso. La parte trasera en contacto con nuestra espalda es ligeramente acolchada evitando de esta forma las molestias que podría ocasionarnos algún elemento rígido que transportáramos. En su conjunto, resulta una prenda comodísima que no dudaremos en ponernos aunque el día sea muy cálido.
La mochila está fabricada en un 60% de nylon y un 40% de poliéster. Desconocemos si dispone de tratamiento bactericida pero, gracias a su buena transpiración, seca muy rápido y los malos olores tardan bastante en aparecer. La hemos lavado una vez (a mano, como recomienda el fabricante) y la mochila ha quedado como nueva. Ni siquiera las cremalleras han acusado el lavado, pero eso sí, hemos tenido cuidado de aclarar muy bien la mochila para evitar que restos de jabón se sequen en ellas y dificulten su funcionamiento.
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