Si no fuera por el llamativo color verde pistacho que nos han asignado para esta prueba a fondo, la LightThunder podría parecer una simple chaqueta de las que cuestan cuatro duros y que valen para protegernos mínimamente del viento y poco más.
Sin embargo, cuando la tenemos en las manos y empezamos a analizarla nos damos cuenta de que no es una chaqueta cualquiera sino que está muy bien pensada, con la practicidad por bandera. Seguramente no es la mejor en ninguno de los apartados que vayamos a evaluar, pero en el global estaría en una posición bastante alta y se nos antoja complicado pensar en algún factor en el que quede claramente rezagada respecto a sus rivales.
Es muy ligerita y no llega a loas 110 gramos según nuestra báscula lo que va en consonancia con la finura del tejido 100% poliamida con el que está confeccionada la LightThunder.
El tacto es bastante agradable y se siente bastante resistente, no sólo a nivel del tejido en el que descubrimos un tejido de ripstop que, junto con unas buenas costuras y remates, nos crea unas buenas esperanzas para cuando toque salir a exprimirla a fondo.
El que escribe estas líneas está fino como un fideo y normalmente utiliza tallas pequeñas (incluso extra pequeñas) pero, en este caso, dada la hechura de la prenda y la nula elasticidad del tejido, la elegida ha sido una M que no le queda especialmente holgada. Así que, ojo, hay que tenerlo en cuenta al consultar la tabla de tallas del fabricante y, ante la duda por estar entre dos tallas, ir a por la superior.
Es de corte recto en mangas y en cuerpo, con la parte trasera ligeramente más larga y sin quedar ceñida al cuerpo, no se separa demasiado de éste, sólo lo justo para que podamos poner debajo una capa no excesivamente gruesa. Admite una camiseta fina de compresión, una de lana merino algo más gordita, … pero nada de dos capas, una como mucho, salvo que quieras ir embutido como una salchicha.
Esta pequeña holgura es necesaria incluso si no llevamos ropa debajo porque al no ceder el tejido, si quedara muy justita nos tiraría demasiado en el pecho y no podríamos doblar los codos.
Además, no ha que preocuparse porque quede un pelín holgada porque las mangas acaban con un sujeta pulgar y en la parte inferior del cuerpo hay una tanca a cada lado para que podamos cerrarla a nuestro gusto.
El cuello es de los que se curvan para subir hasta el borde de la barbilla para proteger del aire y, sobre todo, que no se cuele agua por la zona de la garganta e incorpora una capucha del mismo tejido que el resto de la chaqueta que tiene dos tancas, una a cada lado, para poder ajustárnoslo.
El primer día que nos lo pusimos no estaba lloviendo, pero hacía frasquete así que decidimos no esperar ni un segundo más allá del imprescindible para hacer una primera inspección básica a la chaqueta y, vista la comodidad una vez puesto, decidimos salir ese mismo día con ella para empezar a probar su respuesta en el campo de batalla.
Al colocarnos la MT Wind notamos rápidamente que sus 170gr. son imperceptibles y parece que no llevamos nada. No queda del todo ceñida, detalle que según en que medida puede llegar a ser incómodo.
La Quechua Mt Wind presenta dos tipos de tejidos, dando lugar a un mapeado que busca optimizar el rendimiento de cada parte. Así la parte ligera se compone solo de poliéster, donde prima la resistencia al viento, y la parte de malla es una combinación de poliéster y elastómero (95%-5%) hecha para favorecer la transpiración.
A nivel de fit con el cuerpo: nos ha gustado mucho que haya encontrado el equilibrio; y que quede fijada pero sin agobiar. Lleva un cierre en la cintura que debería ayudar a ceñirla pero el cordón elástico es demasiado pequeño y al mínimo tirón corre a su posición inicial.
Con las mangas la MT Wind no fija tan bien como la parte del tronco y la parte interior de malla nos queda colgando sobre la parte interior de la mano. Incluso utilizando los agujeros para los pulgares y usar el medio guante, aparece una descompensación entre la parte superior e inferior.
Con el cuello la Mt Wind alcanza un nivel muy alto de confort y fijación al que hay que incluir el detalle afelpado de la costura. Como único detalle a destacar es que el cierre de la solapa de la cremallera no es cómodo si lo hacemos nosotros mismos.