Tecnica Inferno X-Lite 3.0 VS Adidas Raven Boost

Empezamos realmente sorprendidos, meter el pie dentro de las Inferno X-Lite 3.0 ya solo esto es un punto a favor, la comodidad se palpa al ponerla por primera vez. Da la sensación de cojín, de estar estables en todo momento y caminar entre nubes. El pie queda holgado, sin nada que roce, todo en su sitio y buena sensación de amplitud. Sí bien pueden resultar algo pesadas, no son tanto como a primera vista parecen. Evidentemente tampoco estamos delante de unas voladoras ni Tecnica lo pretende, así que por el momento todo bajo orden. Una vez metidas, tenemos que tirar de la lengüeta para arriba para acabar de fijar bien la zapatilla (si no lo haces, la misma incomodidad que se produce te lo pide). Esta última es bastante rígida y fina, no permite grandes movimientos aunque una vez atemos los cordones veremos que nos quedará en su sitio. La parte interior parece que coge el pie como debe. Además a pesar de llevar un sinfín de materiales y zonas diferenciadas en el upper, veremos que con el calcetín dentro no percibiremos roces ni molestias. Con los pies en el suelo parece una zapatilla de asfalto debido a su suela y taqueado. No notamos el taco al clavarse en suelo debido a su prominencia, incluso parece que correr en asfalto no puede ser mala opción. Quizá para los que vivís en ciudad y subís corriendo a la montaña puede funcionaros como anillo al dedo. Finalmente el diseño y el colorido, la casa italiana nos da a escoger entre 3 diseños. A nosotros nos tocó el made in Spain, una mediasuela amarilla por completo y un upper y suela mezclado con negros y rojos que denotan el nombre de la zapatilla, Inferno. Agresividad exteriormente y confort interiormente, dos palabras que resumen la puesta en marcha de las Tecnica Inferno X-Lite 3.0.

El diseño de las Adidas Raven Boost es un tanto retro. En este modelos son principalmente negras, recuerdan a las botas de fútbol de antaño, de estilo modesto. Vistas sobre el suelo tiene forma de arca, la parte delantera y trasera se elevan y dan esas sensación. No llegan a ser unas Hoka, pero se parecen. La suela también dista de ser normal: es redondeada por los bordes. Se mete hacia la media suela creando un efecto de redondeo. La primera vez que se coge la zapatilla para ponérsela enseguida se fija en lo amplia que es la horma y la lengüeta. Estamos acostumbrados a ver hormas anchas en modelos de ultra trail, pero pocos tienen una lengüeta así. Sin embargo, a pesar de esto, cuesta un poco meter el pie. Hay que abrir casi al máximo los cordones para hacerlo con comodidad. Tanto es así, que se puede llegar a creer que se está equivocado de talla. Cuesta que el pie entre, hay que hacer un poco de juego y tirar de la lengua que sobresale del talón para que encaje. Una vez que esto se consigue, es el momento de pisar sobre el Boost™. No parece nada especial, pero cuando se empieza a caminar las cosas cambian: este innovador material de una sensación muy cómoda. Si se pisa con los talones para forzarlo las sensaciones son las mismas. En el pie, las Adidas Raven Boost™ se notan ligeras, aunque sin excederse. Pesan 277 gramos en la talla 7.5 (US), que no está mal para ser unas zapatillas ideadas para la larga distancia, pero que no es nada del otro mundo. La liviandad no es su característica principal.