Salomon Sense Ride 3 VS Salomon S-Lab Speed

PROS:
1. Comodidad – Cualquier corredor disfrutará con ellas. Imposible tener problemas.
2. Tracción  – Ofrece buen agarre en multitud de terrenos gracias al dibujo de la suela, pero también a la flexibilidad que ofrece el empeine.
3. OptiVibe – Comodidad sin importar los kilómetros. El nuevo compuesto de Salomon nos ha ofrecido una amortiguación excelente sin importar el terreno.

CONTRAS:
1. Quicklace – No acaba de repartir bien la presión de los cordones en el empeine. Hay que ajustarlo. Además, el sobrante es demasiado largo, pero se puede guardar en el bolsillo de la lengüeta.
2. Peso – Elevado comparado con la versión anterior.

¿Os habéis metido alguna vez en un F1? Pues calzarse las Salomon S-Lab Speed es algo parecido: cuando te las acabas de poner tu cerebro te envía una señal como diciéndote “no son de tu talla” o “¿qué le ha pasado a tu pie que se ha engordado tanto?”... Tranquilos, no es por falta de glucosa; simplemente estamos ante unas zapatillas con una horma verdaderamente estrecha, no aptas para aquellos que tengáis pie ancho u os guste correr con modelos con mucho espacio para que los pies respiren. Una vez cerrados los cordones, la sujeción que ofrecen es realmente imponente: notamos cada cm² de nuestro pie en contacto con las zapatillas. Caminamos unos metros por el pasillo: entre que nos sentimos muy elevados y el ruido de los tacos contra el suelo, parece que llevemos puestas unas botas de fútbol. Amortiguación, a primera vista, poca y dura –lógico, están destinadas para superficies muy blandas- y sus 307 g en talla 12.5 US otorgan sensación de poco peso alarmante: ¿las llevamos puestas de verdad?