Salomon S-Lab Speed VS Asics Sensor 5

¿Os habéis metido alguna vez en un F1? Pues calzarse las Salomon S-Lab Speed es algo parecido: cuando te las acabas de poner tu cerebro te envía una señal como diciéndote “no son de tu talla” o “¿qué le ha pasado a tu pie que se ha engordado tanto?”... Tranquilos, no es por falta de glucosa; simplemente estamos ante unas zapatillas con una horma verdaderamente estrecha, no aptas para aquellos que tengáis pie ancho u os guste correr con modelos con mucho espacio para que los pies respiren. Una vez cerrados los cordones, la sujeción que ofrecen es realmente imponente: notamos cada cm² de nuestro pie en contacto con las zapatillas. Caminamos unos metros por el pasillo: entre que nos sentimos muy elevados y el ruido de los tacos contra el suelo, parece que llevemos puestas unas botas de fútbol. Amortiguación, a primera vista, poca y dura –lógico, están destinadas para superficies muy blandas- y sus 307 g en talla 12.5 US otorgan sensación de poco peso alarmante: ¿las llevamos puestas de verdad?

¡Y por fin la hora de calzárnoslas!. Al intentar meter el pie comprobamos que la cosa no es tan simple y es que el orificio es un tanto pequeño. Esto pinta bien, y es que nos gustan estos modelos donde es costoso meter nuestro pie. Bueno, una vez dentro las sensaciones que nos invaden son, desde un primer momento, de sensibilidad del suelo que pisamos. Por otra parte son muy confortables, con un upper muy blandito, que da sensación de elástico.