Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set VS Camp Ultra Trail Vest

“Y este chaleco de 219 g tiene capacidad de 8 litros…? ¡Ja-ja-ja…!” Esto es lo que cruza por tu cabeza al primer contacto visual y más cuando compruebas que doblada te cabe en el puño. Tacto muy suave y el tupido tejido se estira fácilmente, a excepción de la parte que va en contacto con la espalda y hombros, que es de rejilla… Contamos 13 bolsillos y solamente tres cremalleras, silbato de rigor y vemos que el sistema de cierre pectoral ha sido modificado: ahora son dos gomas elásticas circulares con un enganche en un extremo y, en el otro, con un pequeño pasador que permite regular el ajuste final. En la zona alta de los hombros y al final del chaleco (por debajo del último bolsillo trasero), encontramos unos pasadores para colocar lo que la marca denomina custom quiver, es decir, el carcaj o porta bastones (accesorio que debe comprarse aparte).
Una vez puesta y cerrados los pasadores pectorales el ajuste y comodidad no sorprende si ya eras usuario de algún chaleco de la gama S-Lab, puesto que se trata de una segunda piel. Llegamos con facilidad a los bolsillos laterales manipulando las cremalleras cómodamente, e incluso accedemos al pequeño bolsillo de la parte trasera. Los bolsillos delanteros que hay por debajo de los porta bidones tienen una apertura algo pequeña (para que no se escape la carga) pero con mucho espacio en su interior.

Efectivamente, la sensación inicial al sopesar la Camp Ultra Trail Vest por primera vez es la ligereza. La segunda impresión es la de esbeltez, con un diseño muy vertical, para nada achaparrado, donde se combinan pocos elementos. Sustancialmente son: - un gran compartimento dorsal, con una cremallera longitudinal que permite el acceso competo a su interior - un espacio entre este compartimento y la zona de contacto con la espalda, para disponer el depósito de hidratación - un bolsillo en cada una de las correas delanteras con cierre de cremallera en la parte superior, y en la parte baja un bolsillo abierto para portear en el bidón/softlask o cualquier otro material que deseemos tener a mano: geles, barritas, teléfono…- uniendo el compartimento dorsal con las correas delanteras, están dispuestos en ambos lados, un bolsillo con cremallera de buena capacidad y, superpuesto, otro bolsillo abierta confeccionado con tejido elástico. - finalmente, un sistema porta bastones por un saquito situado en la parte inferior izquierda del compartimento dorsal, y un cordino de ajuste en la parte superior. Cuando nos la ponemos por primera vez, sin carga, confirmamos la ligereza de la Camp Ultra Trail Vest, que se adapta muy bien a nuestra anatomía, sin necesitar más elementos de ajuste que las dos cintas elásticas de cierre por la parte pectoral, únicos elementos ajustables de la mochila. Cintas que cuentan con un sistema de apertura rápido denominado EZ OP, que facilita y mucho la manipulación de las hebillas de cierre de la mochila. La superior de dichas cintas incorpora el silbato que tantas pruebas exigen como material obligatorio. Obviamente, los compartimentos de las correas son muy accesibles. No tan obvio, y por tanto remarcable muy positivamente, es el facilísimo acceso a los bolsillos laterales, cosa que agradecemos especialmente dado el limitado rango de movimiento de nuestras extremidades superiores (léase que tenemos unos brazos con la movilidad de un madero!). La mochila está confeccionada en un tejido sintético (poliamida) con Ripstop, que augura una buena resistencia, e incorpora estratégicamente mallas transpirables en las correas y en la zona dorsal, y tejido elástico en el compartimento principal y en los bolsillos laterales exteriores.