Salomon Intensity Short Tight VS Raidlight Trail Performer

Las primeras sensaciones al ver estas mallas Salomon Intensity Short Tight fueron francamente positivas. Nos gustó el tacto del tejido, suave, agradable y aparentemente muy elástico. Unos acabados visualmente buenos, diseño sencillo y sin estridencias pero a la vez elegante con esas franja de color verde. Con lo que nos costó vestirnos la primera vez, aunque de apariencia no impone o no te da por pensar que sean tengan compresión, lo cierto es que aprietan. Algo más de lo que podríamos esperar cuando leímos “leve sujeción”. Por un momento pensamos que estamos probando unas mallas de compresión elevada . Cuesta un poco ponérselas, la cintura es algo pequeña y parece como si el tejido no fuera tan elástico como aparenta. Aunque después de algunos ajustes consigues tu objetivo. Puestas son como una segunda piel gruesa pero de un tacto suave. La verdad es que si te miras en el espejo, te gustas mucho, te deja unas piernas modeladas y casi perfectas. Nos gustan los bolsillos, elegantes y funcionales. Y sobretodo un detalle pequeño, pero a la par sobre el papel sobresaliente. La estructura de termoselllados que da forma a la compresión en la zona de los cuádriceps tiene un acabado antideslizante que nos va a servir cuando apoyemos las manos en las subidas para evitar que resbalen. Una detalle que teóricamente ha de funcionar muy bien.

El peso ultraligero de esta prenda se hace patente nada más sostenerla en la mano. A primera vista, acabados de primera mano y materiales suaves al tacto denotan que ha sido confeccionada con mucho mimo. La tela exterior es muy lisa, rasa y se mueve tan solo bufándole de cerca. Y la malla interior, elástica y tan fina que transluce, nos hace pensar que estamos ante una prenda aliada para nuestras etapas de larga duración. Quizás lo único que nos dé la impresión de demasiado frágil sean las rejillas laterales que hacen las veces de bolsillos, marcándonos el apunte mental de “cuidado con lo que metemos dentro”…Una vez puestos notamos efectivamente que son ligerísimos y la comodidad que confiere, aún en estático, es muy alta; no proporciona sensación de llevar dos prendas, ni mucho menos. La dócil tela de la malla interior confiere un punto de confort casi máximo. Sin ser comprensiva, por que no lo es, sí que notamos que se adhiere a nuestra piel de manera notoria pero sin sentir un sobre ajuste o agobio determinado. No comprime, pero notamos que “está ahí”. El buen encaje y la comodidad están muy condicionados, a nuestro entender, por la cintura del pantalón, que está compuesta por una goma bastante ancha que brinda una sujeción extra a todo la prenda en su conjunto. Por ahora, solo dos adjetivos cruzan por nuestra mente: ligereza y comodidad. Pero poco importan estas sensaciones iniciales si una vez en el laboratorio de pruebas (la montaña, claro está) desaparecen, con lo que sin más preámbulos vayamos a ver cómo se han comportado ahí fuera, por que, estopa, le hemos metido, ¡y mucha!.