FAAS 300 TR

PUMA

DATOS TÉCNICOS

  • Peso 259 g
  • Precio 84,00 €
  • Temporada FW13

GALERÍA


CONCLUSIONES

Primeras sensaciones

Al calzarlas, estando todavía en estático, confirmamos la mayoría de las suposiciones que nos habíamos formado al juguetear con ellas tras haberlas sacado de la caja. Son muy ligeras y los 270 gramos que marcan en la báscula son claramente inferiores a lo que pesa la mayoría de los modelos de trail running.
Quizá alguno pueda decir que no es un peso llamativo y que hay muchas zapatillas minimalistas de trail running muy por debajo, pero hay que tener en cuenta que las Faas 300 TR no son minimalistas, por más que haya sitios que las definan como “una especie de zapatillas minimalistas de trail running”. No, no lo son.
Si obviamos el tema de los tacos, perfectamente podríamos pensar que nos estamos calzando unas zapatillas asfalteras por las sensaciones que nos van transmitiendo al introducir el pie, al atárnoslas e incluso por cómo nos sentimos con ellas una vez puestas.
Esto tiene doble filo ya que suma puntos para los que vienen del mundo del asfalto, que las sienten como “algo a lo que están acostumbrados pero con tacos”, pero también puede serle negativo para los que estén acostumbrados a algunos de los grandes tanques montañeros.
Por supuesto, gran parte de estas sensaciones permanecen cuando nos ponemos en marcha con ellas y, cuando empezamos a exigirle es cuando demuestran que, sin ningún género de duda, son unas zapatillas de trail running.

Introducción

Puma ha estado unos años prácticamente ausente del mundillo de las zapatillas pero, allá por 2011, presentaron la familia Faas, que incluía unas zapatillas con una apariencia un tanto retro, casi más de sneakers que de zapatillas de running.
El resultado que daban, más algunas de sus características como la ligereza, flexibilidad, diseños llamativos, etc., sumados al buen funcionamiento de algunos de sus materiales como el Faas Foam de la mediasuela, les ha permitido ir haciéndose un hueco. Pese a que ahora no sean una marca de referencia, casi todos los que han probado unas Faas han quedado contentos y desde entonces las han pasado a considerar entre sus alternativas a la hora de buscar zapatillas.
La familia Faas se ordena en función de una escala de amortiguación que va desde el cero (amortiguación mínima) hasta el mil (amortiguación máxima). Poco a poco han ido ampliando la familia con modelos en casi todos los niveles de la escala y recientemente han dado el salto al Trail Running.
En este caso, vamos a analizar las Faas 300 TR que han sido las encargadas de romper el hielo en su segmento al igual que ya lo fueron sus hermanas Faas 300, que fueron las primeras de la parte asfaltera.
Según la marca, son unas zapatillas de trail running diseñadas siguiendo ciertas tendencias minimalistas pero manteniendo una cantidad moderada de amortiguación, tecnologías y funcionalidades, algo que es “casi completamente cierto” como vamos a ver en esta prueba a fondo.
No son “la zapatilla de trail definitiva”, pero no son un mal inicio en el mundillo del trail running para la casa del felino, que sigue fiel a su filosofía reciente, creando zapatillas versátiles, con diseños muy cuidados, precios contenidos, etc.
No podemos obviar el tema del diseño y la apariencia, algo que cuida mucho la marca y que, aunque no influya en el rendimiento final de las zapatillas, no deja de ser un punto positivo que valoramos los amantes de las buenas zapatillas.
Vemos las zapatillas de la familia Faas con apariencias un tanto retro pero las tecnologías aplicadas están a la orden del día. En cuanto a diseño, podemos pensar que están diseñadas para ser simplemente molonas, sacrificándolo todo en loor de la apariencia, totalmente falso. Todo lo que tienen está puesto por alguna razón y han tratado de darle ese toque de diseño que las hace más agradables a la vista. De hecho, suelen ser las típicas que, una vez machacadas, las dejamos para andar con ellas porque valen perfectamente como zapatillas de calle (salvo que le hayamos destrozado el upper, que no es plan de ir por ahí con unas zapatillas llenas de patatones y agujeros).
Tampoco han descuidado el intentar darles un toque personal y diferenciador respecto al del resto de marcas, como podemos ver cuando nos las entregan en su “caja”. No es una caja al uso porque no tiene tapa sino que es sólo la “parte de abajo” y luego viene metida en una bolsa que nos puede valer para transportar o almacenar las zapatillas sin la caja. Gran detalle, muy práctico y con mucho estilo de estilo.


REVIEW

Mediasuela

Mediasuela

En todas las zapatillas de la gama Faas, Puma utiliza un único compuesto en la mediasuela, el Faas Foam, con el que se las apaña para hacer todo.
El Faas Foam es un derivado de la EVA, de tacto relativamente blando (cede fácilmente si lo presionamos con los dedos), bastante ligero, resiste bastante bien a la fatiga (tanto en una sesión como según va acumulando kilómetros), no necesita apenas kilómetros para ponerse a tono (esto se agradece mucho cuando hace frío ya que desde el primer momento lo tenemos a pleno rendimiento) y tiene una buena respuesta.
Al ser tan blandito, podríamos pensar que no va a funcionar bien por tener mucho recorrido en la amortiguación, lo que les haría ser inestables y que se perdiera mucha energía en cada pisada. Pero, por las propiedades que tiene este polímero y por su ratio de amortiguación / respuesta, Puma puede trabajarlo con capas bastante finitas.
En el caso de las Faas 300 TR, tenemos unas alturas aproximadas de 18 milímetros en antepié y 26 milímetros en talón, lo que da un drop teórico de 8 milímetros, valor intermedio que cubre las expectativas tanto de los que gustan de drops bajitos como de los que están acostumbrados a los drops tradicionales.
No son valores extremos, pero vamos bastante cerca del suelo (estas medidas incluyen todo: taco, suela, mediasuela y plantilla interior) aunque no os preocupéis porque el Faas Foam es capaz de dar unas cotas de amortiguación muy buenas. De hecho, sin llegar a ser un colchón blandujo, en el momento del impacto de la pisada, la recepción es bastante agradable.
La mediasuela está hecha con una única pieza, lo que permite evitar problemas con las uniones o mezclas de compuestos, ahorrar peso ya que no hay que pegar piezas diferentes, etc.
La apariencia externa es bastante simple (apenas un poco de curvatura o “balón” en la parte exterior), la variación de la altura es relativamente homogénea, disminuyendo poco a poco desde el talón hacia la puntera sin grandes saltos y apenas tiene curvatura salvo en la última parte, donde levanta la puntera para acelerar la última fase de la pisada.
Las notamos bastante planitas, con una base considerable y mucho contacto con el suelo, pero esa última curvatura de la puntera le da un carácter respondón muy interesante que nos ha gustado mucho cuando hemos cogido zonas en las que se puede correr rápido, ya que la transición de la pisada es muy rápida.
Otra de las características que pueden sorprender es la diferencia del grosor de las caras interna y externa del talón, característica usada por Puma en varios de sus modelos de la familia Faas, sobre todo en los destinados a los pronadores o aquéllos a los que se les quiere dar un punto extra de estabilidad. La diferencia es significativa (más de medio centímetro) y, aunque el objetivo que se persigue es análogo al de las dobles densidades clásicas, al estar hecho de un material mucho más blando, el mismo Faas Foam de la mediasuela, se consigue un soporte mucho menos intrusivo. Este soporte no se opone de manera tan brusca como una doble densidad en el caso de que el pie tienda a pronar y con una transición más homogénea porque no hay cambio de materiales.
Remarcar que, aunque hayamos hablado de este plus de estabilidad, no son unas zapatillas pronadoras sino que simplemente es un plus de estabilidad que está ahí para si hace falta, pero no se entromete nada en el ciclo de la pisada.
La flexibilidad es considerable para unas zapatillas de trail, algo a lo que ayuda la ausencia de placas antirroca y placas rígidas en el mediopié. Esta flexibilidad es muy homogénea ya que la zapatilla se va curvando de manera continuada, sin grandes saltos o cortes pues no dispone de ranuras de flexión como tales.
El corte que apreciamos en la zona media, a pesar de lo que se puede pensar al verlo, no hace que doblen por ahí de manera incontrolada, algo que sería un punto muy negativo, sino que únicamente ayuda a que la zapatilla pueda torsionar adecuadamente, tanto hacia dentro como hacia fuera.
La percepción que se tiene del terreno no es la de una zapatilla minimalista, aunque tampoco es muy distante y tenemos bastante feedback. Al no tener placa antirrocas, si el feedback nos llega de zonas pedregosas, puede no gustarnos demasiado la información que nos llega y darnos algún susto si pisamos alguna piedra picuda. De hecho, hemos tenido algún que otro susto en forma de pequeña distensión en los dedos de los pies al haber pisado una de esas piedras puntiagudas de una forma un tanto brusca (posiblemente una placa antirrocas nos habría protegido más).
Como tampoco tienen placas rígidas y son tan flexibles, se van amoldando bastante bien a las particularidades de las zonas que pisemos, sean blandas o duras, lo que redunda en unos mejores apoyos y, en definitiva, en un mejor agarre.
No obstante, como ya hacen algunas marcas, quizá se podrían plantear una versión con placa antirrocas para que pudiéramos elegir cuál de las dos queremos y seguramente podría ser una muy buena opción para kilómetros verticales con terreno pedregoso. Sin duda, le habríamos sacado buen provecho a esa placa antirrocas para poder lanzarnos aún más “a saco” en las bajadas pedregosas y, además, seguramente habríamos evitado las pequeñas distensiones en los dedos que nos hemos producido al pisar piedras puntiagudas.

Lengüeta

Lengüeta

En la zona superior nos encontramos con una lengüeta muy acolchada que nos asegura una gran protección ante la presión en el empeine de los cordones o de posibles golpes que nos podamos dar.
Es realmente ancha y está unida a los laterales mediante piezas de piel sintética que llegan prácticamente hasta arriba, hasta el quinto ojal, para evitar que se nos cuelen piedrecillas o arenilla que pueda caen encima del pie. También contribuye a mejorar el ajuste de la zona central ya que envuelve muy bien el empeine.
A pesar de verla tan gruesa, transpira muy bien y el tejido es muy suave, así que no debería plantear problemas a nadie por rozaduras o por exceso de calor aunque recomendaríamos a Puma que le dieran una vuelta para intentar hacerla algo más fina.
No dispone de ningún sistema para guardar los cordones una vez atadas y, aunque no son excesivamente largos, siempre viene bien tenerlos bien sujetos, ya sea en una bolsita de las que se suelen poner en la parte superior de la lengüeta o con alguna tira elástica que los mantenga pegados a ésta. No se nos han enganchado en ningún sitio porque somos extremadamente cuidadosos pero le lanzamos la sugerencia a Puma.

Sujeción

Sujeción

Los cordones son planos y deslizan muy bien por los ojales, pero hay que hacerles bien el nudo, preferiblemente doble, para que no se desaten como nos ha pasado en un par de ocasiones. No ha sido nada especialmente relevante porque íbamos a velocidad crucero y con calma, pero si eso nos hubiera pasado en una bajada técnica pronunciada o en una competición, no nos habría hecho ni un pelo de gracia.
Son muy cortitos y no darían para hacer un doble bucle en el último ojal aunque, en este caso, no afecta, porque las zapatillas no lo traen (tienen siete ojales en lugar de los 7+1 típicos). De todas formas, no hay que temer por el ajuste porque en la zona del empeine es muy bueno así que el pie queda bien fijo.
Para esa zona media, Puma ha recurrido al Web Cage, que es como denomina a esa especie de exoesqueleto plástico negro. Nos ha gustado mucho cómo funciona ya que es capaz de dar un ajuste muy robusto, cogiendo lo bueno de los refuerzos termosellados y de los refuerzos sintéticos clásicos.
Lo componen un conjunto de tiras plásticas que salen desde la mediasuela y llegan hasta los ojales. Cada una de estas tiras es en realidad doble y forma una estructura triangular que además de permitir un comportamiento individual de cada ojal, le da un ajuste tremendo tanto hacia delante como hacia atrás sin limitar el movimiento, con lo que puede flexar y adaptarse al movimiento del pie cuando vamos corriendo.
Son muchas las marcas que recurren a algún tipo de solución similar en forma de tiras, pero hasta ahora no habíamos visto ninguna que utilizara tiras plásticas de este grosor y tamaño. Además, no se han limitado sólo a esas tiras ya que el logo de Puma que las cruza y que sale desde la zona de los metatarsos hasta el talón, ayuda a darles más estructura ya que las atraviesa horizontalmente, creando una especie de estructura de malla.
Lo que quizá no guste a todo el mundo es que quedan bastante abiertas en la zona del empeine con lo que, aunque se siente claramente esa seguridad, a nivel psicológico muchos se sienten más cómodos viendo la zapatilla con los dos extremos de la ojetera más cercanos entre sí.
En la zona trasera, la filosofía cambia completamente y son más holgadas y permisivas, con un collar bastante acolchado y, sobre todo, muy amplio en anchura y no excesivamente alto..
Son ideales para al que le gusta llevar el tobillo libre porque dejan completamente al descubierto los maléolos (de hecho, hacen mucha curva hacia abajo aunque luego los envuelven muy bien) pero, para quien tenga tobillos algo laxos o sea algo torpón o quiera llevar algo que le cierre mucho el tobillo, no son una buena opción. La zona del aquiles es bastante ancha, hace un poco de “U” y, como el contrafuerte es bastante bajito, no debería plantear problemas por rozaduras.
Aunque hayamos estado comentando esto de que el ajuste no es de los mejores del mercado, no hay que pensar que sea malo o inadecuado ya que, si ponemos en contexto la zapatilla, habrá mucha gente a la que sí que le guste.
Tallan pequeñas y no es raro que haya que ir a por medio número más del habitual. Nosotros hemos mantenido la misma talla que usamos habitualmente y hemos tenido que recurrir a calcetines muy finitos y, aun así, la sensación de presión era considerable sobre todo en la puntera. Ésta es la zona que hemos encontrado más conflictiva ya que se nos ha hecho demasiado angosta, tanto en anchura como en altura. Esto no suele ir bien en las zapatillas de trail running ya que puede acarrear problemas por uñas negras y, si para evitarlo hay que elegir media talla más de zapatilla, a lo mejor estamos perdiendo ajuste en el resto de zonas por quedarnos grandes. En alguna de las salidas que hemos hecho con bastante bajada, al llegar a casa notábamos la punta de los dedos irritada, probablemente debido al golpeteo de éstos contra la puntera.
La protección de la puntera es acorde con el resto de la zapatilla: simple y justita, con un refuerzo plástico como el que podríamos encontrar casi en cualquier zapatilla de asfalto y que nos protege casi únicamente de los pequeños golpes y raspones para que no se rompa fácilmente. No nos ha parecido mala protección y han sobrevivido a todos los roces que se han producido en nuestras correrías con ellas, que sin ser especialmente agresivos, sí que han sido unos cuantos.
En marcha con ellas, las sensaciones son coherentes con lo que se siente en parado, es decir, es un buen ajuste, el pie va bien fijo, quedan bien ceñidas al pie, … pero no es un súper ajuste a prueba de zopencos o que nos vaya a proteger especialmente si retorcemos el tobillo o tenemos un resbalón inesperado. Sin embargo, aun en el caso de zonas complicadas, si el que las calza tiene una buena técnica y es de pies ligeros, de los que van saltando como si fueran un gamo o una cabra montesa, no sólo no descartaríamos las Faas 300 TR sino que creemos que pueden ser una gran opción.
Cuando las hemos probado por asfalto, terrenos fáciles o en buen estado, etc. jamás hemos echado esto en falta. Pero sí es cierto que cuando nos hemos metido a hacer el cafre con ellas por zonas más técnicas, en algún momento hemos tenido algún que otro susto y quizá nos habría venido algo más de sujeción en el tobillo.

Acabados

Acabados

En lo que sí sacan un sobresaliente es en el tema de los acabados porque, aunque sea un upper un tanto austero o aparentemente sencillo, la manufactura es muy buena y, como en todas las Faas, se ha cuidado mucho el diseño (como hemos comentado al principio, salvo que se rompan mucho en el upper, son candidatas a “zapas de paseo” cuando terminen su vida útil como zapatillas de trail running).
La rejilla es de una doble capa que tiene añadida una estructura de hilos con forma de panal y es bastante tupida para que no entre porquería sin que esto limite la transpirabilidad.
Todo el upper es de una pieza y únicamente tiene por encima las estructura del Web Cage que hemos visto antes más los refuerzos de la puntera y del contrafuerte, que van cosidos, sin que haya ninguna otra costura.
El tacto es muy suave y en el interior lo es aún más, permitiendo ir sin calcetines si así lo deseamos, algo que hemos probado muy gustosamente porque no siempre nos encontramos con zapatillas de trail running que permitan una experiencia “sin calcetines” tan placentera. La mejor credencial que podemos aportar para esta afirmación es que en las 3 salidas que hemos realizado “a pie descubierto” no hemos tenido ni una sola rozadura.
La planta del pie tampoco la han descuidado y han recurrido a una plantilla de Ortholite que es finita para dedicarse únicamente a lo que debe hacer: proteger la planta del pie, recoger y evacuar el sudor, evitar que proliferen las bacterias y no interferir en las sensaciones que ofrece la zapatilla.
Viene adherida a la base así que no se mueven, pero quien tenga que utilizar plantillas personalizadas, puede despegarla sin problemas. Hay que tener en cuenta que las zapatillas son estrechitas en la base así que quien tenga plantillas muy anchas, a lo mejor lo tiene algo complicado para ponerlas (además de que si son muy altas, a lo mejor le saca demasiado el pie hacia arriba y no le sujeta bien la zona del tobillo).
Para quien le gusten las zapatillas ostentosas o las que hacen gala de millones de tecnologías, quizá parezcan unas zapatillas simplonas, pero los amantes de los “pequeños grandes detalles”, seguro que saben apreciar el buen trabajo que se ha realizado en las Fas 300.

Impermeabilidad / Transpirabilidad

Impermeabilidad / Transpirabilidad

Como hemos comentado de pasada anteriormente, aunque la rejilla sea bastante tupida y haya zonas con bastante acolchado (collar y lengüeta), son muy transpirables y se pueden usar sin problemas durante todo el año ya que, salvo temperaturas extremas (mucho frío o mucho calor), no deberían plantear ningún problema. Las hemos estado machacando en invierno pero hemos podido probarlas varias veces con bastante calor (al mediodía, cerca de la playa, en días calurosos, con temperaturas por encima de los 20 grados) y, en principio, nonos han parecido excesivamente calurosas.
No disponen de ningún tratamiento de impermeabilización o de repelencia a los líquidos por lo que calan muy rápido y, aunque secan relativamente rápido, como tienen bastante acolchado en algunas zonas, retienen algo de líquido durante cierto tiempo con lo que, si hace frío, puede hacer que se nos queden fríos los pies.
Esto lo hemos notado sobre todo en la zona del collar y la lengüeta haciendo que la sensación en el empeine y alrededor del tobillo no es especialmente placentera. Afortunadamente, como quedan ceñidas al pie, no se nota en exceso el aumento de peso por ir empapadas. La plantilla no cala mucho pero como toda esa agua retenida acaba cayendo, la planta del pie también tiende a mantenerse mojada algo más de la cuenta a pesar de la buena plantilla que tienen.
Nosotros no hemos tenido problemas, pero un pie húmero es firme candidato a ampollas así que creemos que la evacuación del agua es un tema que deberían trabajar en Puma.
La verdad es que nos gustaría poder ver una zapatilla análoga a éstas pero con un upper con una tela un poco más fina y más transpirable en las dos zonas mencionadas, sobre todo, con algún tratamiento que las hiciera repelentes al agua. No haría falta que fueran completamente impermeables sino, simplemente, algún tipo de tratamiento DWR para que el agua no cale inmediatamente, haciéndola capaz de aguantar pasadas por pequeños charcos, nieblas meonas y los típicos días en los que se pone a chispear.

Suela

Suela

La suela es toda de EverTrack, el caucho que utiliza Puma en la zona del talón de las zapatillas de asfalto de la gama Faas y está separada en dos piezas, cortando más o menos por la zona del mediopié.
Los tacos tienen un grosor de unos tres milímetros y son del mismo tipo en toda la suela, variando únicamente la orientación. Van emparejados, con una especie de chevron y, en el centro, hay una especie de rombo, con lo que al final, podríamos decir que es como si tuvieran tacos hexagonales. La orientación del Chevron es opuesta en ambas zonas, ya que se ha puesto para que la tracción en el sentido de la marcha sea máxima en la zona delantera y que haya una mayor retención en la zona del talón.
En el talón hay tres columnas y están orientados haciendo prácticamente una cuadrícula, pero en la zona del antepié están ligeramente inclinados para seguir la orientación de la horma semicurva de la zapatilla y para dar un mayor agarre en el sentido del impulso que se supone que hacemos con la parte delantera del pie.
Nos ha sorprendido cómo se reduce significativamente el grosor de los tacos en la puntera, donde se llegan a quedar en apenas un milímetro de grosor. Esto le da un mejor comportamiento en zonas lisas o en asfalto porque hay un mayor contacto con el suelo pero cuando nos metemos en zonas con terreno suelto, hace que pierdan agarre justo en la zona de impulsión.
El agarre en seco nos ha parecido bastante bueno y se defienden bastante bien prácticamente en todos los terrenos, destacando el comportamiento en asfalto, algo que puede jugar a su favor respecto a otras zapatillas de trail running. No nos referimos a que pueda rivalizar con unas asfalteras pero sí que se comportan mejor que muchas de las de trail. De hecho, en los días que hemos corrido cerca de la playa, hemos aprovechado para ir por el paseo y han cumplido muy bien en la loseta del paseo, sin perder nada de adherencia.
Cuando empieza a aparecer el agua, siguen defendiéndose bastante bien salvo que pisemos roca lisa, donde la verdad es que hay pocas zapatillas de tacos que agarren bien o si nos metemos en barro chocolatero, aunque también es normal porque el taqueado no es excesivamente agresivo.
Nos ha sorprendido gratamente el comportamiento en arena suelta y hierba porque al no ver unos tacos prominentes, pensábamos que no iban a agarrar especialmente bien pero, como flexan muy bien y quedan muy ceñidas al pie, al final resulta que nos permiten clavar el pie y agarrar bastante bien.
Sin embargo, cuando nos ponemos a cantear con ellas, hemos encontrado un comportamiento diferente en función de si el apoyo lo hacemos con antepié o con talón. Si estamos clavando antepié, notamos mucha seguridad porque no son muy altas, no cede demasiado la mediasuela y la suela agarra bien. Si el punto de apoyo es el talón, como queda bastante descubierto, sin llegar a notarnos inestables, sí que notamos que tenemos que prestar más atención y poner más de nuestra parte para que no se vaya el tobillo o perdamos adherencia.
Aunque los tacos están bastante separados entre sí, por la forma que tienen (la doble pieza del Chevron más el rombo) y por haber tan poco espacio entre ellos, tienden a quedarse con algo de barro enganchado. No obstante, lo sueltan prácticamente todo en cuanto se seca un poco y damos unos zapatazos en una zona dura.
Nos han gustado mucho más para las subidas que para las bajadas ya que en las primeras es donde se le saca todo el rendimiento a su ligereza, flexibilidad y agarre, mientras que en las bajadas, como ya hemos comentado, dependerá bastante de nuestra pericia ya que, aunque no agarren mal, no son de las que se quedan clavadas y aferradas al suelo como si les fuera la vida en ello.

Durabilidad

Durabilidad

En cuanto a la durabilidad, como es lógico, dependerá bastante de qué vida le demos. Si las tratamos como unas zapatillas de trail running extremo, nos las puliremos en cuatro días, pero si las usamos en terrenos no demasiado técnicos y tenemos una pisada mínimamente eficiente, se le pueden sacar bastantes kilómetros.
Para esta prueba les hemos hecho entre 100 y 150 kilómetros con predominancia del terreno facilón y pistero, pero también le han caído bastantes kilómetros de asfalto porque las hemos estado usando como unas door to trail y, en principio, diríamos que la mitad del desgaste o más se debe al apenas 15%-20% de terreno algo más técnico que le hemos hecho. Probablemente, si la hubiéramos usado sólo para ese otro 80% de terreno pistero, estarían con la suela prácticamente como salidas de fábrica.
En su descargo, comentar que el hecho de que hayan sufrido en las zonas técnicas no debería ser considerado un punto negativo ya que no son unas zapatillas pensadas para ello. Con otro compuesto o diseño, se habría conseguido una suela que habría aguantado mejor en esta superficie pero seguramente habría perdido en otras superficies como el asfalto o terreno pistero. Por lo tanto, la evaluación global de la durabilidad creemos que debería ser bastante positiva.
Respecto al upper, pues más o menos en la misma línea que la suela ya que, aunque no tengan protecciones contundentes, tampoco es que vayan completamente al aire. Metiéndolas por terrenos razonables, no deberían darnos problemas y aguantarnos muchos kilómetros mientras que si las metemos por pedregales y empezamos a rozarlas contra los pedruscos, seguramente le romperíamos el upper bastante rápido.
Esto último lo decimos en condicional porque en la mayoría de los resbalones que hemos tenido, la suerte nos ha acompañado y el roce se lo ha llevado el Web Cage en lugar de la zona de la puntera con lo que no ha habido ningún desgarro, amén de que el Web Cage nos ha protegido bastante el arco, minimizando el efecto del golpe (no es una súper protección, pero con ese grosor si libra bastantes golpes).
Sin embargo, en la puntera no nos hemos librado de las patadas a las piedras y, aunque no se ha desgarrado la puntera (rozado sí, pero no ha llegado a romper), sí que nos ha quedado la punta de los dedos dolorida después de haber dado algún patadón mal dado.

Conclusiones

Conclusiones

En conclusión, las Puma Fass 300 TR son unas zapatillas principalmente para trail running generalista, no excesivamente técnico y para usarlas como door to trail, para quienes quieran algo ligerito, flexible, con una horma bastante ceñida al pie y que proporcione sensaciones cercanas a las que podrían dar unas zapatillas de asfalto tanto en la dinámica como en cuanto al nivel de protecciones.
Nos han parecido ideales para entrenamientos o competiciones por pistas o terrenos fáciles pero que tienen el punto justo de dificultad que hace que unas zapatillas de asfalto se queden cortas y unas de trail running contundentes sean demasiado.
Quienes tengan una pisada eficiente y buena técnica podrían darle mucho tute y prácticamente podrían usarlas en casi cualquier situación salvo condiciones extremas o terrenos excesivamente técnicos.
Por la horma tan angosta que tienen, no las vemos para salidas de muchos kilometraje ya que con el tiempo, al hincharse el pie, pueden acabar agobiando pero para tiradas de hasta dos o tres horas, sin problemas con lo que pueden ser un arma a tener en cuenta para competiciones de hasta 30K.

PROS: Ligereza, equilibro amortiguación-respuesta, flexibilidad, ajuste de la zona del empeine.

CONTRAS: Ausencia de placa antirrocas, tallan cortas y la horma es demasiado angosta en la puntera, el upper no tiene tratamiento repelente a líquidos.

COMPARADOR

Vs.

Autor: Morath (Rodrigo Borrego)

Fecha de publicación: 30/01/2014

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