ARRAY

OLIGHT

DATOS TÉCNICOS

  • Peso -- g
  • Precio 69,95 €
  • Temporada SS20
  • Batería recargable Si
  • Cinta desmontable Si
  • Lúmens (fabricante) 400.0 lúmens
  • Niveles de potencia 4.0
  • Número de leds 2.0 leds
  • Orientación vertical Si
  • Petaca cinturón No
  • Petaca delante No
  • Petaca detrás Si
  • Tiempo uso máximo fabricante 2.5 horas
  • Tiempo uso máximo medido 2.5 horas

GALERÍA


CONCLUSIONES

Pros & Contras

PROS:

1.- Compacto y ligero

2.- Muy cómodo y ajustable a la cabeza.

3.- Inexistencia de rebote.

4.- Facilidad de uso. Con unos solos clicks cambiamos las potencias.

5.- Caja de transporte.


CONTRAS:

1.- Recalentamiento de la lámpara muy prematuro y excesivo.


POSIBLES MEJORAS:

1.- El enganche de carga podría ser con una clavija universal para no depender únicamente del cable cargador de la marca.

2.- Aviso sonoro de batería finalizando.

Conclusiones

El  Olight Array, es un frontal de uso sencillo, muy confortable de llevar y ligero, y es que podemos decir que está diseñado para permitirnos correr de forma muy cómoda y sin complicaciones, y es que en este sentido, cabe decir que, sigue la filosofía de su predecesor, el Olight HS2, pero incorporando ciertas mejoras.

Su manipulación a través de un solo botón, ofreciendo hasta 4 tipos de potencia luminosa ya son una declaración de intenciones de lo que la marca ha querido proyectar con el Olight Array, sencillez para que solo pienses en correr. Realmente ha sido así, hemos disfrutado mucho con este frontal, y la verdad que por momentos nos hemos olvidado que lo llevábamos puesto, pues ofrece una ligereza en base tan solo unos 124 gramos de peso, con una lámpara de aluminio, y una sujeción a la cabeza perfecta, con la cual no hemos notado ni un solo rebote, por muchos saltos que diésemos, y es que a la poca vibración que ya ofrecía el modelo Olight HS2, se ha dotado al frontal de una mayor sujeción a través de un clip metálico que fija el botón de encendido aún más a la cinta de ajuste.

Se trata de un frontal muy cómodo en carrera, pero que diríamos que está más bien destinado a carreras donde la noche no te pille durante mucho tiempo, pues aunque su haz de luz ofrece un enfoque concentrado y limpio, también cabe decir que proporciona cierta difuminación lateral evitando el efecto túnel, para correr utilizaremos únicamente las potencias altas, de 400 y 200 lúmenes, lo que te ofrece una autonomía de cerca de 2,5h y 4,5h respectivamente. Aun así, destacar la novedad de incorporar una luz trasera roja, que se ilumina desde la petaca, y que nos servirá para aquellas carreras donde por reglamento lo soliciten.

Las otras dos potencias seleccionables de 100 y 50 lúmenes se nos han quedado insuficientes para correr, pero esto precisamente, le convierte también en un frontal versátil, pudiendo utilizar las potencias menores para otras actividades como leer mapas, senderismo, o moverse por refugios, con las cuales la autonomía de la batería se alarga considerablemente, que por cierto, es intercambiable con la del Olight HS2, y añade un sistema de carga novedoso, en base un encaste magnético que le otorga una estanqueidad total, muy útil si como a nosotros te cae uno de esos aguaceros repentinos.

En definitiva, el frontal Olight Array, ese todoterreno duradero que puede servir para multitud de batallas, con el que hemos disfrutado mucho por su comodidad y robustez, soportando todo tipo de condiciones siguiendo intacto, siendo un perfecto aliado para salidas cortas y entrenos diarios, incluso formando parte del habitual material, dentro del cinturón o mochila, cuando no tenemos claro si se nos hará de noche, ya que es probable de que no te enteres ni de que lo lleves.


REVIEW

Construcción

Construcción

El frontal Olight Array en su conjunto presenta un peso de tan solo 124 gramos, algo que se agradece tanto en carreras como en entrenamientos, y que podemos asegurar que por momentos ni hemos notado que lo llevábamos puesto o que iba dentro de nuestro equipaje.

La lámpara está construida en una estructura estanca y robusta de aluminio, algo que a priori nos chocó pues no hay muchos frontales de este material, pero como ya hemos comentado no afecta en absoluto al peso, pero si creemos que a su temperatura, pues notamos que al poco rato de usarlo a máxima potencia se recalienta prematuramente y en exceso. En todo caso, cabe decir que el manejo de dirección de la misma es muy suave, pudiendo cambiar la altura del enfoque muy fácilmente mientras corríamos.

La petaca de la batería, en cambio, está construida en material de plástico, con un sistema de carga magnético, diferente al modelo Olight HS2, y que consigue una total estanqueidad de la batería, y que damos fe de que así es después de haber corrido con el bajo la lluvia. Esta va detrás, en la zona de la nuca, y cabe decir que una vez puesto, el conjunto es extraordinariamente equilibrado, quedando totalmente ajustado, y que durante nuestras pruebas no hemos notado movimiento alguno.

Por si acaso, petaca y lámpara, van unidas y ajustadas por una cinta elástica y gruesa, de 2,5cm, muy suave al tacto, con reflectantes, y que tenemos que decir que cumple con su cometido de sujetar el conjunto con garantías, pues nunca hemos notado que el frontal Olight Array botase en carrera, ni con saltos, ni contrariamente aprieta en demasía, pero que se puede regular muy fácilmente, incluso en marcha, mediante unos clicks laterales, sobre todo en el lateral izquierdo donde no está el botón de encendido. La cinta ofrece la interesante opción de desmontarla del frontal y lavarla.

El Olight Array, viene con una batería de Lipo de 2000 mAh, compatible con la de su predecesor y viceversa, el modelo Olight HS2, colocada en el interior de la petaca de plástico, la cual también lleva incluido el encaje magnético para recargarla y alrededor del mismo, unos leds rojos siguiendo una forma circular, que se encienden y se apagan cual coche fantástico, ofreciendo la luz trasera, característica que no disponía su predecesor, siendo una opción muy interesante para carreras, ya que suele ser obligatoria por reglamento.

La petaca es estanca y lleva una impermeabilidad IPX4, dando la oportunidad de llevar el frontal con lluvias, incluso fuertes tormentas como las que hemos sufrido con el Olight Array puesto durante este verano, y se ha mantenido en perfecto funcionamiento.

Fit y funcionamiento en carrera

Fit y funcionamiento en carrera

La sensación al ponernos por primera vez el frontal Olight Array ha sido de total ligereza, de echo es de esos frontales que ni te enteras que lo llevas.

Estamos ante un frontal en el que no se nota ni la petaca de batería colocada en la parte trasera de la cabeza, ni la lámpara, y es que tan solo pesa 124 gramos. También tiene algo que ver la cinta elástica, con buen grosor, que la fija perfectamente y de forma suave a la cabeza, y unos clips de plástico para ajustarla, la cual hemos comprobado que fija perfectamente el frontal a la cabeza sin un exceso de presión. A más a más, un detalle de este Olight Array, y que no incorporaba su predecesor, el modelo Olight HS2, es un clip metálico que junta el botón de encendido con el conector de la petaca, que dota de mayor fijación y evitando posibles rebotes.

Os podéis hacer una idea de su fijación si os decimos que una vez ajustado, no se nos ha movido ni un ápice de la cabeza ni tan solo en bajadas rápidas, saltos o rodando a ritmos altos.

Una vez en carrera, podemos mover el haz de luz arriba y abajo con tan sólo el movimiento de dos dedos, y nos ha encantado que una vez direccionado no se ha movido, eso sí, ojo que después de escasos minutos de funcionamiento a máxima intensidad, la lámpara del Olight Array se calienta, y de qué forma, te puedes llevar un susto, aunque este calor no llegue a la cabeza.


La regulación de la potencia es muy sencilla:

- Con un click enciendes y apagas el frontal

- Manteniendo el click, cambias de nivel alto o nivel bajo

- Con doble click cambias a los niveles intermedios.


Por tanto con tan solo un dedo de la mano izquierda podemos cambiar la potencia fácilmente y adaptarla a la situación que vivamos, aunque en realidad creemos que para correr solo son útiles las dos potencias de rango alto, a partir de 200 lúmenes, las bajas las recomendamos para situaciones en las que paras u otra actividad, como andar, por lo menos a nosotros nos han parecido insuficientes para trail aunque sea por terrenos fáciles.

Su manipulación con guantes es prácticamente igual que sin ellos, pues el botón de encendido y apagado es grande, y como hemos comentado todo se maneja desde allí.

Del frontal Olight Array encontramos muy positivo su ligereza y compactación, pudiéndose llevar sin molestias en un cinturón o mochila chaleco, así como poder ir sin temor de que se encienda con algún golpe, pues podemos desconectar la petaca.

En relación la batería, su cambio en carrera, siempre que dispongas de algo o alguien que te alumbre, te puede suponer unos minutos desmontar la cinta y colocar la nueva batería, por lo que lo recomendable es llevar un cargador adicional portable, aprovechando el cable de carga de 1,2metros que viene con el Olight Array.

Accesorios y multi actividad

Accesorios y multi actividad

El frontal Olight Array, por sus características, ofrece una cierta versatilidad para practicar otros deportes de a pie, a parte de trailrunning, como senderismo, running y orientación, ya que su regulación de potencia permite poder usarlo para leer mapas o incluso orientarse en una tienda de campaña o refugio por la noche sin deslumbrar a nadie.

En base nuestra experiencia, no creemos que sea un frontal orientado a utilizarse en MTB, pues aunque el Olight Array luz concentra bien el haz de luz y se abre hacia los laterales ofreciendo una buena panorámica, 400 lúmenes quedan algo justos para una persona que practique MTB regularmente, ya que los 80 metros de distancia que dice el fabricante de alcance de la luz, a la práctica con luz de calidad son algo más de 20.

El Olight Array, viene con, no sabríamos como definirlo, bolsita o cajita semirrígida, que nos ha gustado mucho, pues es pequeña y permite el transporte, tanto del frontal, como de sus accesorios, de forma muy compactada y cómoda, pudiendo alargar la vida del frontal por mucho tiempo, y si eres algo despistado, mantenerlo ordenado.

Dentro de la caja del Olight Array, podemos encontrar las instrucciones, dos clips de plástico de repuesto para sujetar el cable a la cinta, un velcro para poder facilitar otro tipo de sujeción, y un cable de carga magnético-micro usb de 1,20 metros.

Autonomía

Autonomía

La autonomía del Olight Array vendrá ligada a los diferentes niveles de potencia que vayamos utilicemos.

La autonomía del Olight Array vendrá ligada a los diferentes niveles de potencia que vayamos a utilizar.

El frontal lleva una batería de Lipo de 2000 mAh recargable mediante un sistema magnético con clavija usb, por lo que con facilidad, si lo deseamos, podemos alargar su funcionamiento con ello, incluso recargarlo en pleno uso. Decir que no dispone la opción de funcionar con pilas.


El Olight Array, dispone de cuatro potencias diferentes de haz de luz, y que en función de esa elección, su autonomía durará más o menos, casi calcando los tiempos que facilita el fabricante.

- Máxima alta de 400 lúmenes: autonomía de 2,5 horas.

- Baja alta de 200 lúmenes: 4,5 horas

- Máxima baja de 100 lúmenes: 6,5 horas

- Baja baja de 50 lúmenes: 13 horas


Como hemos comentado los tiempos de autonomía se asemejan mucho a los de la ficha técnica, a la práctica nos hemos ido escasos minutos por encima, pero cabe decir, que minutos antes de su apagado el haz de luz baja considerablemente a modo de aviso, ya que este modelo no tiene ningún tipo de aviso sonoro.

En base su autonomía, recomendaríamos su uso en salidas de trail donde no vayamos a pasar muchas horas de noche, pues mayormente utilizaremos la potencia más alta, o siendo un inestimable compañero de esas salidas en las que no tenemos claro si nos cogerá la noche, ya que es tan ligero que se puede transportar en un cinturón o llevarlo a más a más en la mochila. A nosotros nos ha sido muy útil en este concepto de meterlo en el equipaje, y cuando la visibilidad empezaba a escasear, ponérnoslo y continuar disfrutando, pues su peso es muy bajo.

Por último, y no menos importante destacar la compatibilidad de la batería con la de su predecesor el Olight HS2.

Resistencia y durabilidad

Resistencia y durabilidad

Después de haber sometido el Olight Array a numerosas pruebas y situaciones diferentes, tanto de terreno como meteorológicas, podemos decir que estamos ante un frontal resistente.

Los materiales se encuentran intactos, no se observan deterioros prematuros y no se puede ver ni una rayada, tanto en la petaca como en la lámpara, por cierto fabricada en aluminio.

La goma mantiene su tensión mostrando su consistencia, como desde el inicio, sin que esta se haya dado, y eso que en el tiempo que lo hemos utilizado nos lo hemos sacado y puesto en muchas ocasiones para realizar las diferentes pruebas y demás, así como los elementos reflectantes se mantienen intactos sin ningún indicio de despegarse de la cinta.

En definitiva, el frontal Olight Array es un compañero de fatigas para muchos quilómetros que nos ha resistido sin un desgaste aparente desde días calurosos con mucho sudor, hasta fuertes lluvias veraniegas, recordamos que tanto la estructura de la lámpara como de la petaca son estancas.

También cabe decir que la cómoda caja que incorpora el Olight Array para transporte, es muy cómoda y sirve para alargar la vida del frontal y protegerlo.

COMPARADOR

Vs.

Autor: Alberto

Fecha de publicación: 21/07/2020

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