Nike Zoom Wildhorse 3 VS Raidlight Trail Dual Finger

Se parecen más a una zapatillas de asfalto que a unas de montaña. Así son las Nike Zoom Wildhorse 3. Esto tiene su lado bueno y su lado malo: al calzárselas por primera vez, destaca muchísimo la sensación de comodidad. Pocos modelos de montaña son tan cómodos, de hecho, son más amables con el pie que muchas de asfalto. Todo un logro. Sin embargo, el upper está desprotegido: no tiene nada que evite golpearse con piedras o ramas, ni siquiera en la puntera, algo vital en la montaña. La estética, el perfil bajo, la suela y la desprotección del upper ya advierten de que se está ante unas voladoras de la montaña. Apenas pesas 269 gr en una talla 8 US. Casi parece que se pisa sobre una nube. La amortiguación cede al dar unos pasos, lo que incrementa esa impresión de levedad. El interior de las zapatillas está cubierto por una tela que no deja costuras al aire. Si uno se siente Kupricka, puede ponerse las Nike Zoom Wildhorse 3 descalzo sin inconvenientes, aunque con calcetines será mucho mejor. El pie entra perfectamente, casi sin querer, y hay espacio para mover los dedos. Aquellos corredores que tengan el pie ancho, podrán usar esta nueva versión de Nike, a pesar de que no tiene la puntera más ancha del mercado. El diseño es bastante atractivo. Bonito. La firma de Bowerman y Knight tiene un estilo propio, toda su vestimenta parece cortada por la misma tijera. Es fácil diferenciar un modelo de Nike del resto y lo mismo ocurre con las Wildhorse 3. Tienen un upper sobrio, que mezcla tonos grises con conglomerados de colores. La media suela no pasa desapercibida, de color naranja, rompe con la formalidad disimulada del upper. También hay otra versión que combina azul y verde. Es preciosa.

Nos disponemos a calzárnoslas. Primero sin calcetines. El pie se desliza con facilidad y el pulgar entra sin más problema en la separación. Lo notamos separado. Pero no nos produce una sensación tan molesta como la primera vez que nos calzamos unas Fivefingers, donde sí notamos como los dedos se separan de una manera más notable. Movemos los dedos en su interior sin mucha dificultad y somos capaces de hacer fuerza con ellos hacia abajo para bajar el rocker de la zapatilla hasta tocar el suelo. Algo que habíamos adivinado solo sacarlas de la caja por su extremada flexibilidad en esa zona. Es una sensación que nos gusta y a priori puede ser beneficiosa en carrera facilitando la propiocepción y la estabilidad. No notamos ninguna costura en el interior que pueda molestarnos, tan solo nos surge la duda con la estructura que forma la separación del dedo, veremos si a la larga nos produce alguna rozadura. El toe box es más amplio que el que podríamos encontrar en una zapatilla convencional, pero viene condicionado por la separación del dedo pulgar. Aquí nos surgen las dudas sobre si un dedo pulgar demasiado ancho o un corredor con los dedos muy separados podría tener molestias con el espacio del dedo pulgar. Damos unos primeros pasos y las notamos muy cómodas con una sensación mullida agradable pero que en absoluto compromete nuestra estabilidad. No podemos esperar más, como podemos ver en su logo de la zapatilla, un rebeco mira orgulloso hacia el horizonte y nosotros con nuestro calzado en forma de pezuña al monte vamos. Veremos que nos trae este viaje.