El peso ultraligero de esta prenda se hace patente nada más sostenerla en la mano. A primera vista, acabados de primera mano y materiales suaves al tacto denotan que ha sido confeccionada con mucho mimo. La tela exterior es muy lisa, rasa y se mueve tan solo bufándole de cerca. Y la malla interior, elástica y tan fina que transluce, nos hace pensar que estamos ante una prenda aliada para nuestras etapas de larga duración. Quizás lo único que nos dé la impresión de demasiado frágil sean las rejillas laterales que hacen las veces de bolsillos, marcándonos el apunte mental de cuidado con lo que metemos dentro
Una vez puestos notamos efectivamente que son ligerísimos y la comodidad que confiere, aún en estático, es muy alta; no proporciona sensación de llevar dos prendas, ni mucho menos. La dócil tela de la malla interior confiere un punto de confort casi máximo. Sin ser comprensiva, por que no lo es, sí que notamos que se adhiere a nuestra piel de manera notoria pero sin sentir un sobre ajuste o agobio determinado. No comprime, pero notamos que está ahí. El buen encaje y la comodidad están muy condicionados, a nuestro entender, por la cintura del pantalón, que está compuesta por una goma bastante ancha que brinda una sujeción extra a todo la prenda en su conjunto. Por ahora, solo dos adjetivos cruzan por nuestra mente: ligereza y comodidad.
Pero poco importan estas sensaciones iniciales si una vez en el laboratorio de pruebas (la montaña, claro está) desaparecen, con lo que sin más preámbulos vayamos a ver cómo se han comportado ahí fuera, por que, estopa, le hemos metido, ¡y mucha!.
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