9.81 TRACK GTX

GARMONT

DATOS TÉCNICOS

  • Peso 360 g
  • Precio 159,90 €
  • Temporada FW18

GALERÍA


CONCLUSIONES

Pros & Contras

PROS:

1. Durabilidad.

2. Las protecciones funcionan realmente bien.


CONTRAS:

1. La sujeción del talón en terrenos complicados.

2. La membrana Gore-Tex permite el paso del agua prematuramente.

3. Facilidad para coger malos olores.


POSIBLES MEJORAS:

1. Reducir la longitud de los cordones o, en su defecto, un pequeño bolsillo para recogerlos.

Conclusiones

Las Garmont 9.81 Track GTX es un calzado de entrenamiento contundente dirigido a aquellos que prioricen la protección sobre cualquier otra virtud; el upper reforzado, la estructura rígida del talón y las protecciones perimetrales permiten correr a ritmos muy suaves sin importar por dónde. Y estas características las hacen ideales para corredores de peso medio/elevado sin que sea necesario tener una técnica de carrera muy depurada, puesto que las mismas se encargan de redirigir muy bien la pisada, y que gusten de calzado resistente al paso de los kilómetros. Especialmente práctico –aunque no infalible- el recubrimiento de membrana Gore-Tex, que retrasará la entrada de agua en su interior.

La amortiguación, algo rígida, la convierte en aptas para distancias de hasta 50 km , y gracias a la membrana podremos estar más tiempo bajo condiciones adversas (lluvia o charcos) que otras zapatillas de su categoría. La suela Michelin responde con corrección en la mayoría de superficies, exceptuando zonas muy embarradas, con lo que la polivalencia de terrenos será un hecho.


REVIEW

Tipo de corredor

Tipo de corredor

La marca italiana no individualiza al destinatario de estas Garmont 9.81 Track GTX; nosotros las consideramos aptas para un corredor de peso medio/alto, que no posea gran técnica de carrera y que se encuentre cómodo a ritmos tranquilos, que le guste la buena protección aunque a cambio pierda sensación del terreno y que, finalmente, no le dé demasiada importancia al peso del calzado. Decimos que no es necesaria una técnica depurada de carrera ya que la zapatilla se encarga de redirigir la pisada –a veces con demasiada brusquedad-, tener un drop de 8 mm que favorece a los que carecen de técnica y tener un upper muy reforzado que deja pocos errores de movimiento para el pie.

No recomendadas para aquellos corredores habituados a una amortiguación blanda, ya que las Garmont 9.81 Track GTX, a pesar de la media suela de EVA, la tiene bastante rígida. Por el contrario, dicha EVA proporciona una buena estabilidad en carrera.

Los perfiles medios nos han permitido tener algo más de control en las pisadas; aun así, estamos hablando de unas zapatillas “tanquetas”, robustas y muy protegida. De hecho la altura de la caña es algo elevada, molestándonos un poco en los giros o curvas con desnivel acentuado.

Distancia

Distancia

Si bien la marca sitúa a las Garmont 9.81 Track GTX para larga distancia, nosotros  matizamos y reducimos tal apreciación, ya que la amortiguación –tanto delantera como trasera- es bastante rígida. Correr durante muchas horas con ellas no está al alcance de cualquiera, a no ser que tengas los pies y piernas a prueba de terremotos. Además, aunque la horma no es estrecha y permite descanso a los dedos, la comodidad del calzado no es uno de sus estandartes. Siguiendo en esta línea, otro  de los factores que influyen es la poca dinámica de pisada, que obligan a ir a ritmos muuuuy tranquilos; la flexibilidad de la zapatilla es escasa y solo nos permite doblar por donde ella quiere, y no por donde el pie necesita. La rigidez y contundencia del calzado trabaja como un bloque unísono, redirigiendo la pisada en todo momento: es decir, es igual con qué parte de la suela tomemos contacto con la superficie, ya que la zapatilla tiende a acabar el aterrizaje por su cuenta con el objetivo de que toda la suela pise el terreno. Esto puede ir bien cuando llaneamos, pero no cuando hemos cogido alguna curva en bajada.

En consecuencia, situamos la distancia óptima entorno a los 50 km; más allá (o más aquí) de ese kilometraje dependerá exclusivamente de las cualidades –y ganas- del corredor.

Tipo de terreno

Tipo de terreno

La suela Michelin de las Garmont 9.81 Track GTX nos deja un sabor agridulce: si la membrana Gore-Tex que recubre las zapatillas las hacen específicas para correr bajo lluvia o charcos, esto es, en superficies húmedas, el comportamiento de la suela no se ha ajustado del todo a las expectativas objetivas que dan a entender. La poca prominencia de sus tacos y la poca separación entre ellos hacen que subidas o bajadas de tierra compacta húmeda hayamos tenido que estar alerta en cada pisada para evitar resbalones.

Por otra parte, en los otros terrenos como tierra compacta, senderos, hierba, pistas o roca con relieve, la tracción ha resultado correcta (obviando, como en la mayoría de zapatillas, la roca lisa mojada).

La sujeción pierde fuelle en la zona del talón, donde éste se desplaza interiormente en aquellas bajadas técnicas muy rápidas, y eso que realizamos pruebas hasta con tres calcetines diferentes. Para el resto de casos, la sujeción en general se ha comportado sin sobresaltos.

Las protecciones son realmente contundentes: un termosellado rudo recorre el perímetro, protegiendo de manera portentosa los dedos de los pies. A ello debemos sumarle unos perfiles que sin ser demasiado altos sí son generosos y una protección en la planta del pie muy notable que, penalizando la sensación del terreno, nos ofrece confianza para pisar por donde queramos.

La impermeabilidad, a pesar de la membrana Gore-tex, no es infalible; de hecho, ésta se constituye como un mero elemento para retrasar la entrada del líquido, que acaba calando, ya sea bajo una lluvia constante o como resultado de haber cruzado muchos charcos durante nuestras salidas. Por ende, utilizar las zapatillas en días de calor no es nada recomendable, ya que la nula transpiración consiguió que se nos recalentaran los pies de manera notable.

Durabilidad

Durabilidad

Sin dudas, uno de los puntos fuertes que encontramos en las Garmont 9.81 Track GTX es el poquísimo desgaste sufrido en todo el conjunto.

En la media suela no se aprecian signos de compactación siquiera; solamente rozaduras por los impactos laterales contra piedras, raíces o similares.

La suela Michelin demuestra una buena adaptabilidad al pasar de los kilómetros, y se aprecia un desgaste mínimo tras el periodo de prueba, y eso que la hemos llevado por terrenos nada amables (piedras, rocas, asfalto etc…).

La zona del upper resiste perfectamente: en la capa exterior no existen roturas ni rasguños, ni tampoco se prevé el típico agujero en la zona de flexión.

Por tanto, y a juzgar por el estado actual, son unas zapatillas a las que le podremos hacer una cantidad enorme de entrenamientos.

COMPARADOR

Vs.

Autor: Fernando Pérez

Fecha de publicación: 26/12/2018

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