Dynafit Vertical Pro VS Black Diamond Ultra Distance Z-Pole

Muy bonitos y en mano, ligerísimos, estos DYNAFIT VERTICAL PRO. Combinación sobria y atractiva de colores, carbon – carrot, combinando el naranja ocre con el gris oscuro translucido que nos ofrece la fibra de carbono, su elemento principal. Los 152 gramos de nuestra unidad de 130 cm (disponibles en 115, 120, 125, 130, 135) son como poco sorprendentes y los convierten, de primeras, en un producto top, estáis de acuerdo? En la mano, su empuñadura en EVA nos resulta agradable al tacto, es ergonómica y dispone de estrías para favorecer el agarre y la transpirabilidad. Además está sobredimensionada longitudinalmente para poder encontrarla y agarrarnos a ella en cualquier situación, detalle muy positivo y resolutivo, la verdad, y que por lo visto no juega en contar del peso final. La empuñadura nos da paso a una no menos sorprendente dragonera, estructurada a semejanza de una simple “cinta de regalo”, sí, habéis leído bien, es una cinta translucida, liviana a mas no poder y transpirable, además de regulable mediante un pequeño y efectivo velcro. Todo un ejercicio de minimalismo que tendremos que probar a fondo, y más al comprobar que no es elástica. Fijándonos ya en el bastón, este es plegable en tres tramos, que una vez recogidos se quedan en 40 cm, medida óptima para transportar en la mochila nuestros bastones, no regulables por cierto. Los tramos de estos DYNAFIT VERTICAL PRO quedan unidos por un fino cordino (no cable) que queda a la vista cuando los llevamos plegados. Cordino que tensa y une el conjunto cuando tiramos del tramo superior (algo telescópico) hasta bloquearlo con un pequeño botón. Este botón hace que la operación tanto de montaje como de plegado sea rápida e intuitiva, comprobaremos que su funcionamiento sea fiable. El bastón viene rematado con una punta metálica, dura y fija, mientras que el florín, plástico y de pequeñas dimensiones también es fijo. Tenemos ganas de exprimirlos, así que echaremos a correr con ellos y os lo contaremos todo!

La verdad es que, sin verlos, lo primero que nos ha llamado la atención ha sido su extremada ligereza (276 g el par de la talla 120 cm). Nos los han dado metidos en su bolsa de transporte y hemos quedado absolutamente sorprendidos por su peso. Otra grata sorpresa ha sido el poco espacio que ocupan. Con bolsa y todo, no tendremos ningún problema para ponerlos en el interior de una mochila. Una vez fuera de la bolsa, la estética de los bastones destaca por su sobriedad. En color gris con algún detalle azul y con empuñadura, dragonera, florín y punta en negro, es un diseño a la altura de la alta tecnología de estos bastones de la casa Black diamond. Una vez en nuestras manos, inevitablemente nos hemos dirigido hacia la empuñadura, pues será la parte con la que más contacto tengamos durante nuestras carreras. El tacto es agradable y, ya antes de usarlos, se puede intuir que el sudor de nuestras manos no nos provocará problemas de grip. La dragonera, aunque tiene una forma bastante ergonómica, es un poco rígida al tacto. En cualquier caso, mejor esperar a probar los Ultra Distance Z-Poles antes de emitir juicios precipitados. Se trata de unos bastones no regulables en altura, por lo que resultará de máxima importancia la elección de la talla apropiada a la hora de adquirirlos. Fabricados en fibra de carbono, se pliegan en tres tramos, de forma que de 120 cm, pasamos a 40 cm cuando están plegados. Su construcción es similar a las de las sondas para la búsqueda de supervivientes en los aludes de nieve, es decir, cuando están plegados dejan a la vista una especie de cable, protegido con una goma, que discurre por el interior de los bastones y que mantiene unidas las diferentes partes. La empuñadura es de espuma EVA y la punta es intercambiable. Originalmente vienen con una punta de plástico pero, en la bolsa de transporte, incluyen dos puntas de carbono para cambiarlas por las de plástico cuando lo estimemos oportuno. El florín es pequeño y no es intercambiable.