PROS:
1. Son unas zapatillas realmente cómodas, incluso para uso diario.
2. Tienen una estética muy atractiva, llama la atención a la gente y gusta.
3. Son muy protegidas, tanto el upper como la mediasuela, no se notan ni los impactos frontales, ni bajo nuestros pies.
4. Muy duraderas, tanto upper, mediaduela como suela, pensadas para que nos acompañen durante muchos entrenos o ultras.
5. La suela Pomoca es la leche, todoterreno.
6. Los cordones son de los pocos que nos los hemos podido poner sin doble nudo (y no se han deshecho).
CONTRAS:
1. Que no haya los mismos colores para mujeres y hombres. Hay hombres a los que les ha gustado el color que hemos probado y se han quedado con las ganas de comprárselas.
2. La doble capa de tejido y el grosor del upper consigue que a veces nos suden excesivamente los pies, y más ahora que se acerca el verano.
3. No hemos conseguido sacar la plantilla, la mitad delantera está enganchada. Por una parte es positivo porque así no se mueve, y por otra habrá que ser más meticulosa a la hora de limpiarla.
4. Por poner un pero, al inicio de las pruebas el barro se enganchaba en exceso en la suela y costaba deshacerse de él. Solucionado con la suma de kilómetros.
5. Por poner otro pequeño pero, las lengüetas se inclinan ligeramente, sin llegar a molestar. Es un aspecto más estético.
Resulta curioso calzar por primera vez las Arcteryx Norvan VT y detectar la primera de las numerosas innovaciones que aportan: se trata de la sustitución de la lengüeta por una polaina que envuelve completamente la parte superior del pie, desde de la puntera hasta el talón. Para colocarla correctamente a la primera, nos ayudaremos de las presillas situadas en las zonas del talón y de la zona superior del empeine. Sin necesidad todavía de anudar el cordaje, notaremos un excelente ajuste en todo el pie, gracias a la elasticidad del tejido de la polaina.
Una vez anudadas, el ajuste se hace firme y contundente, transmitiendo una cierta rigidez en el conjunto de la zapatilla. Los primeros pasos resuenan sobre el terreno, confirmando esta sensación de dureza. Sin embargo, el pie no se siente aprisionado, seguramente porque la horma es suficientemente ancha como para permitir una cierta movilidad interior. Por ahora, nos sentimos cómodos con ellas.