Dynafit Alpine Pro VS Dynafit Feline X7

Las primeras sensaciones con las Alpine Pro son un poco inciertas. Se trata de una zapatilla de formato bastante tradicional (con 8 mm de drop). Posee una aparatosa banda rígida para sujetar el talón y muchas protecciones de plástico que nos hacen dudar de su flexibilidad y nos sugieren un comportamiento de tanque. Pero otros elementos matizan esta impresión: la zapatilla flexa con facilidad en su parte frontal, pesa muy poco para el tipo de producto que es (apenas 300 gramos) y posee un material en la media suela verdaderamente blando y que sugiere mucha comodidad.
Una vez puestas (no sin cierto trabajo: el moderno sistema de lazado impide una obertura ancha que permita ponernoslas sin esfuerzo) la sensación es positiva: la amortiguación nos parece un punto fuerte y la rigidez que intuíamos se ha esfumado: son verdaderamente cómodas. No se advierte por ningún lado la rigidez del talón y las protecciones están bien distribuidas por el upper para que no nos enteremos demasiado de que existen.
Los primeros pasos redundan en esta sensación de comodidad. Parece que la primera de las características de las que hablábamos en la introducción (la comodidad) se cumplirá con creces. Además proponen un correr muy fácil: su perfil de rocker muy pronunciado y drop muy sensible nos lanza hacia adelante y nos invita a ponernos a correr inmediatamente. 

Llega ese momento que tanto nos gusta, calzarnos unas zapatillas nuevas. Abrimos el BOA, un simple click hacia fuera, afloja el sistema y se abre toda la boca de la zapatilla. El pie entra solo de una manera muy suave. Un suave apriete, click, cerramos el BOA y basta dar unos giros para sentir como se aprieta la zapatilla de una manera uniforme. Giramos la rueda suavemente hasta que encontramos el punto de apriete que nos parece adecuada. Ya esta, que sencillo! Una vez puestas, es lo más parecido a llevar unos pies de gato para escalar. Mucho más ligeras de lo que aparenta un chasis tan rígido, El tallaje es pequeño comparado con la “media” y sientes como la zapatilla recoge el pie. Son unas zapatillas muy muy afiladas y eso se deja notar sobretodo en la zona del upper y en la zona de los dedos. Aparentemente no son muy cómodas, pero veremos que tal se portan con el paso de los kilómetros. Y la suela… ayyyy la suela. Dynafit ha apostado por la casa Vibram apra desarorllar la suela de esta zapatilla. La comparación es un tanto extraña, pero creedme que la sensación es muy parecida a llevar unos crampones para hielo. Uno se siente un tanto lejos o separado del suelo pero confiado de que llevas algo en los pies que te va a pegar al suelo siempre que lo necesites.