Camelbak Ultra Pro Vest W VS Camp Trail Vest Light 2013

Nos vestimos con la Camelbak Ultra Pro 6 L para salir a entrenar. Nos gusta el tacto, el ajuste, aunque creemos que tal vez en pleno verano nos pueda crear algo de calor.
El ajuste se realiza con únicamente dos cintas en los pectorales: en un inicio pensamos que tal vez sería insuficiente pero después de poder entrenar con ella, vemos que la mochila se ha mantenido perfectamente estable, incluso cargada y que además, son de fácil reajuste si se requiere durante el entrenamiento.
Nos ha encantado las modificaciones que camelbak ha realizado sobre el antiguo modelo de la Ultra Pro: el portabidones está situado en una parte más elevada del tirante, facilitando la hidratación; los bolsillos por lo general son de fácil acceso, aunque al estar abiertos de forma vertical o horizontal deberemos de ser meticulosos en las cosas de depositamos en cada uno de ellos; el fit femenino hace que sea una prenda que se ajuste a la perfección y sea cómoda para la mujer, siendo las tiras un factor determinante de este ajuste perfecto, así como la elección de la talla correcta.
Los materiales utilizados pretenden suavidad al tacto y a la vez transpirabilidad. La malla 3d de la parte anterior, busca la evacuación del sudor. La parte exterior y de los bolsillos, está cubierta de Nylon, material que tal vez limita la citada transpirabilidad, sin embargo, estando en pleno verano, la mochila nos ha resultado agradable y no muy engorrosa. Nos gustaría destacar, que hemos probado la mochila sin camiseta y tras un entreno de más de 3 horas, no nos ha realizado ninguna herida o roce en la piel, por lo que aseguramos que el tejido interior es altamente agradable.

La mochila CAMP Trail Vest Light 2013 no deja indiferente al verla y manipularla por primera vez debido a la espectacularidad de su corte y a sus múltiples detalles. Constatamos que se trata de un modelo super ligero (310 gramos), tal y como se apunta en su nombre, fabricado con una poliamida finísima y resistente y por dos tipos de rejilla que nos sugieren una apuesta por la ligereza en detrimento de su estanqueidad y que no parece reñida con la resistencia o durabilidad, ya que las costuras son robustas. El tejido de los tirantes (una rejilla muy resistente con rebordes cosidos) contribuye a esta sensación de ligereza y permite una gran transpiración, al igual que el tejido de la espalda. Se trata de una mochila a medio camino entre las que son de tipo chaleco (muy ceñidas y que cubren buena parte del pecho del corredor) y las deliberadamente exteriores (que acumulan la carga en la espalda). Y ello no parece reñido con la capacidad, ya que posee dos compartimentos ciertamente amplios que, según el fabricante y también según nuestra constatación, llegan sobradamente a los 10 litros. Al mismo tiempo se observa que han cuidado los acabados y los detalles de manera muy cuidadosa, hecho constatable en la profusión de bolsillos funcionales repartidos por toda la Camp Trail Vest Light 2013, por los distintos elementos de sujeción que posee, por la funcionalidad de los distintos cierres y por la afortunada distribución de todos estos gadgets, que estan diseñados para permitir su manipulación en marcha y en las condiciones típicas de los ultras. Parece ser una mochila que ha sido diseñada después de mucho trabajo de campo. La mochila se ajusta al cuerpo perfectamente gracias a un sistema de cierre afortunado: las correas ventral y pectoral se bifurcan en dos y poseen 4 puntos de contacto con el cuerpo de la mochila, por lo que su estabilidad es perfecta. Además, cabe añadir que CAMP proporciona 3 tallas distintas para su Trail Vest Light 2013. Los cierres están pensados para ser utilizados sin problemas en todas las condiciones posibles: además del sistema de presión típico de la inmensa mayoría de mochilas, llevan superpuesta una pieza de plástico relativamente voluminosa que estirándola acciona igualmente la apertura de los mismos y que resulta especialmente útil en caso de llevar guantes o de poseer poca sensibilidad en las manos a causa del frío. En las salidas invernales realizadas su uso ha sido muy positivo, ya que con un burdo estirón basta para abrir los cierres. En el mismo sentido, las cremalleras incorporan un añadido de plástico para facilitar también su rápida apertura.