Brooks PureGrit 6 VS Inov-8 X-Talon 225

A primera vista las Brooks PureGrit 6 son unas zapatillas (a mi gusto) muy atractivas, ¡hasta me las pondría para vestir! Pero vamos al grano, vamos a calzarlas, y ¡tatxan!, primera gran sorpresa: la facilidad en calzarlas es asombrosa. Con el nuevo upper y cordones elásticos el pie entra con mucha facilidad y con la misma facilidad se sujeta al pie, casi para empezar a correr sin apenas ajustarse los cordones. Parece que los cambios en el upper verdaderamente han mejorado las PureGrit 6.
Más allá de esta facilidad en ponerlas, las Brooks PureGrit 6 son verdaderamente cómodas. Un upper que se ajusta muy bien al empeine y que también nos da una gran sensación de agarre.
Con los primeros pasos con las Brooks PureGrit 6 en seguida se hace evidente el contacto con el suelo. Con un drop de 4mm y una suela de 20mm como máximo, las Brooks PureGrit 6 se situarían en lo que se denomina “transición al minimalismo” o, como Brooks prefiere llamarlo “natural running”, y eso se nota. Como también se nota la amortiguación media-baja. Por suerte, quién las prueba es una corredor “ligero”, pero da la sensación que para pesos elevados está amortiguación puede ser escasa. Pero para saberlo con seguridad habrá que darles caña.

Como primeras impresiones de las nuevas Inov-8 X-Talon 225 sólo podemos decir maravillas. Como apunte, debemos decir que somos fans de la marca y todo producto que nos cae a las manos lo miramos con cierta admiración. Pero como buenos probadores, no nos dejaremos influenciar por nuestra simpatía con la casa y seremos totalmente críticos tanto para lo bueno como para lo malo.
Su forma tan agresiva, tan extrema y tan “competi”, es uno de los puntos que más nos gusta de esta zapatilla en cuanto a diseño se refiere. Una zapatilla muy ligera, muy flexible, con pocas filigranas pero con una suela con unos tacos extremadamente pronunciados. Cogerlas con las manos equivale a retorcerlas por todas las bandas y costados, tocar los tacos y apretarlos, y sospesarla con la mano para comprobar su escaso peso.
En los pies la zapatilla sienta muy cómoda y muy bien ajustada. La entrada del pie no es fácil, debemos abrir bien los cordones si queremos hacerlo con suavidad sin tener que empezar a tirar la lengüeta y los laterales para calzarla. El pie dentro queda perfectamente sujetado en las zonas laterales y zona de talón, los dedos nos quedan libres sin sensaciones molestas. Con la zapatilla bien atada, nos damos cuenta de que tenemos en nuestros pies una zapatilla creada para VOLAR. Ya nos podemos preparar bien, porque estas zapatillas no aceptan ritmos lentos!