Asics Gel Fuji Pro W VS Mizuno Wave Hayate 2

Te las pones y todo encaja a la perfección, el pie está sujeto sin casi apretar los cordones... esto es desde luego distinto a otras zapatillas de trail, donde la zona del antepié suele ser ancha y es necesario apretar bien el centro para llevar la zapatilla segura. Aquí el ante pie es bastante estrecho, nada de sentir los dedos moviéndose por dentro. Con éstas se nota que lo que vas a apretar bien son los dientes, porque si quieres correr, te van a dejar correr…. ;) Están acolchadas sólo en la zona del retropié, que además agarra bastante bien el talón y notamos cómo está sujeto y firme. Cuando metemos un dedo entre zapatilla y talón, comprobamos la dureza del ajuste y vemos la pieza de plástico duro que recubre exteriormente toda la zona. Es la parte más reforzada de la zapatilla en contraposición a la puntera, que no tiene una gran protección (así vistas, no querríamos dar una patada a una piedra con ellas). Un punto positivo para los que sufran del tendón de Aquiles es que el cuello de las Asics Gel Fuji Pro es bajito, dejando el tendón libre, sin ningún tipo de roce. Aún con este detalle del talón siguen sujetando muy bien la zona posterior. Nos resultan tan ajustadas que probamos con varios calcetines antes de salir a correr y nos sentimos más cómodos con unos finitos que con los que habitualmente corremos por montaña. Ya en la calle, andamos un poco con ellas antes de ponernos en marcha. La verdad que son tan ligeras que nos dan ganas de dar saltos con ella y probar a lanzarnos por una pista cuesta abajo, alargando la zancada y apretando los dientes :p

Decíamos que al tacto eran ligeras y flexibles. Pues una vez con los pies enfundados en las Mizuno Wave Hayate 2 dichas sensaciones se acentúan, y si además añadimos lo cercanos que nos notamos al suelo, podemos colgarles sin ninguna duda la etiqueta de voladoras. Su peso en talla Euro 42,5 es de 270g. La ligereza, juntamente con su flexibilidad y la libertad del talón debido a la poca altura de la caña, nos proporcionan una movilidad sin limitaciones. Con un buen atado nuestro pie queda bien sujeto, tan solo tenemos espacio para mover nuestros dedos. La inesperada sorpresa aparece al forzar movimientos laterales, pues el upper cede y permite que el pie se desplace. Forzaremos dicho movimiento en carrera, veremos como responde. Nos sorprende gratamente su amortiguación, pues con los primeros pasos parece que su mediasuela responde muy bien a nuestras pisadas, tanto en el talón como también en la puntera. Al igual que en su predecesora, la lengüeta solo va cosida al upper el su parte frontal, necesitando una buena colocación al entrar nuestros pies. Al tensar y atar los cordones parece que queda bien fijada, estaremos pendientes de ella al salir a correr. Hasta el momento solo tenemos buenas sensaciones, empezamos bien.