La primera sensación que nos dejará alucinados de las zapatillas Under Armour SpeedForm XC es su extrema comodidad: son unas zapatillas súper confortables. La gran suavidad y elasticidad del upper, confeccionado en sus dos terceras partes anteriores en neopreno, y el resto en una malla un poquito más rígida, nos proporciona una increíble sensación de no llevar nada puesto. Además, son increíblemente fáciles de poner, debido precisamente a esta elasticidad del material del upper, y entran como un guante. Poseen solamente una costura (la que une las dos partes del upper, absolutamente imperceptible) y la unión entre el upper y la entresuela se realiza mediante un implante de silicona, de modo que no hay ninguna costura más y el pie descansa directamente sobre la media suela, sin necesidad de ninguna plantilla. La comodidad de la zapatilla se mantiene perfectamente en caso que no se lleven calcetines: es un modelo ideal para correr sin ellos, pese a que el hecho de que no posean plantillas no le favorece demasiado.
A bote pronto nos sorprenden en gran manera los minúsculos tacos que las Speedform XC poseen en la suela, con un relieve muy poco pronunciado. Nos vamos formando la idea de que se tratará de unas zapatillas con un comportamiento poco apto para terrenos descompuestos (barro, tierra, etc.), pero no avancemos acontecimientos.
Las Speedform XC también producen una gran sensación de ligereza. La espuma que configura la media suela es muy liviana y, pese a una amortiguación más que correcta, no conlleva demasiada adición de peso. Las zapatillas no llegan por poco a los 250 gramos en su número 44.
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