GALE 12

AONIJIE

DATOS TÉCNICOS

  • Peso -- g
  • Precio 56,95 €
  • Temporada SS20
  • Capacidad 12.0 litros
  • Capacidad extendida en litros 12.0 litros

GALERÍA


CONCLUSIONES

Pros & Contras

PROS

1. Muy buen fit: Comodidad sin rebotes, muy apreciados por el corredor.

2. Versatilidad: Los sistemas de ajuste permiten su utilización en diversidad de salidas.

3. Relación calidad/precio: Para muchos el precio es una variable importante que, en este caso, inclina claramente la balanza a su favor.


CONTRAS

1. Bolsa de hidratación: Si optamos por este sistema, el agua se calentará al contacto con la espalda. También puede darnos algún problema la sujeción del tubo para beber. 

2. No impermeable: No tiene ningún compartimento estanco.

3. En días calurosos, el sudor calará al interior de la mochila.

Conclusión

Cada vez es más conocida por el pelotón de corredores la marca Aonijie, por sus mochilas, cinturones, bastones y otros accesorios para correr, de buenas prestaciones y precios muy competitivos. Ahora, con esta mochila-chaleco Aonijie Gale 12, de 12 litros de capacidad, presenta en el mercado un producto muy bien diseñado, pensado para ser útil en carrera, elaborado con materiales de calidad y, de nuevo, con un precio difícil de mejorar (por debajo de los 60 euros).

Los problemas más habituales que suelen encontrar los corredores en este tipo de mochilas han quedado solventados en la Aonijie Gale 12. Así, podemos destacar que no hay rebotes en carrera, fácil accesibilidad a buena parte de compartimentos sin necesidad de quitarse la mochila, buen sistema porta bastones o la posibilidad de combinar dos formas diferentes de hidratación. Además, la suavidad del tejido y las costuras hace que la mochila resulte cómoda en todo momento, a lo que debemos añadir que disponemos de tres tallas diferentes (abarcando de 76 a 106 cm de contorno pectoral), por lo que seguro que daremos con la mochila idónea para nosotros.

La Aonijie Gale 12 se adapta perfectamente a diferentes niveles de carga, gracias a la elasticidad del tejido y a un sistema de ajuste de la parte trasera muy logrado. Eso permite que tengamos una mochila retráctil y que podamos contar con ella para todo tipo de salidas, desde una en la que solamente necesitemos algo de hidratación, el teléfono y poco más, a competiciones de ultra distancia con una larga lista de material obligatorio pues, sin duda, tendremos capacidad suficiente. 

Resulta destacable que, independientemente de la carga y las distancias recorridas, las buenas sensaciones al correr con la Aonijie Gale 12 se han mantenido en todo caso, permitiendo de forma notable la libertad de movimientos y con un reparto bien equilibrado del peso por todo el contorno de nuestro tórax, gracias a sus once compartimentos, a los que debemos añadir la posibilidad de portar bastones.

En la Aonijie Gale 12 encontramos pequeños detalles que pueden marcar la diferencia. Como son la manta térmica que viene incluida (pocas marcas apuestan ahora por incluirla en sus mochilas), el silbato que es imprescindible para aumentar la seguridad en la montaña o un enganche en un bolsillo interior para asegurar las llaves. Además, si compramos la mochila a través de la tienda oficial Aonijie tenemos una garantía de dos años.

Entonces, podemos utilizarla en todo tipo de salidas, siendo apta también para multitud de corredores, sean lentos o rápidos, pues sus escasos 192 gramos de peso hacen de este chaleco una opción interesante para aquellos que busquen productos ligeros, reduciendo gramos con el objetivo de ser más veloces. 

REPORTAJES RELACIONADOS



REVIEW

Sistemas de hidratación

Sistemas de hidratación

En la Aonijie Gale 12 tenemos la posibilidad de cargar agua mediante dos soft flasks (500ml cada uno) en la parte frontal, así como por una bolsa de hidratación de litro y medio en la parte trasera. Debemos advertir que, aunque Aonijie comercializa sus propios bidones y water bags, junto a la mochila no se hace entrega de ninguno de estos accesorios.

Como vemos, la Aonijie Gale 12 está preparada para poder cargar hasta un total de dos litros y medio de agua sin problemas, cantidad más que suficiente en la mayoría de ocasiones y carreras, por lo que será más habitual optar por uno u otro sistema, según las preferencias del corredor.

Para alojar los soft flasks tenemos en cada uno de los dos tirantes un bolsillo de malla elástica, en cuyo acceso encontramos un pequeño tirador reflectante, así como una goma que se puede ajustar para que la boquilla del soft flask quede totalmente sujeta a la mochila. El ribete del acceso al bolsillo también es elástico, de modo que todo eso logra una buena fijación del bidón blando.

Aunque este sistema es idóneo en carrera, ya que no tendremos que quitarnos la mochila para recargar los bidones, poner el soft flask lleno de agua en su sitio siempre resulta algo laborioso, y más si los restantes compartimentos frontales van bastante llenos. Ahora bien, con algo de práctica y con la ayuda de los tiradores, así como por la buena capacidad de los bolsillos, podemos decir que ha sido menos difícil que en otras mochilas con este mismo sistema. Además, para beber el acceso a la boquilla de los soft flasks es cómodo y se puede hacer sin bajar la velocidad de carrera.

Si no tenemos necesidad de cargar con toda la capacidad posible de agua, podemos llevar soft flasks de 250 ml, que pueden quitarse y ponerse de forma mucho más rápida. Gracias a la goma de ajuste de la boquilla, también quedarán bien sujetos y no se hundirán al fondo del bolsillo, por lo que los tendremos siempre accesibles para beber.

Por otro lado, en la parte interior trasera de la Aonijie Gale 12 encontramos un bolsillo grande destinado a la bolsa de hidratación. Quedará justo pegada a nuestra espalda, separada sólo por una fina malla muy transpirable. Advertimos que este compartimento no cuenta con ningún tipo de aislamiento, por lo que el agua cogerá nuestra temperatura corporal en muy poco tiempo.

Para sacar el tubo de la bolsa de hidratación, el bolsillo trasero se conecta a la parte delantera a la altura del hombro. Si bien disponemos de dicha opción en ambos tirantes, no podemos acercarnos el tubo por la parte inferior de la mochila, saliendo a la altura del codo. Una vez sacado el tubo, para su fijación el fabricante nos propone que lo enganchemos en las gomas de los soft flasks, aunque nos ha parecido más rápido y fácil pasarlo por debajo de las dos hebillas con las que nos ajustamos la mochila al pecho. De un modo u otro, la cuestión es encontrar un sistema que en carrera no nos moleste ni rebote el tubo de hidratación, para lo que habría sido idóneo añadir algún otro enganche o goma en la parte frontal de la mochila.

Por último, hemos descartado la posibilidad de cargar agua mediante bidones rígidos, si bien los bolsillos frontales que se superponen a los compartimentos para los soft flasks tendrían capacidad para ellos, no están pensados para eso y con el trote de la carrera se produciría un importante rebote que, al margen de su incomodidad, dañaría la tela de la mochila.

Compartimentos y extras

Compartimentos y extras

La Aonijie Gale 12 cuenta con nada menos que 11 compartimentos, si bien tres de ellos están destinados a la hidratación según hemos visto en el apartado anterior. Su distribución, entre la parte frontal y dorsal, así como los laterales bajo las axilas, permite una buena distribución de la carga, quedando muy compensado el reparto del peso en todo el chaleco.

En la parte delantera, tenemos tres bolsillos en cada tirante. El más pegado al pecho se destina al soft flask, sobreponiéndose otro bolsillo que se alarga hacia el costado, logrando así una capacidad considerable. Este bolsillo más externo es el de mejor acceso, con ambas manos, por lo que puede destinarse a todo aquello que con mayor probabilidad podamos necesitar en carrera: desde alimentación a prendas ligeras o accesorias (tubular, gorro, guantes, manguitos, gafas de sol…), sin problema para añadir incluso un ligero cortavientos. Eso sí, siempre que no sean objetos de mucho peso, pues el tejido es elástico para extender su capacidad, pero no resulta idóneo para elementos pesados.

Justo encima de las boquillas de los soft flasks, tenemos en cada tirante un pequeño bolsillo que acaba ya cerca del hombro. Son dos compartimentos para añadir algún gel, pastillas de sales, unas llaves o poco más.0

Para finalizar con la parte delantera, en el tirante izquierdo se sobrepone el único bolsillo con cierre mediante cremallera (de 12 cm), donde guardar el teléfono móvil, cartera u otras cosas de valor que no debamos perder en ningún caso. También se expande hacia el costado, logrando así una notable capacidad, donde nos cabrá hasta teléfonos de 6,8", tal y como nos indica el fabricante en las especificaciones de la mochila. Ahora bien, debemos advertir que este bolsillo está elaborado con el mismo material de la restante mochila, sin mayor protección para evitar golpes o que pueda mojarse el interior.

En cuanto a la parte trasera de la Aonijie Gale 12, tenemos los cuatro grandes compartimentos, uno de los cuales se destina a la bolsa de hidratación. De los otros tres, si nos fijamos en el más inferior, se dispone de forma horizontal por encima de la zona de los riñones, con una obertura en cada uno de los dos extremos, siendo perfecto para guardar un impermeable o similar. Si bien no tiene ningún sistema de cierre, los accesos están diseñados de modo que sea muy difícil, por no decir imposible, que se salgan las prendas que hayamos metido en él. Lo ideal es poder acceder a este bolsillo sin necesidad de quitarnos la mochila, pero no es cuestión fácil, teniendo que maniobrar con los dos brazos y tener buena flexibilidad para ello. Si el chaleco nos queda muy alto todavía será más difícil el acceso, por lo que seguramente muchos acabemos quitándonoslo para poder lograrlo, y más si acumulamos ya cansancio por las horas de marcha.

Justo encima del anterior compartimento, encontramos tres bolsillos superpuestos que, de interior a exterior son: bolsillo para la bolsa de hidratación, otro con acceso por la parte de arriba y cierre mediante una especie de cinta o enganche (que es el de mayor capacidad) y el tercer bolsillo con cierre mediante cremallera lateral.

Los dos últimos compartimentos indicados estarán destinados a todo aquello que debamos cargar “por si acaso” o que sea de peso. Ambos tienen muy buena capacidad, y quedan bien cerrados. En el bolsillo más externo, con cierre de cremallera, además encontramos un enganche para llaves y un pequeño compartimento, en el que se puede guardar la manta térmica. Debemos indicar que esta última, junto a un silbato que se sujeta al lado de los soft flasks, son los dos únicos extras que vienen ya con la mochila, al margen de los detalles reflectantes de las tiras y el dibujo de la parte dorsal del chaleco.

En definitiva, la capacidad de la Aonijie Gale 12 resulta más que suficiente para cargar con todo aquello que podamos necesitar para afrontar cualquier salida al monte, pudiendo asumir sin problemas el material obligatorio de cualquier prueba tipo ultra, totalmente repartido a lo largo y ancho de nuestra caja torácica.

No podemos finalizar este apartado sin una mención especial a uno de los elementos más destacables de la Aonijie Gale 12: Sistema porta bastones. Pensado para bastones plegables por fragmentos, podemos sujetar uno en cada costado, en las tiras frontales del chaleco. Para ello tenemos una especie de brida de tela en la parte inferior y otra cinta ajustable a la altura de la boca del soft flask. Una vez plegado el bastón, introducimos en la tira de abajo la parte menos voluminosa del mismo, para después ceñir en la parte superior la empuñadura y la punta del palo. Es un sistema bien sencillo que permite cargar bastones sin necesidad de quitarse la mochila, con una sorprendente eficiencia, pues cuesta pocos segundos realizar toda la maniobra y, una vez bien sujetos los bastones, no molestan para acceder a los bolsillos frontales ni para bracear en carrera.

En carrera

En carrera

Una vez cargada la mochila con todo aquello que podamos necesitar, llega el momento de ponérnosla y ajustarla. El cierre en el pecho se hace mediante dos hebillas de muy fácil y rápido anclaje (con un simple click). Cada una tiene cinta de sobra, según el ajuste deseado y, además, podemos adaptarlas a diferentes alturas a lo largo de nuestro pecho hasta en ocho posiciones distintas, que vienen a cubrir toda la altura de los bolsillos para los soft flasks. Muy bien pensado este sistema de ajuste, pues en caso de que una de las dos cintas nos llegara a molestar en la zona pectoral, siempre tendremos un margen para adaptar la Aonijie Gale 12 a nuestras necesidades. Tratándose de un chaleco unisex, esta posibilidad de adaptación puede ser muy útil para las mujeres.  

Antes de arrancar también debemos precisar que, para asegurar totalmente la carga que llevamos en la espalda, especialmente si no vamos a tope, encontramos en cada lateral una goma que va pasando en forma de S, la cual puede también ajustarse. Otro detalle muy bien pensado que permite aumentar la versatilidad de esta mochila, pues podremos ir con ella aprovechando sus 12 litros de capacidad o, para salidas más cortas, como si fuera una mochila pequeña (5 litros), manteniéndose la sujeción de la carga.

Hecho todo lo anterior, podemos apreciar como toda la Aonijie Gale 12 rodea nuestra caja torácica perfectamente. Un fit ajustado y cómodo, que se mantiene al correr con ella. No hay rebotes, no se mueve la carga ni la mochila, sin que por ello notemos presión o incomodidad en ninguna zona, a la vez que mantenemos total libertad de movimientos. Incluso con los bastones y los bolsillos delanteros a tope, el braceo al correr puede realizarse sin problemas.

Valoramos el buen diseño de la Aonijie Gale 12, tanto por su forma de chaleco como por la distribución de compartimentos para llevar todo lo necesario. Han conseguido una mochila apta para llevar de todo, muy equilibrada en cuanto a ajuste y comodidad, lograda también gracias al tacto agradable del tejido y la ausencia de puntos rígidos o duros. Incluso los ribetes son bien suaves, evitando la aparición de rozaduras en zonas como el cuello o las axilas.

Debemos admitir que, en un principio, nos pareció que la zona de las axilas podría ser problemática (por lo cerca que queda el chaleco de esta delicada parte), pero incluso corriendo con una camiseta sin mangas no ha habido molestia que lamentar. Además, disponiendo de tres tallas diferentes, podremos dar con el chaleco idóneo para nuestra anatomía.  

Hemos probado la Aonijie Gale 12 con diferentes niveles de carga. Así, desde ir con un soft flask pequeño, un móvil, un par de geles y una chaqueta cortavientos solamente, a ir añadiendo material hasta llegar a ir con toda el agua posible (soft flasks de 500 ml y bolsa de hidratación), bastones y ropa y comida para afrontar cualquier ultra. Debemos resaltar que, en todos los casos, las sensaciones al correr son muy similares, pues gracias al ajuste de la parte trasera, que nos permite las dos gomas comentadas más arriba, el rebote en todo caso es inapreciable: Ni de los soft flasks, ni de los bastones, ni de los elementos más pesados que podamos cargar a la espalda (frontal, botiquín…).

En cuanto a la parte interior de la Aoinijie Gale 12, que está en contacto con nuestro cuerpo, las tiras delanteras del chaleco tienen una malla, al igual que la parte dorsal, si bien esta última es mucho más fina. Aunque este acabado interior debe ayudar a la transpirabilidad, nos ha tocado hacer las pruebas en período estival y no podemos negar que hemos sudado, sin que la evacuación del sudor fuera lo suficientemente rápida como para evitar que el interior de la mochila llegara a empaparse.

Ya que hablamos de proteger el material con el que cargamos, también debemos advertir que el tejido no es impermeable, ni hay ningún bolsillo estanco. Si bien puede repeler las primeras gotas de lluvia, evitando que se acumule el agua y empape la tela, solamente soportará una lluvia fina y de corta duración. Sea por sudor o por lluvia, se nos ha mojado la mochila, pero valoramos, eso sí, que el secado de la tela no se haya demorado mucho.

Por otra parte, han pasado horas y kilómetros y, en ninguna ocasión, hemos perdido las buenas sensaciones iniciales respecto a la carga, corroborando el buen fit percibido nada más ponernos el chaleco. La acumulación de horas solamente se ha notado en que pueda resultarnos más costoso, por el cansancio, el acceder de forma fácil a algún bolsillo (especialmente el inferior de la parte trasera), así como maniobrar rápido con los soft flasks o los bastones.

Resistencia / durabilidad

Resistencia / durabilidad

Apreciamos una mejora en este apartado en la nueva Aonijie Gale 12 respecto a mochilas predecesoras, a lo que sin duda habrá ayudado la incorporación de materiales de gran calidad: cremalleras YKK, así como anclajes Duraflex.

Hemos realizado pruebas durante varias semanas y, pese a tratarse de un producto ligero, suave y para nada robusto, no ha dado muestra alguna de fatiga ninguno de los componentes de la mochila: el tejido (75% nylon, 25% spandex) mantiene su elasticidad, las cremalleras corren perfectamente (sin haber sido necesario limpiarlas o lubricarlas), así como los anclajes funcionan igual que el primer día. También los ribetes y costuras se mantienen, sin roturas ni haber saltado ningún punto.

Por otra parte, tras varios usos y antes de pasar por la lavadora, no apreciamos que la Aonijie Gale 12 haya retenido olores ni que aparecieran manchas de sudor. Aun así, ha viajado más de una vez a la lavadora, sin que eso tampoco haya afectado a la mochila ni perdiera color el tejido.

COMPARADOR

Vs.

Autor: Sergio Perbech

Fecha de publicación: 07/09/2020

TRAILRUNNINGReview