Los primeros pasos con las zapatillas Haglöfs Gram Gravel GT nos sugieren una gran comodidad. La amortiguación de Asics, con la que prácticamente todos los corredores nos hemos cruzado alguna vez en la vida, no sorprende: sin ser tampoco una opción maximalista, la mullida sensación de andar sobre algodones propia de la tecnología GEL es ya perceptible en los primeros pasos.
El corte clásico de las zapatillas también nos remite a un correr tradicional, con un drop relativamente acusado de 1 cm. Resulta interesante constatar como después de probar todo tipo de modelos con propuestas mucho más arriesgadas o innovadoras que se situaban cerca de los extremos del minimalismo y el maximalismo, enfundarse una zapatilla de un corte tan clásico produce una cierta sensación de "retorno al orden", de reencuentro con una forma de correr que nos resulta familiar y sencilla.
Las Gram Gravel no son un modelo ligero sino que debemos resaltar su relativa contundencia y advertimos también cierta rigidez. Probablemente, la adición de la membrana Gore-Tex refuerza esta sensación de robustez al incrementar el grosor del upper respecto al modelo sin membrana.
El pie se aloja cómodamente en el interior de la zapatilla, que posee una horma no especialmente estrecha. La tensión de los cordones nos acaba de propiciar una sujeción que a primera vista parece correcta.
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