La estética de las zapatillas es
chocante. Sí señor, esta es la palabra. A nadie deja indiferente. En nuestro caso, hemos necesitado unos cuantos días para familiarizarnos con ellas. Pasadas las salidas, ya las vemos como otras zapatillas más. Al correr acompañados, no ha habido nadie que no se haya fijado en ellas, siendo siempre la primera reacción de sorpresa y poco agrado. ¡Hasta nos pararon en un sendero preguntando qué llevábamos en los pies! Estaremos atentos a la reacción de los consumidores cuando las Response TR Boost salgan al mercado, pues las valoraciones estéticas que encontramos hasta el momento en las redes no le son muy favorables.
¿Que como son? Ya veis las fotos: tacos grandes y agresivos en la suela, que sobresale generosamente en la parte del talón; el Boost visto (parecido a porexpan comprimido) en la media suela; anchas cintas textiles en el upper; y una especie de polaina, que otorga a las zapatillas un curioso aire de zapatilla de básquet.
Al enfundar los pies en las zapatillas de Adidas, tenemos una grata sensación de comodidad. La lengüeta es fija, y como os contaremos más adelante, forma parte del upper.
El ajuste en la parte del talón es realmente bueno, parece que podríamos llegar a correr sin atarnos las Response TR Boost. En la puntera es un poco ancha, y conseguimos un buen agarre a base de tensar los cordones, veremos qué pasa al correr.
Uno de los aspectos que más sorprende de ellas es su peso, 335g en talla US 9. No son muy ligeras, pero aparentan ser mucho más pesadas de lo que en realidad son. Seguro que su peso sorprenderá a todos los que, como nosotros, trasteen las zapatillas.
Sorprende también la facilidad con la que las deformamos. Las doblamos lateralmente, y también unimos la puntera y el talón sin problemas, pudiendo ver al soltarlas como regresan rápidamente a su posición original. Seguro que notaremos este movimiento al correr.
Quedamos un poco aislados del suelo, debido a la suma del grosor de los tacos y la media suela, y notamos como este conjunto absorbe nuestras pisadas, sin correr, tanto en la puntera como en el talón.
Durante el período de pruebas, correremos sobre gran variedad de terreno: orientaremos en Los Pirineos, siempre a más de 2000 metros y corriendo fuera de caminos; pondremos a prueba su resistencia sobre el exigente macizo rocoso del Pedraforca; recorreremos tramos del camí de ronda, en la Costa Brava; y las cargaremos de quilómetros en distintas zonas bien conocidas por nuestras piernas, como son Montserrat, Collserola
Y correremos siempre con una palabra en la cabeza: Boost.
La primera sensación que tuvimos al calzarnos las Inov-8 270 fue que nos habían dado un número más pequeño que el que tenemos habitualmente, los dedos tocaban todo el perímetro de la puntera! Ya sabéis que debemos calzar aproximadamente un numero superior en las zapatillas para correr que en las que utilizamos en calle, verdad? Pues imaginad nuestra primera sensación! Ya estábamos a punto de cambiar el número, casi... Decidimos primero dar otra oportunidad a la 270, y nos atamos bien la zapatilla al pié. Y casi al instante esa sensación tan incómoda desapareció! Luego, viendo el desarrollo y construcción de la zapatilla entendimos el porqué: la zapatilla tiene una zona delantera tan ancha, que si no nos sujetamos la zona del talón el pié nos va, irremediablemente, hacia la punta de las Inov-8. Pero una vez nos sujetamos como es debido, el pié vuelve a su posición idónea, y la zapatilla se convierte -literalmente- en una prolongación de nuestro pié. Damos los primeros pasos y notamos como el fit de la zapatilla se comporta a la perfección, acompañando nuestra pisada sin inconvenientes, con comodidad y, con una gran ligereza. Comodidad, ligereza, firmeza... No podíamos sino salir a correr al momento de calzarlas!