Adidas Kanadia TR 8 VS Adidas Terrex Boost

Nuestra unidad de pruebas de las nuevas Adidas Kanadia TR 8 cuenta con una combinación de colores algo “cantones” que, como siempre contará con detractores y admiradores, gustos aparte y con ellas en mano nuestras primeras impresiones giran en torno a que son ligeras, sobrias, robustas, muy tapadas y bien acabadas.
Las empezamos a voltear y observamos su suela Traxion, con taqueado direccional y espaciado, su media suela con compuesto Cloudfoam y su upper cubierto en gran medida por material plástico.
Cordones redondos, rocker acusado, lengüeta alta, acolchado generoso en collar, cintas en lengüeta y talón…
En mano nos gustan y también nos gustan sus 275 gramos, un peso muy contenido para un primer precio, no creéis?
Una vez calzadas y atadas notamos que la “coraza” plástica del upper nos sujeta perfectamente el medio pie, a la vez que los dedos disponen de espacio más que suficiente, todo ello sin ninguna molestia o desajuste en collar y lengüeta. Por lo que respecta a la sensación de pisada, la media suela de Cloudfoam ofrece un tacto esponjoso y cómodo pero  más firme que su hermano Boost, dándonos una sensación de estabilidad muy notable.
Por cierto, que la plantilla sea fija no es de recibo hoy en día en una zapatilla de trail, por mucho modelo de acceso que sea, ahí queda eso…
En todo caso, como el movimiento se demuestra corriendo, vamos  a  hacer lo que nos gusta, echarnos al monte con ellas y  exprimirlas al máximo para vosotros.

La primera vez que nos calzamos la Terrex Boost no cuesta nada entrar el pie ya que podemos abrir bien la lengüeta. Una vez ajustamos el sistema de atado rápido, el pie queda inmóvil dentro de la zapatilla, pero notamos también enseguida que todo el upper se clava demasiado en nuestro empeine, por lo que tenemos que ir con cuidado de no apretar demasiado. Las primeras sensaciones al caminar es de no ser una zapatilla demasiado pesada (325gr), y la amortiguación que percibimos es más bien poca en la zona del medio pie. Se nota algo más en la zona del talón pero no son incómodas de llevar. La flexibilidad, aunque con la mano cuesta un poco, con el pie no cuenta nada, por lo que no se nota una zapatilla demasiado rígida. Creemos que van a ser unas zapatillas que, aunque no estén destinadas a practicar Trail Running, vamos a poder correr perfectamente con ellas. Pues vamos manos a la obra y a hacerle kilómetros que es dónde notaremos todos sus virtudes y defectos.