ULTRABAG 10L

Tirantes acolchados

Solo ver la WAA Ultrabag 10L nos daremos cuenta de que es una mochila diferente. Estéticamente es preciosa. Se parece más a una mochila para usar en el día a día, para desplazarte de casa al trabajo, que a una mochila para correr un ultra trail. Nos ha llamado la atención su forma totalmente rectangular y, es por ello, que no resulta difícil de imaginar que debe de ir súper bien para transportar el ordenador portátil (hasta 15 pulgadas). La parte en contacto con la espalda posee unos acolchados muy generosos y una redecilla en la parte central para favorecer la transpiración. Con sus 533 g no podemos considerarla como una mochila especialmente ligera, sin embargo, si tenemos en cuenta su apariencia y su volumen (10L), a primera vista da la impresión de ser más pesada. El tacto es muy suave y, sólo ver la cantidad de cremalleras, cintas y bolsillos exteriores que posee, nos hace pensar que ha de ser una mochila muy versátil. Además, el hecho de que vaya acompañada de una ‘Guía de uso’ ya es toda una declaración de intenciones.
Los tirantes son bastante anchos y muy acolchados. Poseen varias cintas y gomas que nos permitirán dirigir el tubo de la bolsa de hidratación, así como incorporar porta bidones y bolsas adicionales. En la cinta pectoral, el clip incorpora un silbato de emergencia, que es obligatorio en muchas carreras de ultra fondo.

A la hora de ponérnosla por primera vez, nos ha llevado su tiempo conseguir un buen ajuste. Podemos regular la altura de los tirantes así como la de la cinta pectoral. Si bien en vacío resulta súper ligera, os recomendamos llenar la mochila con el material que utilizareis en carrera antes de ajustárosla, de esta forma conseguiréis un buen acoplamiento entre la WAA Ultrabag 10L y vuestro cuerpo. Tiene una capacidad total de 10L, con unas dimensiones de 42 x 26 x 7 cm. Si conseguís un buen ajuste, veréis cómo la distribución del peso sobre vuestra espalda es muy buena. La cinta ventral queda aproximadamente a la altura del estómago, lo cual nos genera dudas sobre si resultará cómoda o no en carrera.

Aunque no hemos encontrado información al respecto, nos da la impresión de que el principal material de fabricación de la WAA Ultrabag 10L es el poliéster, el cual le da ligereza e impide que se empape, tanto con el sudor como con la lluvia. Las cintas de los hombros son agujereadas para facilitar la transpiración y evitar el aumento de peso.
Se trata de una mochila que se puede lavar en la lavadora cada vez que lo creamos conveniente. Nosotros, después de 4 ó 5 salidas, a pesar de que ni estaba especialmente sucia, ni olía mal, la metimos en la lavadora para comprobarlo. Os podemos confirmar que después del lavado sale como nueva.

WAA (What An Adventure!) es una joven marca francesa, con menos de 10 años de historia, que nació de la pasión por el Ultra Trail. Desarrollan, producen y comercializan equipamiento destinado a deportes outdoor y sus materiales son testados en algunas de las carreras más exigentes del mundo, como son el UTMB o la Marathon des Sables. Sin embargo, una de sus señas de identidad, es la de buscar productos que se adapten a todo tipo de personas, desde los amantes de los deportes extremos, hasta los jóvenes urbanitas. Precisamente, la mochila que hemos probado, la WAA Ultrabag 10L plasma a la perfección esta filosofía, ya que se trata de una mochila con la que puedes hacer un ultra trail o transportar tu ordenador portátil. Es verdad que con esta carta de presentación no parece una mochila muy PRO para un trail runner, pero si os quedáis un rato con nosotros os sacaremos de dudas.

Colocación del tubo de hidratación

La WAA Ultrabag 10L nos ofrece dos posibilidades para facilitar nuestra hidratación. Por un lado, el bolsillo trasero está exclusivamente preparado para incluir una bolsa de hidratación de hasta 2.5 L (no incluida), de forma que queda aislada del resto de la mochila y no mojaremos el contenido mientras rellenemos la bolsa con agua. Además, al tratarse de un bolsillo independiente, no tendréis problemas para meter la bolsa aunque hayáis llenado la mochila a tope. WAA vende aparte su propia bolsa, pero nosotros hemos probado con bolsas de la competencia y se adaptan bastante bien a la configuración de dicho bolsillo. Una vez introducimos la bolsa llena, la fijamos con una cinta de velcro, sacamos el tubo por un orificio en la parte superior y cerramos la cremallera. El tubo lo dirigimos hasta nuestra boca gracias a unas gomas situadas en el tirante derecho. Para rellenar la bolsa de hidratación, nos tendremos que detener, quitarnos la mochila, abrir la cremallera y, finalmente, la bolsa. No resulta ni más ni menos complicado que cualquier otra mochila con este sistema. El bolsillo para la bolsa no porta ningún tipo de protección térmica y está prácticamente en contacto con nuestra espalda así que iremos calentando el agua conforme pasen los kms.
La otra opción de hidratación consiste en comprar unos porta bidones que también se acoplan a los tirantes de la mochila. Los bidones pueden ser de 500 ó 750 mL y serán de fácil acceso al estar en la parte frontal.

Apertura 270º del bolsillo principal y bolsa amarilla resistente al agua

La gran cantidad de compartimentos de la WAA Ultrabag 10L, nos ofrece muchas posibilidades a la hora de organizar el material necesario para un ultra trail. Un consejo es que miréis el vídeo de la Web oficial en el que nos dan unas pautas y sugerencias que os pueden resultar muy útiles.

El bolsillo principal se abre en 270º mediante una cremallera doble, es decir, por arriba y los laterales, permitiendo un acceso inmejorable al contenido de la mochila. Dentro del bolsillo, una bolsa resistente al agua situada en la parte superior y una red elástica en la parte posterior nos ofrecen diferentes posibilidades para organizar el material. La bolsa resistente al agua se cierra con una cremallera y está pensada para cumplir varias funciones: guardar cosas mojadas para que no nos empapen el resto, guardar alguna prenda que no queramos que se nos moje, o bien guardar algún elemento pesado (comida por ejemplo) y evitar que se nos desplace hacia la parte inferior de la mochila durante la carrera. Además, esta bolsa tiene la ventaja de que se puede sacar de la mochila, ya que va fijada por dos clips. La red elástica también está pensada para colocar material que no sea muy grande (una camiseta o un mapa) e impedir que se nos desplace hacia abajo. Las dimensiones de este bolsillo nos obliga a hacer una buena distribución del material que coloquemos ya que, en el caso contrario, todo el material puede acabar amontonado en la parte inferior debido a los impactos de la carrera.

Otro bolsillo grande en la parte trasera está pensado para poner la bolsa de hidratación. Entre estos dos bolsillos, hay otro más pequeño rectangular para poner objetos como el móvil, la manta de emergencia o geles y barritas. Además, otros dos pequeños bolsillos en la parte frontal nos permitirá guardar las llaves (en el de la izquierda, ya que lleva un clip para engancharlas) o un MP3. Finalmente, otro bolsillo que nos puede pasar desapercibido está situado en la parte inferior. Está pensado para guardar el cubre mochilas impermeable por si llueve, ya que lleva un pequeño velcro donde engancharlo. De todas formas, nosotros lo hemos usado para poner algún elemento pesado de pequeñas dimensiones, como geles o frontales, y nos ha parecido bastante útil. Todos estos bolsillos tienen un pequeño cordino en la cremallera para un rápido acceso a los mismos.

En la parte externa, varios bolsillos elásticos de malla (sin cremallera), nos permitirán guardar las cosas que queramos tener más a mano. En cada uno de los laterales hay dos bolsillos que nos servirán para guardar cosas que podamos necesitar en carrera. De hecho, aunque no es fácil, son los únicos bolsillos a los que podemos acceder sin quitarnos la mochila. Nosotros los hemos empleado para guardar principalmente comida; geles, barritas, algún plátano o un pequeño bocadillo. En la parte frontal inferior, otros dos bolsillos de mayor tamaño os pueden servir para guardar un frontal, unos guantes o la cámara de fotos. Todos los bolsillos de la parte externa, al ser de malla elástica, permiten la evacuación de líquidos, tanto si es de la lluvia como si se nos ha derramado el contenido de una botella. Aunque se trate de bolsillos sin cremallera, su buena elasticidad hace que el material que ponemos en su interior apenas rebote y no correremos el riesgo de perderlo.

En cuanto a portabastones, la WAA Ultrabag 10L nos ofrece dos posibilidades. En la parte externa, una especie de bolsillo cilíndrico y elástico, que va de arriba a abajo, nos permite introducir los bastones (telescópicos o plegables) para guardarlos cuando no los vayamos a necesitar. Este procedimiento, a pesar de la elasticidad de la solapa, resulta bastante complicado y no nos ha resultado nada práctico, aunque hemos de reconocer que una vez colocados los bastones, quedan super fijados y no rebotan, ni se mueven, independientemente de cuál sea nuestro ritmo de carrera. Quizás con unos bastones telescópicos muy finos y con una roseta bastante pequeña es más sencilla la colocación de los mismos. A nosotros colocar el primero nos ha resultado fácil pero hemos tenido serias dificultades para colocar el segundo. Sin embargo, por la parte externa de esta solapa también podemos colocar los bastones sujetándolos por arriba y por abajo con dos gomas. Los palos quedan firmemente sujetos y es mucho más sencilla su colocación. Sin embargo en carrera, van bien pero siempre y cuando el ritmo no sea muy alto. Si te gusta bajar a fondo, mejor que no los coloques así porque los rebotes resultan bastante molestos. En cualquiera de los dos casos, necesitaremos quitarnos la mochila para poder colocar los palos. Imposible hacerlo en carrera.

En cuanto a sistemas de seguridad, como reflectantes y silbato, la WAA Ultrabag 10L va bien servida. En la cinta pectoral incorpora un silbato que es fácilmente accesible sin quitarnos la mochila. Los reflectantes están situados en la parte externa de la misma y son abundantes. El que más llama la atención es el logo de WAA que es de grandes dimensiones. Puesto que en los tirantes no incorpora ningún elemento reflectante, de noche, únicamente seremos visibles por detrás.

Sin lugar a dudas, aunque esta afirmación tiene sus peros, una vez en carrera nos ha sorprendido gratamente la WAA Ultrabag 10L y es que, a pesar de tener una apariencia no demasiado ergonómica, en general, resulta muy cómoda. Sí que es cierto que, a ritmos muy elevados, y sobre todo por terrenos muy abruptos, se producen ligeros rebotes, pero no olvidemos que estamos ante una mochila de 10L que normalmente emplearemos en carreras de larga distancia, en las cuales, serán pocas ocasiones en las que podamos sostener ritmos tan elevados.

En cualquier caso, lo que hemos visto es que, es fundamental la colocación de la carga, sobretodo, en el bolsillo principal. Lo ideal es guardar las cosas más pesadas en los compartimentos más pequeños, para que no se desplacen, y poner el material textil en el bolsillo grande. Si no lo hacéis así, veréis que todo lo pesado acaba en la parte inferior de la mochila y los rebotes durante la carrera se acentúan. Otro hándicap el hecho de que, en caso de transportar la mochila por debajo de su capacidad de llenado, no nos permite comprimirla para evitar que la carga se mueva en su interior. Por tanto, os recomendamos plantearos el uso de la WAA Ultrabag 10L en aquellos casos en que el material de carrera sea suficiente como para llevar la mochila bastante llena.

Ahora sí, una vez tenemos la mochila bien montada, veréis que con un buen ajuste tanto de la altura de la mochila, como de las cintas pectoral y ventral, la mochila se acopla muy bien a nuestro cuerpo y resulta muy cómoda. Los generosos acolchados de la espalda, así como los de los tirantes, hacen que, a pesar del peso, el transporte de la carga no resulte en absoluto molesto. Hemos hecho alguna tirada de hasta 50 km y no hemos tenido ningún tipo de molestia o rozaduras con los tirantes. Además, la rejilla en la parte central de la espalda nos facilita la transpiración aunque, también es cierto que, al tener han cerca de nuestro cuerpo la bolsa de hidratación, con el paso de los kilómetros el agua se va calentado. Esto, en caso de que sea un problema, pues en invierno es más una ventaja que un problema, tiene fácil solución si nos buscamos una bolsa isoterma para introducir la bolsa de hidratación.

Otra de las ventajas de los acolchados de la parte posterior, así como del hecho de que la bolsa de hidratación sea la que está en el bolsillo más próximo a nuestra espalda, es la de separarnos un poco de los bolsillos en los que guardamos el material textil. De esta forma evitamos que se moje el material con nuestro sudor, aunque también es cierto que los acolchados lo absorben e iremos notando un ligero incremento del peso global de la mochila.

En general, las cintas de la mochila resultan cómodas aunque es importante no pasaros al apretar la ventral ya que, queda a la altura del estómago y si os la apretáis con fuerza os puede acabar molestando. La cinta pectoral os la podéis reajustar en altura durante la carrera si lo consideráis necesario, pues está colocada sobre una especie de raíles y la podéis desplazar en carrera sin soltarla.

Bolsa resistente al agua con cremallera

Únicamente la bolsa amarilla situada en la parte interior del bolsillo está fabricada en material impermeable. Sin embargo, cremalleras y costuras no son termoselladas, por tanto, podemos decir que ofrece una cierta resistencia al agua pero, en caso de una exposición muy alta, acabaría mojándose el contenido. A pesar de esto, cumple a la perfección su función, que es la de, o bien introducir la ropa mojada en su interior para que no nos moje el resto, o bien, en caso de lluvia, poner en su interior el material que no queremos que se nos moje. El resto de la mochila no es impermeable y aunque, sí que en un primer momento repele las primeras gotas, en caso de lluvia continuada acaba mojada. Por suerte, su secado es bastante rápido, excepto las almohadillas de la espalda, que acumulan más agua y tardan más en secar.

Como era de esperar para una mochila destinada a devorar kilómetros, la WAA Ultrabag 10L es muy resistente. Con cerca de 300 km de prueba y un par de lavados, podemos decir que está como el primer día. No demos observado ningún signo de desgaste, ni siquiera en las zonas de máximo rozamiento. Aguanta muy bien el impacto con ramas o zarzas y apenas se engancha debido a la resistencia del tejido. Por tanto, tenemos mochila para largo!

Si buscas una mochila de gran capacidad para carreras de ultradistancia o entrenamientos en autosuficiencia de varias horas, la WAA Ultrabag 10L puede ser una buena elección. Ideal para corredores no demasiado rápidos que busquen confort, una buena capacidad para transportar líquido y un buen acceso al material, sin estar demasiado pendientes del cronómetro. Debido a su gran capacidad, la consideramos más útil para el invierno ya que la cantidad de material a transportar es mayor. Además, la podrás emplear también en el día a día y serás la envidia de tus compañeros de trabajo.

Destacaríamos, la gran capacidad para el transporte de líquido (hasta 4L si compramos los portabidones delanteros), su gran comodidad gracias a los acolchados y la gran cantidad de compartimentos que nos ayudan a una buena organización del material.

En la parte negativa, la falta de cintas de compresión para cuando no llevemos la mochila llena, la dificultad para colocar los bastones en el bolsillo destinado a ello y la imposibilidad de acceder a la mayoría de los compartimentos en carrera.

Creemos que, aunque existe la posibilidad de comprar accesorios que cumplen esta función, la inclusión de algún compartimento en los tirantes, para poder tener acceso sin tener que quitarnos la mochila, ampliaría el espectro de corredores a quien va dirigida esta mochila.

Esperamos que si os decidís a adquirirla os sorprenda tan favorablemente como a nosotros. Además, consideramos que tiene una buena relación calidad precio!