ERIDE GRIP 3.0

Nos calzamos las Scott eRide Grip 3.0 y rápidamente se confirma que estamos ante una zapatilla muy cómoda. El interior sin costuras es suave y la horma resulta amplia lo que intensifica esa sensación de confort. No obstante, no tenemos en ningún momento sensación de excesiva holgura o falta de ajuste. Todo lo contrario, el pie se siente seguro y estable gracias a la mayor consistencia que le otorgan al upper los diferentes termosellados. Por su parte el upper se nota fresco y flexible y la zona del collar resulta suave y mullida.

Scott es, ante todo, sinónimo de innovación y desarrollo. Si preguntamos a cualquiera nos dirá que la marca es conocida por sus bicicletas de montaña. Sin embargo, el origen de Scott se encuentra en el ingeniero y esquiador Ed Scott que inventó unos bastones de esquí de aluminio, corría el año 58, que supusieron un auténtico avance frente a los existentes por aquel entonces. Más adelante, iniciaron la comercialización de productos para el motocross y finalmente llegaron las conocidas, por todo el mundo, bicicletas de montaña y también de carretera. A día de hoy, parece que ese ímpetu innovador, esa tendencia globalizadora, les ha llevado al mundo del running y el trail running. Lo cierto es que merece la pena echarle un ojo a su historia -repleta de productos que supusieron un antes y un después- y a su enorme catálogo para comprobar el amplio abanico de productos con el que cuentan. Solamente desde la constante investigación en la búsqueda por mejorar y avanzar puede obtenerse un catálogo como el de Scott y solamente desde esa base, desde ese buen hacer, puedes conseguir tener en tus filas a atletas reputados como, en el caso de nuestro deporte, el gran Marco de Gasperi.
No nos debemos dejar engañar por las Scott eRide Grip 3.0 pues nos encontramos ante un león agazapado tras la piel de un cordero, una berlina con alma de 4x4. Su corte tradicional con esos perfiles relativamente altos, 17 milímetros delante y 29 detrás, que dan un drop de 12 milímetros, y su peso medio-alto, 330 gr., nos hará pensar que son unas simples berlinas trotonas, destinadas pues a entrenos intensivos de larga distancia. Veremos más adelante que esconden algo más.
Nada más verla nos sorprenden varias cosas. A primer 'golpe de ojo' lo más llamativo es su bonito diseño en tonos azul y verde fosforito y la forma ligeramente convexa de la mediasuela. Seguimos examinando y comprobamos, con respecto al modelo anterior, que las Scott eRide Grip 3.0 presentan un upper más ligero, más fresco, con termosellados en determinadas zonas. Nos llama también la atención su suela plana -sin estrías de flexión- y con un taqueado realmente prominente en forma de rombo. Sorprende además como la suela, a forma de espolón, sobresale por la zona del talón con respecto a su perpendicular. Por último, nos sorprende también la marcada diferencia entre la altura de la caña, elevada en la zona que protege el talón, y la del tobillo, mucho más baja.

Llegamos a uno de los puntos a destacar de las Scott eRide Grip 3.0. Desde Scott son muy claros: más y mejor amortiguación con menor peso. ¿Cómo?, mediante su compuesto, el Aero Foam. Según la propia marca este material, comparado con las mediasuelas tradicionales de EVA, es un 25% más ligero, logra casi un 50% mejor acolchado en impactos máximos y deforma a largo plazo un 5% menos. Parece que todo son ventajas, ¿no?. Lo que nosotros podemos decir al respecto es que su comportamiento es muy bueno pues logra un dificil equilibrio entre amortiguación y respuesta. Al impactar con el suelo sientes una amortiguación blanda pero sin ese efecto 'chicle' de otros compuestos que acaba degenerando en una enorme pérdida de respuesta y que trae como consecuencia una mayor sensación de pesadez en la zancada. Todo lo contrario, el Aero Foam amortigua pero sin ceder demasiado.
No se acaban ahí las sorpresas con las Scott eRide Grip 3.0. Como consecuencia de sus perfiles altos (17mm delante y 29mm detrás) uno imagina que la estabilidad pueda quedar comprometida, sin embargo, aquí entra en juego la forma ligeramente convexa de la suela y mediasuela. Scott lo denomina eRide y consiste en que esa forma ligeramente curva, casi a modo de balancín, ayude a mantener el mayor tiempo posible el contacto con el suelo para posibilitar una transición en la pisada natural y fluida. ¿En qué se traduce?. Bajo nuestro punto de vista Scott logra con su eRide una estabilidad y sensación de cercanía al terreno sorprendentes, además de una zancada fácil que lleva a sentir las zapatillas más ligeras de lo que la báscula muestra. Digamos que una mayor eficiencia en la pisada se traduce en esa mayor sensación de ligereza. Es en terrenos llanos, como pista, tierra compactada o incluso asfalto, donde es fácil notar como cada paso pide el siguiente. Aquí es dónde las Scott eRide Grip 3.0 muestran su cara más dócil, la de tremenda devoradora de kilómetros. Resulta muy agradable salir con ellas y dejarse llevar por un trote suave, disfrutando del paisaje y de las sensaciones que el puro ejercicio transmite a nuestro cuerpo, olvidando los kilómetros acumulados que simplemente vamos dejando atrás.
La sensibilidad del terreno está claramente diferenciada siendo mayor en la parte delantera, lo que ayuda a 'saborearlo' y es especialmente útil en pasos difíciles o comprometidos.

La lengueta de las Scott eRide Grip 3.0 es sencilla y no excesivamente ancha. Cuenta con unas tiras laterales que la fijan impidiendo que se mueva y que entren pequeñas piedrecitas o arenilla y que, además, envuelven el pie dándole mayor seguridad y consistencia al conjunto.

Los cordones de las Scott eRide Grip 3.0 son totalmente planos y algo rugosos por lo que resultan difíciles de tensar. No obstante, esa rugosidad ayuda luego a que sea muy difícil que se produzca una pérdida de tensión. Digamos, por tanto, que una de cal y otra de arena. Lo que sí nos ha gustado es la forma sencilla y efectiva con la que Scott resuelve cómo guardar el sobrante de los cordones. Las Scott eRide Grip 3.0 disponen de una tira elástica, situada en el tercer ojal, que permite sujetar ese exceso simplemente levantádola y pasándolos por debajo. Como suele decirse 'menos es más' y ésta es una clara demostración. Nada de perder el tiempo intentando que abulten poco o haciendo auténticos nudos marineros para que el exceso no cuelgue con el consecuente riesgo de enganche; tampoco bolsillos en la lengüeta que normalmente no hacen más que engordar esa zona.
El upper, más fino que en su predecesora, está agujereado lo que contribuye a que resulte muy fresco, transpirable y flexible. De hecho flexa muy fácilmente incluso cuando la sostenemos en la mano y presionamos sin que exista en la suela elementos que ayuden a ello. La razón es el uso en su construcción de un tejido monocapa que resuelve la flexibilidad y transpirabilidad de la zapatilla. La pregunta entonces es: ¿en detrimento de ajuste y sujección?. Nada de eso, los termosellados que incorpora esta tercera versión ayudan a dar soporte y estabilidad al cojunto así como permiten eliminar costuras y darle un acabado más homogeneo, más limpio. Dichos termosellados salen de la puntera y siguen, por un lado, el contorno de la mediasuela, ganando en tamaño en el faldón de la zapatilla para aumentar ahí la protección frente a golpes y roces, y, por el otro, forman toda la zona de los ojales.
En la puntera la zapatilla dispone de un refuerzo extra de piel sintética, más ancho en la zona del dedo gordo, que protege de roces y posibles golpes contra piedras o rocas.
Llegamos al talón que nos ha gustado especialmente. Las Scott eRide Grip 3.0 presentan un contrafuerte contundente, en el que se puede leer el nombre de la marca, y que da solidez a la zona. Decimos que nos gusta porque si bien la zona de la caña es alta y con ello logra mejorar la sensación de ajuste y protección, vemos que, sin embargo, en el tobillo la altura baja de forma muy marcada. Se consiguen así dos cosas: primero que nuestra sesanción de estabilidad, de ajuste, respecto de la zapatilla se mantenga íntegro (de eso se ocupa la zona más alta de la caña), y, segundo, dada la menor altura del tobillo se consigue que el apoyo de la zapatilla, especialmente en pasos laterales o comprometidos, no genere el 'arrastre' en bloque del tobillo con el consecuente riesgo de torceduras. Se mejora, por tanto también, la estabilidad respecto del terreno, a lo que contribuyen igualmente la horma ancha, la superfície de contacto plana de la suela y la curva convexa que genera el sistema eRide ideado por Scott. Estabilidad, por tanto, a raudales.

Los acabados de Scott son muy buenos. Ausencia de costuras en éstas eRide Grip 3.0 salvo en la protección de la puntera que, sin embargo, sólo es superficial pues si metemos la mano en el interior podemos comprobar que no hay costuras de ningún tipo ni ahí ni en el resto del interior.
A nivel de protecciones cuentan con la zona que mencionábamos de la puntera y el propio contrafuerte del talón, ambos en piel sintética y muy marcados. Asimismo, el termosellado de los faldones gana en relieve con la misma idea de aumentar la protección en una zona especialmente sensible a recibir mayores roces e impactos.
La plantilla presenta dos densidades, siendo la zona del talón de una mayor consistencia (es fácil de apreciar dado su color oscuro) para ayudar al conjunto en la recepción y dotando de mayor comodidad al pie.

El material monocapa y la presencia de esos agujeritos en la mayor parte de él aseguran un upper fresco y transpirable que además tiene un secado muy rápido, lo que siempre es de agradecer. Por contra, la impermeabilidad de las Scott eRide Grip 3.0 es casi nula; la más mínima lluvia, el hecho de atravesar pequeños riachuelos o zonas encharcadas, nos calará. No obstante, y como hemos dicho, secan rápido de manera que, por fortuna, la sensación de humedad dura poco.

Llegamos a otro punto interesante de las Scott eRide Grip 3.0: la suela. Plana totalmente y sin las habituales estrias de flexión o piezas que marcan el arco en busca de un mayor control de pisada, presenta un taqueado contundente, de aproximadamente 4mm., en forma de rombo. Debido a dicha forma actúan de manera multidireccional ayudando en la tracción y en el agarre allí dónde el terreno lo demande. Los que conforman la parte delantera (de mediopié a puntera) presentan un leve corte que genera como dos niveles y que tiene la misma misión: traccionar mejor en subidas. Por otra parte, la zona trasera se alarga y sobresale sobre la vertical del talón lo que ayuda en los descensos, dotando a la zapatilla de mayor superficie de contacto con el suelo mejorando así nuestra sensación de agarre en las bajadas. Las hemos sometido a terrenos especialmente difíciles, como roca desnuda y piedra suelta, y su comportamiento ha sido muy bueno. La seguridad que transmiten y su estabilidad las hacen afrontar sin problemas terrenos para los cuales mucha gente podría pensar que no están diseñadas. En terrenos húmedos, con barro especialmente, el taqueado ayuda excepcionalmente y la forma de la suela así como la separación entre los tacos ayuda a evitar que se pueda acumular perdiendo tracción. Auténtica alma de 4x4.

Respecto a su durabilidad, en términos generales es buena. El upper de las Scott eRide Grip 3.0 está reforzado allí donde precisa y a pesar de los terrenos difíciles en que las hemos metido, las zapatillas siguen como nuevas. Por lo que se refiere a la suela, el desgaste es el habitual salvo en la zona del talón, dónde varios de los tacos han perdido parte de su forma original lo que augura un rápido envejecimiento con la consecuente pérdida de tracción y agarre en esa zona.

En definitiva estamos ante una gran zapatilla. La Scott eRide Grip 3.0 cumple en casi todos los aspectos: cómoda, segura, estable, de zancada ágil y fácil, y polivalente en cuanto a los terrenos que abordar con ella. Pensada para los corredores de menos de 80-85 kilos, y para las distancias más largas, no tendremos problema para afrontar con ella tanto carreras como entrenamientos de cualquier distancia y en prácticamente cualquier terreno. La Scott eRide Grip 3.0 cumple en todos con creces, teniendo en cuenta, eso sí, que su falta de impermeabilidad no la hacen apta para carreras con gran presencia de zonas con agua o nieve. Por lo demás, la Scott eRide Grip 3.0 será una compañera segura y fiable en cualquier circunstancia.

Nos ha gustado:
- Su diseño, especialmente en los colores que presenta el modelo analizado.
- Su estabilidad.
- Su fluidez en la zancada que genera una gran sensación de ligereza.
- Las soluciones sencillas con que resuelve habituales puntos calientes: la sencilla y efectiva tira elástica para recoger los cordones y la lengüeta, igualmente sencilla, que ni se mueve ni permite la entrada de piedrecitas o arenilla además de envolver el pie.

No nos ha gustado:
- La rápida degradación del taqueado que conforma la zona del talón.
- La dificultad para tensar adecuadamente los cordones.