SAD MT 20L

El primer contacto con la Quechua Sad MT 20L nos permite comprobar que se trata de una mochila verdaderamente capaz, ya que posee un cuerpo que, cuando no están tensadas las gomas de compresión, resulta muy voluminoso, con una presencia realmente masiva y contundente. Ello no está reñido con un cierto cuidado en el detalle, ya que comprobamos que posee multitud de bolsillos para facilitar el acceso en carrera a los objetos más frecuentes.
Cuando nos ponemos la Quechua Sad MT 20L, advertimos que la sensación de sujeción es correcta gracias a la buena regulabilidad de la cinta ventral (posee un velcro que permite el ajuste inmediato, recurso muy frecuente en esta marca) y a la ingeniosa construcción de la cinta pectoral, que es ampliamente regulable en extensión y en altura gracias a un sistema de raíles que recorren buena parte de las cintas verticales. Estas cintas verticales nos parecen a priori bastante estrechas para una mochila de tanta capacidad, ya que resultan muy estrechas y no poseen ningún tipo de acolchamiento: hará falta probarlas en carrera para establecer una conclusión.
La mochila posee un par de gomas elásticas y extensibles que recorren todo el lateral para posibilitar la compresión de la carga, hecho muy importante en una mochila con un compartimiento central tan voluminoso para cuando se use semivacío.
Todo el cuerpo de la mochila está construído en un poliéster articulado en pequeños cuadraditos para evitar que se rasgue en caso de engancharse con algún obeto. Se trata de un material que combina muy bien la robustez con la ligereza. Las cintas verticales participan también de esta ligereza y están confeccionadas con una rejilla completamente agujereada, por lo que la transpiración está asegurada. La zona de contacto con la espalda y el vientre está ligeramente acolchada mediante una espuma con ciertos agujeros y cubierta en toda su extensión por una rejilla.
El acople entre el poliéster del cuerpo y la rejilla interior se realiza mediante una robusta y efectiva costura.

La mochila Quechua Sad MT 20L es una buena apuesta de la marca francesa por las mochilas de trail ligeras con gran capacidad. Como es habitual en esta compañía alpina (tiene su sede al lado de Saint Gervais, a los pies del Mont Blanc) del potente grupo Decathlon, sus productos combinan prestaciones interesantes con un precio especialmente reducido. Para comprobar cómo se comporta la Sad MT 20L, se ha utilizado el producto durante un par de meses en salidas de distinto tipo (media y alta montaña) y con cargas de lo más variopinto.

La mochila Quechua Sad MT 20L se presenta con una bolsa de agua de 2 litros que se diposita en una pestaña interior del compartimento principal. Se trata de una bolsa sencilla y funcional. No advertimos ningún alarde técnico para proporcionar una apertura ultrarápida de la bolsa, para proteger la temperatura del líquido o para evitar el rebote cuando no se lleva del todo lleno.
Consideramos un acierto la disposición de dos bolsillos exteriores en la zona lumbar para poder transportar bidones. Los bolsillos son de tela muy elástica y llevan cosida una goma que permite sujetar los bidones (incluso de gran capacidad). Son perfectamente accesibles en carrera sin tener que mover o desabrochar la mochila. Se trata de una posición verdaderamente cómoda para transportar líquido, ya que carga el peso en el lugar menos molesto y permite un acceso perfecto.

La mochila Quechua Sad MT 20L se configura alrededor de un gran compartimento trasero de muy alta capacidad que recorre toda la extensión de la mochila y que aparece cerrado por una cremallera de doble carro. Esta cremallera tiene un recorrido asimétrico (baja más de un lado que del otro) para permitir alcanzar los objetos depositados en el fondo de la mochila sin tener que abrirla en exceso. En la parte externa de la mochila encontramos otro bolsillo que recorre casi toda la extensión de la misma. Se halla cerrado por una cremallera vertical situada en el lateral derecho de la mochila, por lo que su acceso en carrera (con un poquito de práctica) resulta simple y funcional.
Además de los dos bolsillos lumbares exteriores para transportar bidones que ya hemos mencionado, la Sad MT 20L posee dos bolsillos en la cinta ventral que resultan ciertamente útiles para el transporte de objetos de uso frecuente en carrera (geles, móvil, tarjetas de control, etc.) Se trata de bolsillos estancos e impermeables en sus partes central y superior, por lo que resisten bien la lluvia. En la parte inferior encontramos una tela elástica que, pese a incorporar el relativo inconveniente de no ser impermeable, permite incrementar sensiblemente la capacidad de los bolsillos, que resulta ciertamente considerable pese a sus limitadas medidas. Nos ha sido posible transportar unos 5 ó 6 geles en su interior o, en otras ocasiones, el móvil y la cartera.
La Sad MT 20L incorpora dos sencillas gomas laterales para poder sujetar bastones. Se trata de un dispositivo sencillo (hace falta pararse para ponerlos y quitarlos, a no ser que uno sea especialmente hábil y flexible) pero efectivo (los bastones no rebotan en carrera).
Los acabados de la mochila son correctos pero sin ningún alarde técnico, de acuerdo con la filosofía del fabricante. Los reflectantes son un poco justos: un par de cintillas en los tirantes de la mochila y un pequeño logo de la marca en la parte posterior central. En los laterales brillan por su ausencia.
Se aporta un silbato integrado en el cierre pectoral.

El comportamiento en carrera de la mochila Quechua Sad MT 20L es bueno en líneas generales pero hay que tener una par de inconvenientes en consideración.
El distinto juego de correas (lumbar, ventral y verticales) permite ajustar bien la mochila al cuerpo y mantenerla aceptablemente fija, pero resulta insuficiente en caso de llevar un peso considerable. Cuando nuestros desplazamientos implicaban un peso cercano a los 2 kg, el comportamiento era muy bueno, pero cuando éste excedía los 3 kg, el rebote de la mochila ha resultado ciertamente incómodo, especialmente en las bajadas. En este último caso hemos echado en falta la posibilidad de ajustarnos convenientemente las cintas verticales, pero éstas tienen ciertamente poco recorrido y no permiten ser tensadas como haría falta.
El balanceo mencionado queda un poco agravado además por la forma de la mochila, que cuando se llena adopta una forma muy prominente en su parte superior y da la sensación de llevarla muy bien ajustada en su parte baja pero no en esta parte de arriba. Quizás sería deseable que las gomas que comprimen la carga envolvieran toda la mochila y no comprimieran solamente los laterales, ya que el hecho de tensarlas no consigue solucionar el problema del balanceo con grandes pesos.
Otro inconveniente constatado cuando se transportaba un peso considerable es la poca anchura y nulo acolchamiento de las cintas verticales de la mochila. Mientras que con poco peso el problema no se ha manifestado (incluso al cabo de unas cuantas horas corriendo), con pesos cercanos a los 4 kg las cintas parecen clavarse en las clavículas al cabo de un tiempo de carrera.
Estos dos inconvenientes lastran sensiblemente la versatilidad de la mochila, ya que la desaconsejan para transportar grandes cargas y, en una mochila de tan alta capacidad, ello sería muy deseable. Su uso en raids de aventura o en largas travesías corriendo que obliguen a llevar mucho material queda de este modo en entredicho.
Cuando el peso no es tan pronunciado (o cuando las travesías con mucho peso se hacen andando), la performance de la Sad MT 20L es bueno. La simplicidad de su distribución es una virtud y el acceso al material mientras se corre es muy bueno. Pese a que el acolchamiento del material de la espalda es poco pronunciado, la buena ergonomía de la mochila hace que resulte cómoda. En ningún caso el sudor de la espalda ha traspasado al interior de la mochila.

Los dos bolsillos principales de la mochila son completamente impermeables. Damos fe de ello: incluso un episodio severo de lluvias otoñales en el Macizo del Montseny no ha podido con la robusta tela que configura la Quechua Sad MT 20L. En el caso de los bolsillitos ventrales, ya hemos destacado que están confeccionados con una rejilla no impermeable en su parte inferior. No nos ha resultado un verdadero problema en carrera (el lugar en el que incide la lluvia sí que está convenientemente protegido), pero puede ser problemático en caso de sacarnos la mochila y dejarla en un lugar que se encuentrere mojado.

Tanto el tejido en el que está confeccionada la mochila como sus costuras presentan una robustez encomiable que se traduce en unas características de durabilidad muy positivas. La configuración de este mismo tejido en pequeños cuadraditos es también un acierto que va en la misma dirección, ya que protege a la mochila frente a eventuales desgarros al engancharse con ramas, zarzas o rocas. Después del periodo de prueba, el tejido está intacto.
El único punto poco convincente en este campo es la abundancia del color blanco en la mochila. Nuestro deporte no es especialmente limpio y, después de unas cuantas salidas embarradas y de algunos lavados a máquina, el blanco rápidamente aparece combinado con una variada e indeseable escala de grises y marrones.

A modo de conclusión, cabe afirmar que la mochila Quechua Sad MT 20L es un producto interesante para salir al monte cargado con una buena catidad de material. Se trata de una mochila con buenas prestaciones para competir en ultras que sean exigentes con el material obligatorio o en marchas de resistencia en las que haga falta transportar varias prendas de abrigo. Pese a ello, resulta poco convincente cuando este material sea muy pesado y se desaconseja su uso para raids multiaventura o carreras de varios días, ya que la incapacidad de detener el balanceo y la poca entidad de las cintas verticales la convertirían en incómoda.

Pros:
- ergonomía y sencillez de su diseño
- facilidad de acceso al material transportado
- buena relación ligereza / robustez
- excelente relación calidad / precio

Contras:
- ineficacia de las gomas tensoras y poco recorrido de las cintas verticales
- estrechez y poco acolchamiento de las cintas verticales

Después de haberla probado y ateniéndonos a los inconvenientes destacados, nos da la sensación que la mochila Quechua Sad MT 20L es un reaprovechamiento de la estructura de su "hermana pequeña", la Quechua Sad MT 10L con la mera ampliación de su bolsillo central. A nuestro parecer, este salto de capacidad podría ser efectivo si se mejoraran tres aspectos que permitan transportar grandes pesos, de acuerdo con la gran capacidad que representan los 20 litros:
- establecer gomas tensoras que cubran la amplitud de toda la mochila
- ampliar recorridos de las cintas
- ensanchar y acolchar las cintas verticales