NEO X2 SC

LUPINE

DATOS TÉCNICOS

  • Peso 206 g
  • Precio 0,00 €
  • Temporada FW14
  • Batería recargable Si
  • Cinta desmontable Si
  • Luxes en la esfera 2000.0 luxes
  • Lúmens (fabricante) 700.0 lúmens
  • Niveles de potencia 6.0
  • Niveles zoom 6.0
  • Número de leds 2.0 leds
  • Número de pilas 0.0
  • Orientación vertical Si
  • Petaca cinturón No
  • Petaca delante No
  • Petaca detrás Si
  • Tiempo uso máximo fabricante 48.0 horas
  • Tiempo uso máximo medido 4.0 horas
  • Tipo de leds
  • Tipo de pilas

GALERÍA


CONCLUSIONES

Construcción

El Lupine Neo X2 SC lo podemos subdividir en tres partes: lámpara, batería y cinta aunque, obviamente, ha de trabajar todo en conjunto.
La lámpara es un LED Cree XM-L2 que permite seis saltos de potencia desde los 40 lúmenes (0’3 W) hasta los 700 lúmenes (7 W) a una distancia de 120 metros (certificada bajo es FL1-Standard), alojada en un receptáculo de aluminio 6061-T6 con corte CNC y envuelto todo ello en la pieza plástica negra que queda en el exterior. El cristal frontal es propio de Lupine que trabaja su propia óptica en lugar de utilizar la de otros fabricantes.
En la parte superior tiene un botoncillo de plástico que es el que nos permite configurarlo, encenderlo y apagarlo, variar los modos de funcionamiento, etc. y en los laterales está unido al soporte que lo sujeta a la cinta y que le permite girar hacia abajo algo más de 90 grados y, hacia arriba un pelín 5-10 grados como mucho. Estos giros son continuos, no tiene mecanismo de clics pero se pueden endurecer o aflojar mediante dos tornillos de llave allen.
La unidad de la lámpara es bastante pequeña, un cilindro de tres centímetros de diámetro y tres centímetro de fondo, que pesa tan sólo 50 gramos y dada la robustez del soporte de plástico rígido, queda muy bien fijado y no se nota nada incómodo.
El acabado de esa pieza de sujeción es muy bueno y da sensación de seguridad, algo que no siempre pasa en los frontales que, al manipularlos, lo haces con miedo pensando que se puede romper o soltar. El soporte está ligeramente curvado para hacer la forma de la cabeza y por el interior tienen una pequeña pieza de espuma para que no roce en la frente.
De la unidad de la lámpara sale un cable que va sujeto a la cinta mediante dos presillas y que mide algo más de veinte centímetros para llegar si problemas a la parte trasera donde se encuentra el soporte para la batería del Lupine Neo X2 SC. Lupine comercializa alargadores por lo que existe la posibilidad de adquirir uno de ellos y que la batería no vaya en la parte trasera sino en la mochila, cinturón, etc. aunque, creemos que el peso total del frontal permite llevarlo todo en la cabeza sin problemas.
Las baterías de Lupine son pieza clave y no sólo porque tengan más o menos capacidad y permitan más o menos tiempo de luz sino porque son elementos también pata negra. Es como debe ser porque a veces da pena ver grandes unidades de luz con baterías de baja calidad lo que hace que un frontal que impresione en los números teóricos, a la hora de la verdad no sea realmente útil porque no puedes utilizarlo durante horas con buena iluminación, se te deteriora la batería tras unos cuantos usos, etc.
El Lupine Neo X2 SC que hemos probado tiene una batería SmartCore (de ahí las letras SC del nombre), lo que indica que es una batería “inteligente” o, bueno, que no es una simple batería.
De base, todas las baterías de Li-Ion de Lupine tienen unos buenos sistemas de protección ante tensiones y cargas, están adecuadamente contenidas en carcasas de poliamida y disponen de un pequeño cablecillo que se conecta al frontal o al cargador. Importante recordar aquí la compatibilidad del cable en todos los productos de la marca. La diferencia viene en el hecho de que las SmartCore ofrecen un conjunto de LEDs que indican la carga que tiene y que además se pueden utilizar como iluminación (como luz de posición trasera y, es más, con varios modos de funcionamiento como veremos más adelante).
La batería interna es de Samsung, pesa unos 88 gramos, con unas dimensiones exteriores de unos 8 x 4 x 2’5 centímetros y una capacidad de 2.2 Ah En una de sus paredes tiene una muesca que es la encargada de enganchar mediante un clic por presión en el soporte trasero. Por cierto, este clic es básico para saber si se pone con el cable hacia arriba o hacia abajo porque la primera vez nos quedamos bloqueados sin saber cómo ponerla y, en cuanto lo intentas de las dos formas, te das cuenta de cómo ponerla.
El conector entre la unidad de luz y la batería es propietario de Lupine, robusto y con un mecanismo de unión que deja ambos extremos del cable perfectamente unidos para que no se aflojen ni permitan que entre agua.
Para poder llevar estas dos piezas en la cabeza, el Lupine Neo X2 SC viene con una cinta doble que, además de la que da la vuelta al cráneo, lleva una tira central que pasa por encima de él.
La perimetral mide 2’5 centímetros frente a los dos de la superior y es adaptable mediante dos tensores, uno en la parte derecha y otro en la parte de arriba. Puede parecer una simple “goma de mercería” pero nada más lejos de la realidad porque es gruesa, la cara interna tiene un tacto más suave, con una especie de rizo espeso que está pensado para que no roce y no deslice con el sudor, la tensión es fuerte pero progresiva y tiene todos los rebordes perfectamente rematados para que no hagan rozaduras o se deshilache. No tiene tallas pero nos parecería extraño que hubiera alguien a quien no le sirviera, ni por ser demasiado grande ni por ser demasiado pequeño, no sólo teniendo en cuenta la cabeza del usuario, sino lo que pudiera tener puesto en la cabeza (pañuelos, tubulares, gorras, etc.).
Tanto los soportes como las dos presillas que sujetan el cable por el lado izquierdo son desmontables, bien para poder intercambiarlos, bien para poder lavar la cinta.
Hablando de lavados y remojados, el Lupine Neo X2 SC es “resistente al agua” (waterproof), no sumergible. Es decir, aunque podemos “cantar bajo la lluvia” todo lo que queramos, no es apto para darnos un bañito o ponernos a bucear en un riachuelo que nos toque atravesar.
A modo de recopilatorio, el conjunto completo del Lupine Neo X2 SC marca en la báscula unos 181 gramos que vienen de: 88 gramos de la batería y, del resto, unos 50 gramos corresponden a la unidad de luz y el resto a la cinta y soportes. Peso que, como decíamos, nos parece más que adecuado para llevar en la cabeza porque, además, está bastante bien repartido.

Introducción y descripción

El Lupine Neo X2 SC es un frontal concebido para lograr, según dice la propia Lupine, algo “imposible”: aglutinar todos los principales aspectos tecnológicos de la casa en el frontal más pequeño y barato posible.
Dicho así puede sonar guasón e intranscendente pero, para los que saben quién es Lupine, entonces ya se pasa a ser algo que puede parecer pretencioso porque hablamos de una de las mejores marcas del segmento de la iluminación deportiva. Llevan más de veinte años en la vanguardia del sector, fueron unas de las primeras en pasar completamente de las lámparas halógenas a los LEDs y tienen detalles como el de garantizar la compatibilidad de la mayoría de sus elementos, no sólo entre los actuales, sino también con modelos anteriores. Haciendo una analogía con mundo de los coches, quizá estaríamos hablando de algo tipo Ferrari o Porsche donde no existen las gamas medias, todo es de gama alta para arriba.
Cuando dicen lo de “toda la tecnología de Lupine”, eso implica que el Lupine Neo X2 SC va a contener: cinco modos de luz, gestión de la temperatura, carcasas de aluminio, LEDs de última generación, compatibilidad, óptica de primerísima calidad, infinidad de funciones adicionales, … Lo dicho, muy seguro hay que estar de un producto para hacer ese tipo de afirmaciones porque, si las cumple, es sin duda uno de los mejores frontales del mercado. ¿Será así? Lo comprobaremos durante la prueba a fondo del mismo y, sin adelantar acontecimientos, mucho nos extrañaría que os defraudara.
Pero no se queda ahí la cosa, en promesas filosóficas y cualitativas sino que, el Lupine Neo X2 SC presume de disponer del sistema de gestión avanzada de la luz de Lupine que permite tener un amplio rango cercano y un punto central potente y largo que llega hasta los 120 metros, que puede “encender la oscuridad” con sus 700 lúmenes y que únicamente pesa 50 gramos (la parte del foco). Para alimentar un frontal de tamaña potencia, incorpora una batería recargable que, en nuestro caso dispone de la tecnología SmartCore que la dota de cierta “inteligencia”.
Con lo que hemos ido comentado en estos párrafos, debería ser suficiente para ponerle los dientes largos a cualquiera pero os aseguramos que si lo tuvierais delante estaríais alucinando aún más así que, nos dejamos de palabrería y pasamos ya a la práctica para desvelar todos los detalles del Lupine Neo X2 SC.


REVIEW

Fit y funcionamiento

Fit y funcionamiento

Si es la primera vez que te pones un frontal, el Lupine Neo X2 SC te parecerá extraño, pero te pasará con cualquier otro que te pongas porque es una sensación rara, quizá no en el primer instante, pero sí tras unos minutos, cuando ya eres consciente de que tienes un peso extra en la cabeza. En este caso, como además llevas dos pesos (delante y detrás), cuando haces por correr es cuando eres consciente de ese detalle.
Sin embargo, como hemos comentado en el apartado anterior, creemos que el peso total y, sobre todo, su reparto, es bastante bueno y no se nota ni pesado ni descompensado, ambas igual de importantes, máxime, pensando en llevarlo durante horas.
El ajuste es sencillo pero recomendamos tomárselo con paciencia y hacerlo en parado y en marcha porque lo más probable es que al correr tengamos que modificar el ajuste que hayamos hecho cuando estábamos en parado. Por ejemplo, nosotros nos lo pusimos bastante apretado de la cinta perimetral y la superior tensando bastante porque en unos saltitos en casa lo notábamos más firme, que se movía menos y, sin embargo, al salir a correr, iba tan tensa la tira superior y tan alto, que se nos salió hacia arriba en uno de los primeros saltos. Solución, aflojar un poco la tira superior para que bajara un poco el frontal, lo colocamos cerquita de las orejas y, voilà, ahí se ha quedó durante toda la salida y muchas de las siguientes.
La cinta es muy suave al tacto, sobre todo por la parte interior y los rebordes no producen rozaduras, ni en la piel ni en la zona de las orejas, punto clave donde no sería la primera vez que nos preparamos un estropicio con alguna cinta (de frontal, pelo, gorra, …). Son las típicas rozaduras con las que no cuentas y que, sin estar en partes principales de la carrera a pie (p. ej. pies), te pueden amargar una salida o, peor aún, una competición.
No es una cinta absorbente pero el toque de rizado que tiene si empapa un poquito del sudor que tengamos y lo principal es que no se nos ha desplazado apenas. Si acaso, algún movimiento en alguna bajada a lo bestia, pero es que se nos descolocaron hasta los huesos de cómo bajamos (de hecho, en ésa acabamos besando el suelo por llevar la prueba al extremo… y por la falta de pericia, seamos justos reconociéndolo). Se produce un ligero rebote pero es algo inherente a los frontales y es imposible que no se mueva nada. De hecho, creemos que el puntito de elasticidad es bueno porque si fuera totalmente ceñido, acabaría molestando por exceso de presión.
La unidad de luz se puede girar en el eje transversal hacia abajo hasta algo más de los 90 grados y permite un ligerísimo giro hacia arriba. Se mueve muy fácilmente, sin mecanismos de clics, pero se queda fijado allá donde lo dejemos y no se gira por sí sólo. Si queremos que se mueva con mayor resistencia, simplemente hay que apretar los tornillos allen que tiene en los lados y, listo.
En cuanto a los modos de funcionamiento, sencillísimo de usar porque únicamente tiene un botón para todo: configuración y uso.
Dispone de cinco potencias con luz blanca (35, 140, 270, 400 y 700 lúmenes) y una en rojo que se combinan entre sí en cinco configuraciones preestablecidas de fábrica y que seleccionamos mediante el pulsador. Cada una de esas configuraciones agrupa un conjunto de modos de funcionamiento entre los que vas alternando con la pulsación del botón. Como queda un poco liado, vamos a poner un ejemplo práctico aunque también lo podéis ver en vivo en el vídeo.
Lo primero es mantener pulsado el botón y esperar a que parpadee tantas veces como indique la tabla adjunta en las fotos para la configuración que queramos aplicar. Es decir, si queremos que el Lupine Neo X2 SC tenga dos modos (75 y 700 lúmenes), esperamos a que parpadee una vez y soltamos. Hecho esto, cuando encendamos el frontal, con una pulsación alternaremos entre el modo de “poca” y “mucha” luz en un ciclo infinito hasta que mantengamos la pulsación para apagarlo.
Esto podemos hacerlo con las cinco primeras configuraciones de la tabla, simplemente esperando a que parpadee tantas veces como la fila que queramos configurar. Por defecto viene con la segunda que es la que más juego da porque tienes la máxima potencia 700 lúmenes para los momentos críticos, 270 para ir de base y el mínimo de 35 para cuando vas de tranqui, no hace apenas falta, estás parado, etc. No obstante, la primera también nos ha gustado mucho, sobre todo en salidas intensas y cortas en las que sabemos que vamos a poder aguantar prácticamente a máxima carga durante todo el rato porque así se simplifica con sólo dos modos.
Las otras seis configuraciones permiten controlar si al encenderlo se pone primero en el máximo o en el mínimo (7 y 6), cómo de prudente queremos que sea para avisarnos de que se queda sin batería (8 y 9) y los modos de SOS con dos tipos de señalización (10 y 11).
Al principio puede parecer un lío pero hay que tener en cuenta que esto no lo tocas en carrera, que lo dejas configurado antes de salir y que, probablemente, no lo modifiques durante mucho tiempo.
Hemos dejado para el final las lucecillas de la batería porque no son simplemente cinco leds para indicarnos la cantidad de batería que nos queda (cada una representa un 20%) sino que la batería, como hemos mencionado antes, es inteligente y es capaz de funcionar como un luz roja de situación. Es más, lo hace en dos modos diferentes.
Para los que sean un poco freaks y sepan de voltajes y estas cosas, les da aún más información porque al pulsar el botoncillo de ver la carga, te indica también el voltaje ya que el LED superior parpadea tantas veces como voltios tenga y el inferior tantas como décimas de voltio le queden. Una pasada pero, sinceramente, creemos que con saber con una precisión de indicadores del 20% cuánta carga le queda a nosotros nos ha sido suficiente.
En cuanto a la luz de situación, si en vez de una vez, pulsamos dos, se quedan los cinco LEDs encendidos de manera continua y si lo hacemos tres veces, se van encendiendo alternativamente, como si fuera el frontal de El Coche Fantástico así que, ojito, que el Lupine Neo X2 SC no sirve también para ahorrarnos el tener que llevar la luz trasera que muchas veces nos exigen llevar.

En carrera

En carrera

Como hemos dado a entender en los apartados anteriores, el Lupine Neo X2 SC es muy completo y con muchas funcionalidades, pero muy fácil de utilizar, más simple que el mecanismo de un botijo: un solo botón para encender, cambiar entre los modos de luz y apagar. Ya está, no hay más que toquetear ni hacer salvo quizá ajustarlo un poco en la cinta o, esporádicamente, girarlo un poco aunque, casi ni esto porque movemos la cabeza y listo.
La luz es impresionante y el primer día nos quedamos literalmente alucinados al encenderlo y ponerlo a máxima potencia, durante unos minutos estuvimos obnubilados, como si fuéramos niños el día de Reyes viendo los regalos sin saber qué decir.
Hay frontales mucho más potentes, por supuesto, pero suelen ser más armatoste así que la sensación de tener tan poca cosa en la cabeza y al darle al botón poder decir que “¡¡¡se hizo la luz!!!” es difícil de describir, hay que vivirla. Y eso que era en parado porque al ponerte a correr es cuando realmente la disfrutas porque puedes ir a toda mecha, casi como si fuera de día.
Tanta potencia es una gran ventaja, sin duda, pero también es un problema si no tienes un poco de sensatez y vas combinándola porque te dejas llevar y, como le pasa a los que le toca la lotería, gastas y gastas y, cuando te das cuenta estás desahuciado y sin batería. Aunque sea un lujo ir con los 700 lúmenes enchufados, hay que utilizar los modos intermedios (140, 270 ó 400) para que dure un poco más la batería. Ahora, cuando vayamos a estar menos de un par de horas, sin contemplaciones, chorro a tope y a espantar a todo bicho viviente que nos encontremos por delante (alguna ardilla o conejillo se nos ha quedado medio atontado, deslumbrado, mirándonos y, probablemente, alguno habrá pensado que la luz que veía corretear por entre los árboles era alguien haciendo motocross).
El problema que le hemos visto es que, aunque Lupine ha trabajado la óptica para que alumbre hacia los lados y hacia el frente y damos fe de que lo hace, permitiendo una gran visibilidad a nuestro alrededor y también hacia el horizonte pero la potencia es tal en el centro del chorro de luz que a veces puede llegar a ser incluso demasiada. Esto lo hemos notado sobre todo cuando hay polvillo en suspensión, lo típico que te pasa cuando vas detrás de alguien (se nota aún más detrás de una bici o vehículo) porque la luz rebota en esas partículas y te deslumbran. La solución es tan sencilla como bajar un nivel de potencia pero en los casos en los que lo hemos necesitado obligatoriamente para ver por dónde vamos, nos ha tocado lidiar con la inclinación del foco para intentar levantarlo un poco y que apunte más hacia el horizonte, no justo delante de nosotros aunque la solución ha sido sólo a medias. Quizá con algún tipo de difusor se podría solucionar pero, siendo sinceros, creemos que no pasa nada por no tenerlo, que es perfectamente manejable salvo que lo utilicéis habitualmente en zonas con mucha niebla donde también se nota este efecto.
De los otros modos de funcionamiento, la que más hemos usado ha sido la de 270 lúmenes porque casi siempre hemos usado la segunda configuración (35, 270, 700 lúmenes), que sirve para ir por muchos terrenos incluso a ritmos alegres. Mientras no se complique en exceso, no es necesario pulsar el botón para saltar a la potencia máxima de los 700 lúmenes.
La tercera configuración, que mete un cuatro modo (35, 140, 400, 700) es la que probablemente utilizaríamos en salidas de noche completa (p. ej. en una ultra en la que se pase toda la noche corriendo) para poder ir con los 140 lúmenes en los tramos fáciles que, a ritmo de ultra, es más que suficiente en la mayoría de los casos, tirar de los 400 para cuando hace falta un poco más y reservar los 700 sólo para las bajadas técnicas.
En cualquiera de los casos, los 35 lúmenes son insuficientes para correr, es simplemente una luz de situación, para cuando estás en la parada del bollo (o descansando por la pájara que has pillado).
La manipulación la hemos podido hacer siempre sin problemas, incluso con manos frías y con guantes porque, aunque el botón es pequeño, son sólo pulsaciones únicas y cortas, responde bastante rápido y la unidad de la luz se puede asir con firmeza. La única peguilla es que, al asirla, de manera natural te sale el agarrarlo dejando un dedo delante de la luz así que durante un instante estorbas la iluminación pero, vamos, que es por ponernos un poco pijoterillos y, como es robusto, eso es poco menos que nada, no llega ni a molestar.
Y, para el cambio de las baterías del Lupine Neo X2 SC, pues tan simple como llevar las manos a la parte trasera del cráneo, tirar de la conexión del cable y sacar la batería para hacer el proceso contrario con la nueva hasta que oyes el clic que hace al quedar correctamente anclada el soporte gracias al mecanismo FastClick. Con un pelín de maña se puede hacer casi sin parar, simplemente reduciendo la marcha si somos un poco habilidosos. La única cosa que requiere un poco de tino es la reconexión pero como es rectangular, si a la primera no entra, simplemente se le da la vuelta a uno de los dos extremos y ya está. Nosotros lo hemos conseguido hacer sin habernos detenido aunque, siendo sinceros, probablemente aprovecharíamos esta operación para dar unos pasitos andando, aunque fuera a ritmo de marcha militar y así oxigenas un poco, aprovechas para coger algo de comida o hidratación, recolocas algo en la mochila, etc. (las actividades de circo las dejamos para casos extremos).
A mejorar o corregir, el hecho de que únicamente haga falta una pulsación para que se encienda porque, si bien es cierto que permite que se haga la maniobra instantáneamente, se puede pulsar por error al agarrarlo o simplemente al ir almacenado en la mochila y quedarse encendido y dejarte sin batería. Quizá podrían analizar la posibilidad de que hubiera que mantenerlo pulsado durante unos segundos.

Accesorios

Accesorios

En el apartado de la introducción mencionamos que Lupine era como Ferrari y Porsche y, pensando en este apartado de accesorios, no podíamos haber escogido mejor analogía porque el Lupine Neo X2 SC viene “pelado”, sin ningún accesorio salvo el propio frontal y el cargador de la batería.
Bueno, trae una tapa protectora para el frontal pero no creemos que eso pueda ser considerado como un accesorio (aunque creemos que no es sólo tapa protectora sino que también es posible utilizarla como difusor, información que no hemos conseguido confirmar por lo que, ante la duda, hemos preferido no utilizarla con ese objetivo por miedo a que pudiera estropear el frontal).
Por supuesto, hay mil accesorios que podemos encontrar en el catálogo de Lupine, desde baterías y cables de repuesto a soportes para llevar en el casco de la bicicleta pero, de serie, ná de ná.
Asumimos que esto puede ser así y que, cuando son piezas de tanta calidad y que no son precisamente baratas, lo que se incluye como accesorio debe pensarse muy bien para que sea realmente útil porque se supone que su público es bastante selecto pero hay cosas que podrían ser muy útiles y que tendrían aceptación en la inmensa mayoría de los casos.
Por ejemplo, un estuchito o bolsa de transporte para llevarlo dentro de la mochila bien ordenadito y optimizando el tamaño sería ideal.

Autonomía

Autonomía

En un frontal, lo más importante es la luz, sin duda pero, de poco nos sirve tener muchísima iluminación si nos quedamos sin ella en un pispás por lo que la autonomía es algo que no podemos olvidar.
El Lupine Neo X2 SC dispone de una batería de 2’2 Ah que, atendiendo a los tiempos de carga que da inicialmente, con ella a pleno rendimiento, nos parece que están muy bien y que pueden ser suficientes para muchos, permitiendo salir únicamente con esa batería, sin necesitar unan de repuesto salvo que se vayan a hacer dos noches fuera.
Por supuesto, siempre es recomendable tener repuesto, al menos de la alimentación del frontal pero, cuando hablamos de frontales potentes, que suelen ir con batería, no nos disgusta la opción de utilizar el frontal principal y llevar el repuesto en otro un poquito más flojito porque así llevamos repuesto completo y si por ejemplo se rompe la lámpara, podemos recurrir al repuesto.
Como os podéis imaginar, al máximo de potencia, con los flamantes 700 lúmenes, en poco más de dos horas os pulís la batería (sin que se recaliente la lámpara demasiado, eso es un gran detalle porque si pasa eso, lo que también se achicharraría sería vuestra frente) así que el uso continuo de este modo lo dejamos sólo para salidas o carreras cortas o para ésas en las que nos anochece sólo al final. O, por qué no, para algunas en las que se sale al amanecer y que teóricamente acabamos antes de que anochezca porque anda que no va bien poder salir fresquito, con todos los caballos a tope y una buena iluminación.
Luego ya vienen los dos modos que creemos que son los más habituales para correr, el de 270 lúmenes que tenemos en la configuración 2 y el de 400 de la configuración tres, que nos dan algo más de seis horas y unas cuatro horas y media respectivamente.
A estos hay que añadir el de 140 lúmenes que incrementa la duración hasta más de medio día (casi catorce horas) con lo que, como vemos, tenemos tres modos “para correr” que, bien gestionados, nos permiten utilizar el Lupine Neo X2 SC para lo que queramos.
Como no se pueden tener todos a la vez (amén de que sería absurdo y una locura tener que pasar por los cinco cada vez), la regla general sería más o menos la siguiente: hasta las 6-7 horas de uso la configuración 2 (35, 270, 700) tomando como base la de 270 lúmenes y por encima de ese tiempo, cuando vamos a hacer noche entera, la configuración 3 (35, 140, 400, 700), utilizando todo el tiempo que pudiéramos la de 140 lúmenes de manera que vamos a poder pasar holgadamente de las 10 horas de luz.
Lo que nos ha encantado es el tiempo de carga porque, conectado a la red eléctrica (con el cargador) se puede pasar de completamente vacío a completamente lleno en algo menos de una hora así que, si hay posibilidad de enchufarlo en alguna parada lo mismo hasta nos plantearíamos llevar el propio cargador porque así reseteamos el contador y volvemos a tener el depósito lleno.
Al igual que la batería, el cargador es “inteligente” y nos indica con un pequeño pilotito si está ocioso sin nada conectado o ya ha terminado (en verde) o si está cargando (en rojo). Parecerá una chorrada, pero es importante que el cargador gestione estas cosas par ano fundir la batería o estropearla con ciclos de carga malos.
Para nuestro gusto, un buen compromiso el que han conseguido con la durabilidad porque, si bien es cierto que le puedes meter más batería, al llevarla en la parte trasera de la cabeza, cada gramo cuenta y a lo mejor ya se convertiría en algo incómodo. De todas formas, para quien quiera más tralla y tirar de lúmenes como si no hubiera un mañana, aparte de la opción de llevar una segunda batería también puede utilizar la de 3’3 Ah que, según Lupine pesa sólo 120 gramos (baterías mayores ya no las llevaríamos en la cinta sino que pondríamos algún alargador para poder llevarlo en la mochila o cinturón).

Conclusiones

Conclusiones

El Lupine Neo X2 SC es un frontal requetebueno o “bueno no, lo siguiente” si preferís la versión modernizada de esa palabra que hoy ya está casi en desuso.
El hecho de ser un Lupine hace que se generen en nosotros unas expectativas muy altas y, si encima nos llegan buenas referencias, más aún pero también nos hace ponernos más exigentes con él porque, cuando nos movemos a estos niveles, hay cosas que no se pueden permitir. Pues, bien, aun con todo eso y teniendo el listón tan alto, creemos que lo ha superado con holgura y que los alemanes realmente han conseguido cumplir con el objetivo con el que concibieron el Lupine Neo X2 SC.
Es increíble que sea “el frontal básico”, la base del catálogo porque, atendiendo a sus especificaciones técnicas, podría dejar atrás a la mayoría de los de alta gama de otras marcas y le plantaría cara a muchos de los tope de gama: 700 lúmenes, LED y óptica de primerísima calidad, acabados excelentes y robustos, batería inteligente con gran autonomía, …Lo bueno es que no se queda sólo en eso, en una “buenas especificaciones” sino que cuando lo llevas al campo de batalla demuestra el saber hacer de la marca y que se ha tenido muy en cuenta para qué y cómo se va a utilizar: muy buen reparto de pesos, la cinta lo sujeta bien y sin hacer rozaduras, facilidad para manejarlo y configurarlo, …Creemos que puede ser un frontal “para todo”, desde salidas tranquilas a competiciones rápidas, para salir un rato o pasar toda la noche pululando por ahí, … Para quien utilice habitualmente frontales, es una inversión segura, que sin duda merece la pena porque lo acabas rentabilizando ya que, como quien dice, la iluminación deja de ser un problema para ti. Únicamente te tienes que preocupar de tenerlo cargado antes de salir pero sabes que en marcha no te va a fallar y que te va a poder dar la luz justa que necesitas en cada momento, que vas a poder variarla para tenerla todo el tiempo que te haga falta, etc.
La calidad la notas desde el primer instante que lo coges, lo transmite simplemente al tacto, lo compruebas según lo vas usando y suponemos que también seguirá dándolo todo hasta que esté para tirar a la basura. No nos atrevemos a estimarle una durabilidad porque haría falta hacerle una prueba durante años (seguimos usando el Lupine Neo X2 SC incluso después de haber finalizado esta prueba).
Nos es difícil ponerle pegas al Lupine Neo X2 SC más allá de lo comentado de alguna bolsita para llevarlo en la mochila, cosas que son más bien preferencias personales (p. ej. que quisiéramos una configuración de modos diferentes) o algún tema implícito que es difícilmente evitable como lo del deslumbramiento a máxima potencia, que no cuenta como punto negativo porque es así, se quiera o no (si enchufas 700 lúmenes a lo bestia delante de una nube de polvo en suspensión, te deslumbras lo quieras o no). Aunque, bueno, pensándolo mejor, una mejora que solicitamos: que sea sumergible.
De hecho, el nivel que alcanza es tal que es muy probable que le hayáis oído a alguien considerarlo como opción ya no sólo para trail running sino también para utilizarlo sobre la bicicleta así que, si sirve para los que van haciendo el loco sobre las dos ruedas, ¿cómo no va a sernos interesante a los que vamos a patita?

PROs:
- Calidad global, excelente en todos los aspectos.
- Autonomía suficiente y fácil de gestionar con los modos de luz preconfigurados.
- Reparto de pesos y peso total.
- Facilidad de uso.
- Con batería SmartCore tienes incluida la luz de situación.
- Carga de la batería rapidísima.
- Compatibilidad con otros accesorios de la marca.

CONtras:
- Se enciende con una simple pulsación por lo que se puede encender por error al ir en la mochila.
- No es sumergible, sólo resistente al agua.
- Si se levanta polvo o arenilla, con el máximo de luminosidad molesta.
- Vendría bien una bolsita o similar para llevarlo en la mochila.
- Sólo se puede cargar con cargadores específicos de Lupine y conectado a la red eléctrica.
- Estaría bien una configuración 100% personalizable (aunque la asignación de los modos de funcionamiento sería difícilmente gestionable con un único botón).

COMPARADOR

Vs.

Autor: Morath (Rodrigo Borrego)

Fecha de publicación: 13/03/2016

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